4 de julio de 2025. Viernes.
QUE ME DÉ LA PACIENCIA DE JOB
QUE ME DÉ LA PACIENCIA DE JOB
-Se me cae un trozo de sol
en el vaso de agua y lo bebo, y es como si bebiera un mechero encendido. Menos
mal que ya no viajo en un tren de los que se paran en medio de la nada y tardan
horas en volver a ponerse en marcha. Yo, anciano, no sabría qué hacer. El infierno
debe ser algo parecido: beber agua con un cacho de sol dentro o soportar una
parada de tren en medio de la nada, sin ni siquiera disponer de un abanico con
que abanicarse. Y clamo: «Dios mío, aparta de mí esta desgracia que vivimos.
Llévame por sendas de justicia y virtud». Y le pido, Diario, que me dé la
paciencia de Job para cargar con tanta adversidad y despropósito, y que envíe
su Santo Espíritu y renueve la faz de la tierra.
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