miércoles, 25 de abril de 2018

25 de abril de 2018. Miércoles.
EL JUEZ (dios)

Abrazado a su madre, Catedral de Liubliana. Eslovenia. F: FotVi

-Vino el aliento y le sopló la vida, al niño Alfie Evans. Gozosamente, el aire entró en sus pulmones y le permitió respirar y vivir. Conectado a una máquina de ventilación mecánica desde su nacimiento, y desconectado por orden de un juez (dios) de la misma, ha seguido, sin embargo, inhalando vida, bebiendo supervivencia, y, abrazado a su madre, ha podido dormirse en paz. Percibiendo, a la vez, el olor purificador y especial del cuerpo de su madre. En ellas -en las madres- se halla el calor de Dios, «que parecía no estar / y en aquella estancia estaba», se atrevió a decir el poeta. Menos mal, Diario, que el juez (dios) no puede prohibir que una madre coja a su hijo -aunque sepa que va a morir- y lo abrace, hasta poderlo hacer cuerpo de su cuerpo y vida, en su vida (12:12:25).

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