18 de febrero de 2024. Domingo.
DIGO “AMÉN”
DIGO “AMÉN”
-Cuando pido algo y Dios
me lo concede, digo “amén”; también si me lo niega, digo amén: hace tiempo que,
sin alterarme, a todo lo que sucede en mi vida digo “amén”, me libera decirlo,
no me agría la vida, como el que muerde una aceituna amarga, salto de la
petición al agradecimiento, y vivo en conformidad con mi existencia. Decir
“amén" es incorporarse al “Sí” de María, y dejar que Dios vaya señalándome
caminos e insinuando horizontes a los que llegar. Si llego: “amén”; si me quedo
en el camino: “amén”. Sé que, en este desierto en el que entro en cuaresma, la
gracia de Dios no me faltará; y con mi colaboración dará fruto: “amén”; si no,
también “amén”, y a seguir confiando. El salmo de este primer domingo de
cuaresma, suplica: «Señor, enséñame tus caminos, / instrúyeme en tus sendas, / hazme que
camine con lealtad, / enséñame». Pido a
Dios, Diario, que me enseñe a caminar en su voluntad, porque él enseña su
camino a los que ama. Señor, aquí tienes mi “amén”: mi Sí.