martes, 19 de abril de 2016

19 de abril de 2016. Martes.
COMO PIEDRA

¿Corazón cerrado?, en Salinas y Arenales de S. Pedro del Pinatar. F: FotVi

-Día ventoso, como el alma de la sociedad en la que nos movemos desvalidos y tercos en la vulgaridad. El viento viene frío y, con las manos, se mete en los bolsillos y hasta en el sitio de las ideas, y ahí queda, helando. Y frías las ideas, y sólo con el atolondramiento de lo inútil alentándolas, se paralizan las palabras, nacen huecas y sin gajo, viven en el exilio de no decir nada. Y el lenguaje, sin palabras que digan y hablen, que establezcan redes de comunicación, de enlace, se muere, y el corazón así no asoma a la boca y, como piedra, se endurece allá en el interior más oscuro de uno mismo. Cuando se habla o se mastica corazón en las palabras, se nota en el que escucha, pues oye palabras con rumor de ternura, de piedad, rumor de latido amoroso. Se ama -como se odia- en las palabras. Razón por la que yo examino cada día mis palabras, y antes de darlas, las gusto, por ver si saben a comunión o a esquina de ala de murciélago, a roca o a aleteo, si saben a Dios o a cosa ruin, y, según me sepan, las digo o me las trago, para darles así oportunidad de purificación. Aunque, a veces, Diario, y con todo, me salgan esquinadas y necias, mal encaradas, hasta irreconciliables conmigo mismo, absurdas (20:58:28).

2 comentarios:

  1. Manda el cerebro por encima del corazón a la hora de que la fonación envíe al exterior el aire modulado para que forme la palabra. Cuando el cerebro y el corazón se ensamblan en armonioso binomio, la lengua se endulza y los labios se embellecen. Roto el binomio, la palabra se puede transformar en una niña díscola y maleducada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como siempre, José María, bella y precisa descripción la tuya de cómo, antes de llegar a la lengua, desde donde baten alas y vuelan, han de forjarse y crecer las palabras. Si no actúan el cerebro y el corazón, las palabras nacen turbias y oscurecen lo que tocan, la lengua y los labios del que las dice, y el oído de quien las escucha. Gracias, amigo.

      Eliminar