El Bosque Apócrifo

22 de noviembre de 2025. Sábado.
MARÍA EN EL TEMPLO

Iglesia de la Virgen y cielo azul, en Medjugorje. Bosnia. 

-Ayer, un cielo azul radiante, luminoso, revestía la festividad de la Presentación de la Virgen María en el templo. El color azul, símbolo de pureza y elevación, de sabiduría, siempre ha adornado la imagen de María, la Virgen. Ella entra en el templo para ser purificada, y es su humildad, su santidad, por el contrario, la que purifica y consagra el templo, la que lo llena de presencia de Dios. Lope de Vega la llama: «Casa habitada y morada de la Trinidad, y la que agradó a Dios». Ella fue el tabernáculo que portó a Cristo durante nueve meses, y lo dio a luz, sin romper el cristal de su virginidad, la noche de Belén. Ella fue sagrario y mansión, donde el Hijo de Dios, con su divinidad, se iba haciendo hombre y redentor. Ella es santa, con la santidad que le regaló en su concepción Jesús desde la cruz. Celebremos, Diario, la Purificación de María, en la que la Iglesia toda es purificada, santificada, divinizada: llamamos a Dios Padre.