sábado, 3 de enero de 2015


3 de enero de 2015. Sábado.
NAVIDEAR
Navideando, en San Pedro del Pinatar. F: FotVi
-Ayer, entre las Salinas y el Mar Menor, en San Pedro del Pinatar, «navideando». «Navidear», o pasear la Navidad. Es una palabra hermosa, que no aparece en el Diccionario de la Real Academia; sus sabios mentores, por haber nacido ayer mismo la palabra, aún no la han detectado y tenido en cuenta. Algún día (una vez conocida y analizada, y halladas sus raíces de mineral y agua, de aliento, y luz), la incluyan, quizá, en el bosque (o lugar de los gorjeos orales y callados) del Diccionario. Ese mundo donde el verbo se hace letra impresa y acampa ante los ojos para ser leído y entendido, y masticado, y poderlo hacer así llama de poema o pisar firme de prosa. Camino y vida, en todo caso. Y la alegría de poder hilar y decir con él (el verbo) los pensamientos todos, ya sean estos bellos o encierren la fealdad. Ayer, pues, el día segundo del año nuevo, con sol y plata en el Mar (llamado Menor, pero con sueños de océano), y desde el Molino de la Calcetera hasta el de Quintín, o molinos de la sal, anduve (goloso yo de belleza y otros vigores, y para no dejar caer en las coces del desaliento al alma), anduve, digo, navideando; es decir, insuflándome espiritualidad, contemplación, Dios, más humanidad; o ser, Diario, más y mejor yo (19:29:31).

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