11 de octubre de
2024. Viernes.
SE ME BAJAN LOS HUMOS
SE ME BAJAN LOS HUMOS
De la rosa a las espinas, en el jardín. Murcia. |
-Cuando me sucede un éxito en la vida –y ayer lo fue, en la Casa Sacerdotal– leo el Eclesiastés, y se me bajan los humos, decrece el cauce de mi inmodestia: ese río por donde se va toda vanidad. «Vanidad de vanidades –dice Cohelet, el Predicador–, vanidad de vanidades y todo vanidad». Y la modestia llama a mi puerta, y después de consular a mi conciencia, la dejo pasar y la siento a mi mesa, y me da lecciones de humildad y sencillez. Me salva del engreimiento, y me veo, Diario, tal cual soy: un pobre ser que cada día alarga la mano y pide a Dios un poco de paz y que no aparte de mí su perdón y su misericordia, y así sigo, diciéndome con el sabio Cohelet, «nada hay nuevo bajo el sol».
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