13 de enero de 2024. Sábado.
MARIPOSAS QUE VUELAN POR MI CABEZA
MARIPOSAS QUE VUELAN POR MI CABEZA
-El resfriado es
propenso al esputo, a la flema, a la mucosidad. Como un grifo averiado, la
nariz no deja de gotear, puntualmente, poco a poco, con destellos de agua
enferma y calenturienta. La tos toca mi sueño, lo despierta, y le dice: «Corta
el goteo que vas a vaciar el recipiente», y yo, sumiso, le obedezco una y otra
vez. Menos mal que, si no duermo, me pongo a soñar despierto y cojo mariposas
que vuelan por mi cabeza y se detienen en mi nariz. Son mariposas inocentes que
no hacen daño, pero que fastidian. Y así lleno el pañuelo moquero de mariposas
tristes, que no duelen pero fastidian. Ha habido alguna noche, que en la
duermevela, he pensado en la vida eterna, y no me ha ido mal. En aquella vida no hay resfriados, pienso, ni
duermevelas, todo es un sueño infinito donde el Amor es su bello compañero de
viaje: un espectáculo brillante, que no cesa, y sin goteo del grifo de la nariz.
Ah, Diario, qué felicidad, entonces.