14 de febrero de 2024. Miércoles.
LA ANCIANIDAD
OLVIDADA
El papa Francisco con la ancianidad. Roma. F: Prensa. |
-Estremecedora noticia: Un hombre muere en su casa de un accidente y su madre, inválida, octogenaria, fallece días después de hambre y sed. Es el “tengo sed” de Jesús en la cruz. Todo dolor humano es reflejo de la pasión de Cristo. A Él le dieron a beber vinagre, y la muerte; a esta pobre madre, soledad y muerte. Hay políticos a los que les pesa la vejez, y le dan como medicina la eutanasia, y en todo caso la soledad, con la que aceleran su muerte. Qué sociedad la nuestra: protege con todo mimo a los animales –que no está mal–, y destruye sin compasión al ser humano, que ha perdido la cualidad de productor, y que debiera descansar en la ancianidad de los estándares de laboriosidad. En este siglo, la vejez está condenada a no existir. Cuando debiera ser, como dice Pitágoras, la bella recompensa de una bella vida. Así debiera ser, pero, en este siglo, no lo es. La ancianidad, salvo excepciones, Diario, es constantemente avasallada, sometida, y lo más grave, olvidada. Miércoles de ceniza: nos recuerda que somos polvo y en polvo nos convertiremos. Reflexión y conversión.