16 de noviembre de 2024. Sábado.
TERTULIA DE GORRIONES

Tórtolas en tertulia, dándose la espalda. Casa sacerdotal. Murcia.

-Dijo el sabio: «Habla y no hieras, en todo caso, alienta: habla de virtud y de solidaridad». Perecía una tertulia de café. Ayer hice una foto desde mi balcón. Era la tertulia de unos gorriones subidos a una casuarina –ese árbol gigantesco – en la Avenida de la Fama, en Murcia. Y esta mañana tomaba esta otra foto parecida: tres tórtolas hablándose de espaldas, como ciertos políticos, que, al disertar, no se miran a los ojos, solo se hablan con las manos desatadas y los ojos encendidos, e injurian. Envidio a las aves, Diario, que hablan de sus cosas con la misma libertad con la que vuelan, y no hay nadie que las juzgue y diga mal de ellas. Son otra maravilla de Dios, a las que imitar.

15 de noviembre de 2024. Viernes.
DÍAS LUMINOSOS Y DÍAS ADVERSOS

En los días aciagos, la cruz de Cristo.  F. Prensa.

-Hay días luminosos y días adversos, días con sol y días nublados, amenazadores. No me refiero a los días solares, sino a los días del alma, a los días de tinieblas en el espíritu. San Agustín, el gran santo de Hipona, decía confiado y mirando al cielo: «Dios mío, darás luz a mis tinieblas». No decía «dame». Sino «me darás», seguro de que Dios no le fallaría. Y el poeta, confiado, dice: «Oh, Dios, / te llevo a cuestas / y no me pesas. / Solo me pesa el peso de mi vida, / que en ti descansa / y vive, / redimida». Mi vida sí que pesa, y, en la cruz, tú, Señor, la llevaste, cosida a ti con clavos y coronada de espinas. Él es, Diario, el Dios que lleva cargadas todas las noches oscuras del mundo, y –sin peso–, se da para aliviar el a veces gravoso fardo del desvalido. 

14 de noviembre de 2024. Jueves.
REPRODUCIENDO LA PINTURA DE GOYA

Tormenta en la tierra, reflejo en el cielo. Murcia.

-La noche me hace reflexionar, meditar, entrar en mí, hacerme una radiografía íntima y rica en humildad: no soy nada, me digo, y, con Quevedo, concluyo, «más nada enamorada». El día, por el contrario, me abre las puertas de la mente y la dejo volar, y en ese explorar descubro nuevos caminos: y, con la fe, vuelo casi a la infinitud. Ayer llovió serenamente, sin dañar, con la suavidad de una mano de madre en la frente del hijo calenturiento. Sin embargo, estos días estamos asistiendo a la profusión de un diluvio en varios lugares de España. Diluvio que se ha llevado vidas y haciendas por delante. Hay quien, llorando, reza por los fallecidos y colabora en ayudar por las pérdidas materiales; otros, por el contrario, se lían a garrotazos, con los pies enfangados, reproduciendo la pintura de Goya. Triste historia la de los hermanos que no se podían ver, y, lamentablemente, Diario, se acuchillaban. 

13 de noviembre de 2024. Miércoles.
EL CIPRÉS Y EL PINO

El ciprés. oración verde de esperanza. Seminario,. Murcia.

-Contemplo unos cipreses y los veo enhiestos, lanzas mirando al cielo, como una oración verde de esperanza adentrándose en lo invisible. Azul el cielo, verdes el pino y el ciprés. Es decir, me rodean la pureza y la esperanza. Si yo fuera árbol me gustaría haber sido ciprés en el jardín y pino junto al mar. Ciprés para tocar las nubes y oír el rumor del cielo, donde se oye el silencio y la verdad de la divinidad; y pino para, como el mar, ser abrazo abierto y darse a todos, no solo a las playas, sino también a los acantilados y cualquier adversidad. Deseo ser con la naturaleza, alabanza de Dios en la oración que sube como un ciprés y abrazo extenso y abierto al hermano, para cumplir aquello de ama a Dios sobre todo y al prójimo como a ti mismo. Contemplar a Dios y la belleza que ha creado, un acto de amor. Esta noche, Diario, ha llovido, sin estridencias, bendiciendo.

12 de noviembre de 2024. Martes.
LOS CANGILONES DE LA NORIA

Tiempo bonancible, en paz y bello. Murcia.

-Un día va y otro viene, y yo, en ambos, en el que se va y en el que viene, como los cangilones de la noria. A una velocidad de vértigo, el tiempo pasa, y yo con él. El tiempo pasa y yo envejezco. Menos mi corazón, que sigue amando. El cuerpo envejece, el amor rejuvenece. Roberto T. Bennett, escritor mexicano, decía: «No pierdas tu tiempo con ira, arrepentimientos, preocupaciones y rencores. La vida es muy corta para ser infeliz». Puede envejecer mi cuerpo, Diario, pero si amo, viviré eternamente: Dios es amor. 

11 de noviembre de 2024. Lunes.
GRACIAS A LA VIDA

Gracias a la vida, y a Dios su creador. Polonia.

-Y llegó el lunes a posarse, como una paloma, en mi balcón. El lunes deletrea vida y amistad, y servicio. Si lo tomas como un regalo de Dios, el lunes no es malo. Es una luz más en el deambular por la vida. Con letra de Violeta Parra, canta Mercedes Sosa: «Gracias a la vida / que me ha dado tanto…». Y da gracias por los ojos, el oído, que graba la noche y el día, los grillos, martillos y turbinas, ladridos, chubascos, y el alto cielo, con las estrellas; da gracias por el sonido y el abecedario, y por las palabras como madre, amigo, hermano, y la luz que alumbra la ruta del alma. Dios también me ha dado el corazón con el que amo. Aunque sea lunes, Diario, doy gracias por tantas cosas: por el Dios que ama y al que se puede amar, por la familia, por el don luminoso de la fe y la verdad, que hacen volar la libertad, en la que vivo. Tantas cosas...

10 de noviembre de 2024. Domingo.
CUMPLEAÑOS FELIZ

Soldados felicitan a niño, voluntario en la DANA. F. Prensa.

-Un niño, ejemplo evangélico de solidaridad. Con una manguera, trata de limpiar el lodo en una calle de Paiporta. Un grupo de la Armada cambia los utensilios de limpieza en las calles de Paiporta por un aplauso y una canción. El fango embarra sus uniformes, pero en sus manos y en sus labios se hace fango glorioso, celebrativo. Estos soldados cantan y aplauden, en corro, a un niño de apenas un metro, que, con una manguera, trata de limpiar el barro de la calle. Cantan el “cumpleaños feliz”. Ser solidario, dice el papa Francisco, es el gesto amoroso más bello que se puede practicar. Hoy, en la liturgia de la misa, se habla de dos viudas que merecen la alabanza de Dios. Una se fía de Elías y le hace un panecillo con la harina y el aceite que quedaba en su casa. Recibe una recompensa multiplicada. La otra  echa “dos reales” en el cepillo del templo, todo lo que tenía. Esto merece la alabanza del Señor: «Ha echado más que nadie… Ha echado lo que tenía para vivir». El niño de Paiporta da su inocencia, su debilidad, si pequeñez, su verdad. Todo lo que tiene. Y, Diario, una advertencia de Jesús: «Cuidado con los escribas»; es decir, con los hipócritas. Es una advertencia real, que cada día vive junto a nosotros.

9 de noviembre de 2024. Sábado.
ESTABA ARRIBA LA CABEZA

Visión de los ojos, que alaba el espíritu, en Dios. Murcia,

-Aunque piso con los pies, veo con los ojos, que están en la cabeza. Dice el poeta: «Estaba arriba la cabeza, / poderosa matriz de frescos lagos, / herramienta portátil del concepto, / corazón y reloj de las ideas» En la cabeza –la mente– están Dios, el agua, el fuego, la nada, la luz, el bien, el mal, la razón; todo, en forma de ideas, que serán el centro y hueso de la palabra, con lo que saldrán a la luz las aventuras luminosas de la mente; cada idea, adaptada, revestida de unos fonemas, que componen la palabra. Si digo Dios, todo mi ser se torna adoración, y si digo luz todo se vuelve color y pincelada, como el universo o la flor del almendro. Dios nos regaló la mente y el corazón y con ambos damos pasos con los que gustamos la bondad de la naturaleza y avanzamos en su perfección. Bendito sea Dios, Diario, que nos hizo carne e inteligencia; es decir, ojos y visión, espíritu y sentidos. 

8 de noviembre de 2024. Viernes.
HISTORIA DE CHISMORREO

La verdad de la flor, que será fruto. Torre de la Hoaradada

-A veces camino por rumores, decía el sabio, y no por certezas. Los rumores son apariencias, oropeles. Van vestidos de cotilleo, de habladurías: el chisme es su argumento. Es un ruido confuso de voces, un murmullo de mentiras y medias verdades, todo hecho una gavilla de mentira y verdades trufadas, que acaban en una historia de chismorreo. Todos los días, Diario, pido al Señor que me libre del barro de esos bisbiseos denigrantes y malignos, y lo voy consiguiendo, hasta ahora. Por lo que doy gracias. 

7 de noviembre de 2024. Jueves.
NOS AMÓ

Carta encíclica, sobre el amor humano y divino. 

-Rotundo: Dilexit nos: “Nos amó”. No habría que decir nada más. Nos amó, y basta. ¿De quién este amor, que sin pedírselo nos ama? Todos lo intuimos. Solo puede ser Aquel que es Amor. “Nos amó” así titula el papa Francisco su Carta Encíclica que ha dado a conocer recientemente al mundo. Encíclica que habla sobre del amor humano y divino del Corazón de Cristo. El amor humano lo dio desde la cruz y el divino nos lo sigue dando desde su vida divina, como segunda persona de la Trinidad. Dice san Juan en su carta primera (4,16), que gracias a Jesús «hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído» en ese amor. ¿Y dónde está el amor de Dios? En «el costado traspasado» de Cristo, que es «la sede de este amor» de Dios. Dios, Diario, desde el corazón de Cristo, nos amó, y nos sigue amando. Luminosamente. 

6 de noviembre de 2024. Miércoles.
EL TEMPLO DE LA ESPERANZA

Signo de la esperanza, la madre que aguarda. Muñoz Barberán,

-La fe, como una columna inamovible, tallada y bella, sostiene el templo de la esperanza. La esperanza es el santuario donde no cabe el pesimismo, la desmoralización, y donde solo se permiten lágrimas ilusionadas. Con la esperanza se camina más ligero, más libre, no se necesita más que la fe y un futuro en el que pensar, un más allá mejor. Leo en la prensa, que la parroquia de Ntra, Sra, del Don, de Alfafar, Valencia, celebra misa a las seis de la tarde. Es una iglesia que da tanto el alimento material como el espiritual. En una capilla de la iglesia se amontonan, ordenados, todo lo que los feligreses han llevado como ayuda para lo damnificados en Valencia.. El párroco, Javier Francés, antes de la misa dice que «en medio de esta tragedia, también está la resurrección: hay vida después de la DANA». La fe mueve montañas de esperanza. Como decía San Juan Bosco: «La esperanza es el mejor remedio contra la desesperación». Y yo, Diario, añadiría, y con la fe, que la alimenta y sostiene. 

5 de noviembre de 2024. Martes.
LA FELICIDAD EN EL CORAZÓN

Auschwitz, campo de la muerte. ¿Eran felices los dirigentes de estos campos?

-Leo en el libro Obstinación del poeta Hermann Hesse: «El dinero no era nada, el poder tampoco. Veía a muchos que poseían ambas cosas y eran desdichados». ¿Se sienten felices y dichosos algunos de los que ostentan el poder o manejan el dinero en nuestro país? Lo dudo. Si yo pudiera entrar en sus vidas y tocar sus sentimientos, quizá descubriría que el pobre de la esquina es más feliz que ellos, y sobre todo, si es pobre de espíritu. Feliz es quien lleva la felicidad en su corazón y la da, Diario, como se da un beso de bienvenida o un vaso de agua al sediento a los demás. 

4 de noviembre de 2024. Lunes.
LA ALEGRÍA DE SERVIR

La lluvia que es alegría, en un principio entristece. Torre de la Horadada.

-España es un país extraordinario: mientras los políticos se dormían en las palabras acusadoras y en las promesas huecas, el pueblo llano se arracimaba en calles y caminos en el gran bien de la solidaridad. Todos a una, cada cual con lo que podía: agua, pan, ropa, miradas vivas, pero llorosas, y un corazón dándose en cada objeto que llevaba para los necesitados. Cómo lloran las manos al entregar al necesitado aquello que necesita y cómo ríen, con lágrimas, sin embargo, las manos del beneficiado al recibir lo que le entrega la generosidad de sus vecinos. «Una riada humana» describía la prensa la llegada de tanto ser a ese encuentro con la vista puesta en el caído a la orilla del camino, herido y dañado por la sombra del destino. La verdadera libertad está, decía Hermann Hesse, en la alegría de servir, amando. Ayer llovió durante dos horas, serenamente, sin arrebatos, dando vida a los campos y acharolando las calles de la ciudad. Al tiempo, he recordado las últimas lluvias en buena parte del sureste, y he rezado a Dios por los fallecidos y los vivos. Y, Diario, se me ha escapado alguna lágrima, íntima.  

3 de noviembre de 2024. Domingo.
LA OTRA LUZ

La otra luz, Jesús riendo. F: Prensa.

-Hecha la luz por Dios, se hicieron los colores, las perspectivas, las sombras, el dibujo, la esfera, el punto, la inmensidad. Dios creó esa acuarela o cuadro que disfrutamos cada día y cada noche, con el sol y la luna destellando y la anchura y la belleza del universo, y la luciérnaga, criatura magnífica y humilde, haciéndole la competencia en la tierra a las luminarias del cielo. Con la luz, Dios formó la lo de arriba, lo vertical, y lo de abajo, lo horizontal; y unidos lo horizontal y lo vertical, fue posible la cruz, donde se resume el amor de Dios en Jesucristo. El amor, Diario, la otra luz del nuevo amanecer, en la que Dios se da y habla, y dice tu nombre. 

2 de noviembre de 2024. Sábado.
HOY, DÍA DE TODOS LOS DIFUNTOS

Oraciones y flores para los difuntos. Recuerdos.Torre de la Horadada.

-Los muertos viven en el recuerdo. Y en las lágrimas que quizá se nos escapan cuando pensamos en ellos. Son lágrimas que acompañan en la evocación, en la nostalgia, en la añoranza. Todas esas lágrimas llevan la imagen de aquella persona a quien lloran, como una instantánea imborrable. En mis lágrimas, las que lloro por mis padres (Francisca y Vicente) y mis hermanos (Javier, Consuelo y Alfonso), están ellos, que me dieron la vida y una amistad y cariño inabarcables, casi infinitos. Ahora que se han ido es cuando compruebo lo que los amaba y me amaban. Hoy, día de todos los Difuntos, pongo en su recuerdo el ramo de rosas de mis oraciones y el himno de mi acción de gracias por todo lo que me dieron. También pido a Dios, por los que no tienen quienes recen por ellos, o por los que mueren en las guerras o en los desastres naturales, violentamente. Es una oración larga, que repito todos los días, Diario, como una letanía infinitita de agradecimiento y cercanía, de comunión y amistad. 

1 de noviembre de 2024. Viernes.
EL CRISTIANO SIEMPRE ESPERA

El sol y el agua, bendiciendo al Señor.  Torre de la Horadada. 

-Aunque con risa cansada, sonrío al nuevo mes: un detalle más de Dios, que me deja seguir viviendo. Tenía unos dolorcillos en la cadera, que me llegaron de pronto, y de pronto se han ido. Así es Dios: da y quita. Esto lo entendió perfectamente Job: «Dios me lo dio, Dios me lo quitó», y se fue revestido y engalanado de su fe. El cielo, como una copa, desbordad azul; es decir, desborda fe, libertad, creatividad, amplitud, serenidad, pureza. Pero quiero recordar a los fallecidos por las tormentas de estos días en la Comunidad de Valencia y otros lugares. Hoy, día  de los difuntos, tengo un recuerdo para mis padres, hermanos y amigos, que Dios los haya acogido en su seno. No todo es blanco o azul, también existe el negro, que es símbolo de dolor y tristeza, y esperanza. Jesús resucitó tras la muerte. El cristiano, Diario, siempre espera, aunque la muerte nos aceche a cada paso. Las víctimas de la DANA, las de las guerras, las de cada día. Tanto desastre. Solo nos queda rezar por ellas y por los que quedan aquí, que el Dios de la bondad los consuele. A veces, el consuelo es una lágrima que arde en los párpados, y que es, sin lugar a dudas, redentora. 

31 de octubre de 2024. Jueves.
ENCHARCADA DE BENDICIONES

Lluvia en los cristales, como lágrimas. Murcia.

-Llovió el martes. Y, de madrugada, y con la lluvia silabeando gotas de agua en los cristales de la ventana, sonaban los truenos como redobles de tambor. El cielo estremecido. Deslumbraban los relámpagos, dialogando con el trueno. Noche de magia otoñal y de velar apenas he dormido. La tormenta me recuerda las batallas: en la tormenta te puedes guarecer, en las guerras quedas al albur de los obuses. Yo, mientras oía el tronar y la lluvia, decía con Juan Ortiz, (1896-1978), insigne poeta argentino, que Dios se desnuda en la lluvia como una caricia innumerable. Y con este pensamiento, y a pesar de la tormenta, Diario, me dormí, y al despertar, vi los árboles alegres y la tierra encharcada de bendiciones. 

30 de octubre de 2024. Miércoles.
VOLAR CON ALAS DE ÁGUILA

El sol, con su espada de luz radiante, en el cielo. Murcia

-En mi cabeza, mientras se va deteriorando el cuerpo –un dolor por allí, un mal paso con caída por aquí–, las neuronas de mi cerebro ahí siguen, firmes, todavía con fuerza para soñar y comunicar fonemas escritos e historias que contar. Las neuronas son las mensajeras y las comunicadoras del organismo. Impulsos eléctricos que embellecen y dictan y ordenan los quehaceres de la vida. Y pienso, que, mientras las neuronas de mi cerebro estén activas, mi vejez no podrá conmigo: mi cabeza seguirá venciendo a mi ancianidad. ¿Cómo? No permitiendo a la vejez que invada el templo sagrado de mi mente, dejando a un lado mis dolencias y avatares y centrándome en activar mi imaginación, llenándola de palabras e historias, que le den agilidad y luz, distrayéndola de dolencias y postraciones del alma, haciéndola levitar, volar con alas de águila, sin miedo a tropezar con una nube, saliendo de ella con fe y amor, y esperanza. Dios siempre está al otro lado de la verja agradecida de la vida. El sol, Diario, esta mañana, con su espada de luz, ha amanecido radiante. 

29 de octubre de 2024. Martes.
EL SAGRARIO DE MI CORAZÓN

Monumento S. Blas, Ribera S. Javier. Murcia.

-Si Dios se deja, me gustaría encerrarlo en el sagrario de mi corazón y ahí guardarlo, celebrarlo, amarlo. Dios pensando y caminando conmigo, como un compañero de viaje, viviendo todo el acontecer de mi vida. Pero Dios no solo está en mí, Dios está en todo lo que es y alienta, en el universo y en el planeta tierra. Dios está en el ave que vuela y en la hoja que, ondeando, cae del árbol en el otoño de las cosas que mueren. Dios no se deja encerrar, ni arrinconar. Dios es libertad, aleluya, cercanía, amor sin fronteras. Y al amor, Diario, no se le puede poner candados ni fronteras, fluye. 

29 de octubre de 2024. Lunes.
EL POEMA DEL ÁRBOL

Sol y agua, la vida. Salinas de San Pedro. Murcia.

 
-Esperaba la lluvia, como la madre espera que el niño diga su primera palabra. La lluvia es la palabra que baja a la tierra y, y le habla, y la hace florecer. Qué diálogo más bello entre la lluvia y el poema del árbol, o la sílaba de la paloma que bebe en el charco, o la oración del sediento que pide ayuda al cielo, buscando unas gotas de agua que le calmen la sed. Si llueve, lo celebro, y río mirando al cielo para que la lluvia me dé en los dientes, y me llegue al alma. Si sale el sol, también lo celebro, porque ambos, Diario, hacen la vida, con Dios de inspiración. Ayer lloviznó. Lloviznar es la lluvia degradada; es la “casi lluvia” asperjando, goteándose y riendo en las cosas.