jueves, 2 de octubre de 2014


2 de octubre de 2014. Jueves.
OMBLIGO
 
Pasando página, en la biblioteca. F: FotVi
 
-La página se está pasando; dos dedos, el de un tal Mas y el de un tal Junqueras, están pasando, lenta, pero inexorablemente, una página de la Historia. Pasada la página (antes o después, más antes que después), España no será la misma, y Cataluña, otra cosa. Otra cosa configurada con sólo lírica sentimental y un romanticismo viejo y reumático, y desde luego anquilosado. En un breve pero deleitoso ensayo de 1981 (Travesía de Barcelona) escribía Francisco Umbral: «Hay persona y personalidad catalana porque hay dialéctica de contrarios». Eso era y fue entonces. Pero la dialéctica, en Cataluña, ha estallado por los aires. Ya no hay dialéctica, sino ombligo. (Cuando falta la dialéctica, sudan los ombligos de tanto saberse contemplados; y sudan hedonismo, autocomplacencia, mezquindad). El nacionalismo mira y habla con su ombligo. A parte «de los gritos del mar entrando por las Ramblas» (sigue Umbral), ya no se oyen más gritos que los del nacionalismo, en las calles, en el idioma catalán único y cerrado, en sus rabias contra nadie, pero asustados de orfandad, con banderas de contraste y odio, formando una V que puede significar «victoria», o «víctima», o (¡qué triste!), «vencidos»; es decir, sin contrarios, solos y perdidos en la infinitud de su torpeza y de su orfandad, vencidos. Huérfanos de otra voz que les hable, y puedan oír. He leído que la soledad grita tanto que su fragor, a veces, lleva al suicidio. La página se está pasando, dos dedos bastan, pero el vértigo de la soledad acecha en el escondite oscuro de la siguiente página, la que todavía no se ha escrito, pero que se escribirá con llanto. El mar, Diario, entrará por las Ramblas, gritando: « ¡Vencidos!», y abundarán las lágrimas (19:58:29.

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