jueves, 13 de octubre de 2016

12 de octubre de 2016. Miércoles.
PILAR, O FUSTE

La Columna, en Zagreb. Croacia. F: FotVi
(Por fin, entro en internet. Ayer escribía esto).

-Día del Pilar. Dices Pilar y te sucede una rosa blanca en la boca. Pilar, o fuste, columna, que, sin capitel, señala al cielo. Sin dejar la tierra, se marcha al cielo. Como diría Gerardo Diego de la Asunción de María: «Se va, pero se queda». La columna siempre está yéndose, sin irse. La columna, mientras está en tierra, allá arriba toca cielo y respira nubes; pero sin dejar la tierra. La columna, si dejara la tierra, por falta de raíces, moriría, por falta de maternidad. Sin una madre que las dé a la luz a cada instante, las cosas mueren. Sin el cordón umbilical que las alimenta, las cosas se caen sobre sí mismas y sucumben, terminan. Decir columna y meterte en la luz, y tocar las alturas. En María, los creyentes, creemos que se toca el cielo. Esta tarde está plomiza, pesada; iba a llover, y sólo ha mojado un poco el polvo acumulado del verano, ha hecho plof, y se ha metido en él, como un gusano perforador. Aquí nunca llueve, y si lo hace, mata la esperanza. Llueve a raudales, como si alguien tirara cántaros de agua. Y se convierte en lluvia destructora, en perverso aguacero. Esperemos, Diario, que algún día llegue un diluvio, sosegado (18:51:20).

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