viernes, 4 de octubre de 2024

4 de octubre de 2024. Viernes.
UN LAMENTO

Oscuridad, y esperanza de la luz. Torre de la Horadada.

-Al levantarme, sonrío mientras rezo laudes; laudes es la alabanza a Dios salmodiada y lírica, liberadora, pero, al acabar, la sonrisa se me cae de la boca al suelo y forma un charco de horror y desencanto a mis pies. Todo lo que vive en torno a mí, salvo las aves en el cielo y la florecilla espontanea en el jardín, es bruma y fango, detritos infecciosos, que invitan al llanto. No lloro, porque confío en Dios; pero me lamento. Decía Jean-Paul Sartre, escritor y visionario: «Solo los muertos han visto el final de la guerra». Lo estamos percibiendo estos días en Gaza y Líbano, en Ucrania, y en tantos otros países de África. La muerte se pasea ufana por nuestras sociedades huérfanas de Dios y regidas por cabezas colmadas de ideologías, que matan todo lo que tocan. El odio, la mayoría de las veces, Diario, dirige nuestros actos, como una serpiente venenosa y cruel, sin sentimientos, mortal de necesidad, irremediablemente. 

jueves, 3 de octubre de 2024

3 de octubre de 2024. Jueves.
LA CÓLERA SE SIENTE A GUSTO EN EL TONTO

Desvalido, recién salido del nido. Torre de la Hoaradada.

-Miro el ejemplo de las aves al hacer el nido en el que darán vida a su descendencia. Un ave con solo su pico, paciente e instintivamente, hace su nido, que librará de la lluvia y el calor a las crías. Maravillosamente, podría decir que pone amor y técnica en la ejecución de su obra. El sabio dejó escrito en el Eclesiastés, libro donde se deja ver y sentir el pensamiento de Dios: “Acabar una obra vale más que comenzarla: lo que cuenta es la perseverancia y no la pretensión. No dejes que tu espíritu ceda a la cólera: la cólera se siente a gusto en el tonto». (Ec. 7,8-9), En la cólera, Diario, todo se enturbia y nada funciona. La paciencia, dice Santa Teresa, todo lo alcanza. 

miércoles, 2 de octubre de 2024

2 de septiembre de 2024. Miércoles.
FLECHAS PACÍFICAS

Grullas en el cielo, haciendo alabanza. Murcia.

-Ayer, en el amanecer anaranjado de la mañana, y en formación de flechas pacíficas, cruzaban los cielos bandadas de grullas que dejan el norte para adentrarse en el clima más templado del sur. Son las aves, con los vencejos, que aletean la gloria de Dios, su alabanza. Pasan en bandadas, dando ejemplo al ser humano, casi siempre enzarzado en conflictos y guerras, de unión y armonía. Las aves se alimentan, procrean, vuelan –ponen alas a la alegría– y mueren, siguiendo la ley que Dios les dictó en el principio, cuando todo estaba por estrenar. Y vio Dios que todo era bueno; entonces, cuando la inocencia superaba a la maldad, cuando todo era alabanza a Dios, sin tacha. Todo bueno, hasta que llegó el ser humano, y desde su libertad y su torre de Babel, todo lo confundió y declaró la guerra a Dios y a su hermano el hombre, con las consecuencias desgarradoras que todos conocemos: las masacres de humanos y deterioro de la bellísima y regulada creación. El orden, Diario, es un don de Dios, conservémoslo. 

martes, 1 de octubre de 2024

1 de octubre de 2024. Martes.
EL SILENCIO QUE HABLA

Medida del tiempo, como una voráine. Murcia.

-Acaba otro trimestre, un paso más hacia la definitiva Claridad. Claridad en la que se respira a Dios y su Vida Trinitaria, la que crea, redime e ilumina. El tiempo, que todo lo mata, es, sin embargo, el adviento de la esperanza, que avanza sobre la fe hacia el hallazgo de Dios: el Silencio que habla y redime, y ama, y, como signo, la Cruz. Aquí dejo escrito lo que he vivido y soñado este trimestre que pasó: espero haber acertado en iluminar las oscuridades de algunos, y también las mías. Hubiera deseado reír, pero estoy con las adversidades y las penurias de la mayoría silenciosa y dolorida, y me cuesta reír. Empiezo el nuevo trimestre, Diario, con la ilusión del que confía y tiene fe: espero en Dios.