14 de enero de 2024. Domingo.
DIOS ME BENDIJO
DIOS ME BENDIJO
-Hace años, allá por
1946 y siguientes, en mi adolescencia, tal día como hoy, festividad de San
Hilario, celebrábamos la onomástica del rector del Seminario, don Belisario. Era
fiesta religiosa y culinaria, y deportiva; ah, y de salida por la tarde a
pasear. Fiesta, además, que aliviaba la morriña por vuelta de las vacaciones de
Navidad. Las caras largas por la vuelta de vacaciones se volvían caras
risueñas, caras de haber ingerido un traguito de mistela, o así. Era aquél,
tiempo de inocencia, de belleza de corazón, de risas prolongadas y apenas contrariedades,
tiempo hermoso para la alegría y el estudio, para la esperanza. Como me advertía
mi madre cada jueves en la visita: «Sé bueno, estudia mucho y pórtate bien»;
era como decir: «Cumple el reglamento y no tendrás problemas». Y así era,
Diario: la sabiduría de una madre y la obediencia del hijo hicieron el milagro:
llegué, felizmente, al final. Dios me bendijo y fui cura; es decir, servidor,
en la tierra, de Dios. Y ahí sigo.