30 de septiembre de 2014. Martes.
QUE LLEGUE EL
DÍA
Pan de aves, en el jardín. F: FotVi |
-Anoche, a eso de las diez, diluvió, unos treinta minutos. Y con aparato
eléctrico, del que los truenos van rodando y rodando sin parar, hasta parecer
que chocan unos con otros, como ruedas de molino. Un bombardeo celeste con
luces añadidas de artificio. Fogonazos sin control. Relámpagos de furia. Y con
la lluvia, ayer, el informe anual de Cáritas. Caritas es el paradigma de la fe
con obras de Santiago Apóstol. «Así también la fe, si no tiene obras, está
muerta», escribió él. Caritas es, pues, la cara evangélica y apostólica de la
fe. Hay crisis; pero, además de crisis de valores, también crisis económica,
que conduce al hambre, a la postración,
al derribo de la dignidad humana. Si ves un pobre en tu camino con la mano
alargada pidiendo una limosna, estás viendo el fracaso de una sociedad
complacida, hedonista, que ha perdido el oriente de su destino. En la dignidad
caída del pobre, se halla caída la dignidad del conjunto de la sociedad. Caritas
es el termómetro que mide la solidaridad de nuestra sociedad en su vertiente
más noble: dar sin que la mano izquierda sepa lo que hace la derecha. En el año
2013, Caritas ha atendido a 2 millones y medio de personas en sus centros. 600
mil más que en 2012. La caridad es la denuncia de la injusticia. Sin embargo, Concepción
Arenal dijo: «Hay tanta justicia en la caridad y tanta caridad en la justicia,
que no parece loca la esperanza de que llegue el día que se confundan». A ver,
Diario, si a los poderes públicos, iluminados por la caridad del pueblo, se les
apareciera la justicia y la establecieran como norma de sus conductas políticas.
A ver (20:02:45).