7 de enero de 2016. Jueves.
¡UN POZO!
Gozo del agua, en el desierto. F: FotVi |
-Ando por un desierto y
me estoy quedando sin agua, y me veo morir, dijo un camello al cielo. A lo que contestó
el desierto al animal sediento: así ando yo durante siglos y ya me ves, muerto
de dunas y pedregales, y silencios. En el desierto el sol brilla, pero le puede
el frío de la noche y los alacranes que lo visitan al amparo de la hojalata inclemente
y helada de la Luna. Alacranes en el silencio del desierto, cuando el miedo se
hace noche y frío estremecedor. Silencios hechos de escarcha y alacrán. Como el
tiempo que nos ha tocado vivir; tiempo de indefiniciones y guerras sucias, de
barbarie y cinismo, de políticas sin la visión del bien común, crueles, belicosas;
políticas ahogadas en miseria y egoísmos, avaras. Y es que como ya dijera François
Mauriac: «Cada uno somos un desierto». Pero desierto, Diario, que pudiera llegar
a ser bello, «si -como dijera Saint Exupéry- en algún lugar esconde un pozo».
¡Un pozo, insignes perversos (o de buen corazón) jerarcas de la tierra!, clama
el mundo. ¡Un pozo!, y no halla respuesta. El alacrán se pavonea (20:44:03).