16 de enero de 2024. Martes.
NUNCA PASA
NUNCA PASA
Cerca de la creación de Dios, bella secillez. Murcia |
-Recuerdo a Benedicto XVI haciendo esta advertencia: «El verdadero discípulo no se sirve a sí mismo o al público, sino a su Señor, en la sencillez y en la generosidad». Dios es sencillo y todo lo hace desde la grandeza de su sencillez. ¿Recordáis? Dijo «Hágase la luz», y la luz, sin más, se hizo, y fue claridad, visión, colores, movimiento, armonía, vida. Jesús de Nazaret servía a su Padre-Dios, y, en Dios, a todo ser humano que deseara aceptarle. Jesús no imponía: hablaba, y una palabra caía en tierra buena y arraigaba y daba fruto, y otra, en mala tierra y, sin raíces, moría, rodeada de piedras, en la que nada podían hacer el agua de lluvia ni la buena mano del que la cultivaba. Dios, en Jesús, es sencillo y generoso: en vez de infinidad de mandamientos para entrar en el reino de los cielos, sólo pone uno, Diario: amar a Dios y al prójimo. Por algo dice san Juan que Dios es Amor, y basta: el Amor lo es todo, «nunca pasa», dice San Pablo.