12 de mayo de 2024. Domingo.
LAS TRES AMBICIONES HUMANAS
LAS TRES AMBICIONES HUMANAS
-En este domingo, aún
vivimos del alimento de la Pascua: es la luz que nos guía. Sin la Pascua, como
dice San Pablo, nuestra fe sería ridícula, no tendría sentido. La resurrección
de Jesús es el aliento que da fuerza y nervio a nuestra fe. Y ahí sigue: 21
siglos viviendo y proclamando que Jesús de Nazaret resucitó. Jesús, en esta
oración que dirige al Padre, habla del mundo, que no es nuestro planeta, sino
al «conjunto de las tres ambiciones humanas: la ambición inherente a la
condición humana, la ambición de los ojos y la arrogancia de la fortuna» (I
Juan 2,16). ¿Entonces debemos separarnos del mundo y buscar la pureza? Seríamos
puritanos. Hay que estar en el mundo, Diario, y llegar a ser puros, a su pesar,
«sin dejarse contaminar por el ambiente.» Es lo que nos propone Jesús en el
evangelio, hoy que sube a los cielos. Nos queda el trabajo de hacer realidad el
reino de Dios en la tierra: reino de paz, de justicia, de amor y de verdad: el
reino de la convivencia perfecta.