17 de enero de 2024. Miércoles.
QUÉ HERMOSO ERA TODO, ENTONCES
QUÉ HERMOSO ERA TODO, ENTONCES
Sueños en forma de pompas de jabón. F: Prensa. |
-Una de las cosas que de niño me hacía reír y poner los ojos redondos de admiracón eran las pompas de jabón. Ese baile de pequeños planetas volando en mi entorno. Yo, que me imaginaba ser el sol, estaba rodeado de maravillosos satélites que daban esplendor a mi cielo particular. Cielo, estrellas y yo en el centro. Qué hermoso era soñar que todo rodaba en derredor mío. O simplemente, qué hermoso era poder soñar, convirtiendo en verdad tangible los sueños. Soñar estrellas donde sólo había pompas de jabón: soñar un universo donde sólo había fantasía e imaginación. O soñar que, de vuelta de la iglesia –era monaguillo–, y al pasar por delante de la puerta de la cárcel, en Molina, me imaginaba caminar acompañado por un ángel, al que hablaba y me contestaba. Amigo, el ángel, Diario, al que confiaba mis pasos, haciéndolo centro de mi vida, como un amigo real que protegía mi infancia. Qué amigos más entrañables tenía entonces, cuando casi todo era como pompas de jabón –poemas– que volaban a mi alrededor; qué hermoso era todo, entonces.