10 de octubre de 2025. Viernes.
RÍO POR NO LLORAR
RÍO POR NO LLORAR
-Se suele decir aquello
de río por no llorar; y yo digo: «Luego de haber llorado, río». El llanto y la
risa nos hacen más humanos, menos distantes, diferentes. El llanto denota
tristeza; la risa, felicidad, y ambas, humanidad. Llorar y reír, las dos
cualidades de las que carecen los demás seres de la tierra. Los otros animales
ni ríen ni lloran, a lo sumo berrean, rugen, aúllan. Con la palabra y los
signos el ser humano se expresa y se acerca a lo creado, celebrándolo y dejando
constancia de su asombro y fascinación en documentos escritos o sonoros. El ser
humano, cuando no escribía, dejaba dibujos y apuntes en rocas y cuevas, y en
monumentos. Dice el Eclesiastés que hay tiempo de reír y de llorar; tiempo de
cantar y de bailar. También hay tiempo, Diario,
de soñar, alabar, bendecir, y, con la gracia de Dios, de vivir. ¡Vivamos! Ah, y llovió, abundantemente. Los campos ríen.
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