25 de enero de 2024. Miércoles.
ENCIENDO MI LUZ INTERIOR
ENCIENDO MI LUZ INTERIOR
-No hay claridad, si no
hay una luz que ilumine. La luz es un regalo de Dios: «Y dijo Dios: “Haya luz”,
y hubo luz». Con la luz salida de la boca de Dios, el caos y la confusión que
reinaban sobre la tierra se replegaron, y la luz se adueñó del día y de la
vida. Y vio Dios que todo era bueno; con la luz, Dios contempla la cara de la
bondad, y se alegra. Cada mañana, cuando despierto, me vienen a la mente estas
palabras al ver mis manos y contemplar mis ojos en el espejo. La luz también
enciende mi corazón, con la que veo todo lo que él encierra: amor, esfuerzo,
trabajo, compasión, deseo de agradar a Dios. Rezo laudes y enciendo mi luz
interior, la que mi guiará y me llenará de equilibrio, y me dará ocasión,
Diario, de amar cada día un poco más.