lunes, 13 de enero de 2020

12 de enero de 2020. Domingo.
DÍA DE LUZ Y DE AZULES

Luz y azules en el cielo. Murcia. F: FotVi

-Miro el domingo y veo que Dios (el Dios de la sabiduría y la misericordia) anda por su interior, como el secreto de un libro, que se descubre si lo abres y lo lees. Si no abres el domingo –como un libro– no puedes dar con su intimidad y leer –en su interior– cómo Dios se manifiesta a través de las páginas del día. Leer el domingo y dar en él con Dios, es mi devoción. Por otro lado, ha sido un día de luz y de azules; y frío, pero confortable tras los cristales, tras los que leo. Leer tras los cristales en invierno es un pequeño placer, que recomiendo a aquellos que vivan la soledad como ejercicio (casi obligatorio) de su vejez. No es como la mirada de un ser querido; pero, en cierta medida, lo compensa. Y leo, una vez más, a Ortega y Gasset; y lo hago en su ensayo Del imperio romano. Donde, comentando a Cicerón, dice: «Cuando el hombre cree en algo, cuando algo le es incuestionable realidad se hace religioso de ello». Religioso: o atado a ello. Y añade: «Religio no viene, como suele decirse, de religare…, sino de religiosus». Su adjetivo. Que significa: «Escrupuloso»: o el que no se comporta a la ligera, sino cuidadosamente». Y advierte el Diccionario de la Lengua que escrupuloso es el que entra en la duda, en el recelo inquietante sobre si algo es bueno o no desde un punto de vista moral, y ético, añado yo. En el domingo, pues, Diario, me doy a la labor de consolidar aquello en lo que creo y por lo que creo: aquello en lo que soy escrupuloso; o sea: Dios, mis principios y tantas otras cosas (18:47:42).

sábado, 11 de enero de 2020

11 de enero de 2020. Sábado.
SIEMPRE

Pensando, en Liubliana, Eslovaquia. F: FotVi

-«Siempre», amigo y maestro Unamuno. «España, siempre viva», como el carrizo en las dunas, como la tilde en la palabra esdrújula. Es «siempre» un adverbio de resistencia, que puede al tiempo. Vivirá en un paisaje, en una mirada, en el cuaderno escolar de un niño, lugares estos donde habita la verdad sin mezcla de maldad alguna. ¿Recuerdan cuando Azaña dijo: «España ha dejado de ser católica?» Para a continuación, la España histórica, la real y viva, hacer y decir lo contrario. Unos levantaban los puños, otros los cánticos, y, al final, se oyeron más los cánticos que los puños en alto. Nunca digas: «De esta agua no beberé». El adverbio «nunca», con idéntico rango intemporal (o supra-temporal) que el adverbio «siempre». Los adverbios por los que pasa el tiempo sin herirlos ni desgastarlos, Diario, quedando  incólumes, liberados, salvados, «¡siempre!» (18:19:26).

viernes, 10 de enero de 2020

10 de enero de 2020. Viernes.
OSCURA EL ALMA

Emborronada y triste,España. Torre de la Horadada. FotVi

-Un día nublado en invierno es síntoma de frío y desaliño, de igual modo que un día nublado en verano es prólogo de un día agradable y llevadero, con cervecitas y almendras en la terraza. Y los gorriones, sin miedo y saltarines, picoteando a tu lado. Hoy ha amanecido nublado y triste: ¿reflejo de lo que siento en este momento? Tengo oscura el alma, cansada, y un tanto abatida. Con Unamuno digo: «Me duele España». Y con él sigo: «Políticos españoles, / dirigentes provincianos, / esclavos de sus errores, / que nosotros les pagamos». 20 ministerios. ¿Con qué se sufragará ese derroche? Sigo con Unamuno: «Dictatorzuelos pasivos, / conseguidores de esclavos, / pervertidores de “amigos”, / ¡sólo amáis vuestros escaños!». Es una definición cabal de la mayoría de la gente a la que votamos, sin pensar quizá, o tal vez con ira: por fastidiar al otro, por amarrarlo a nuestro odio. También con Unamuno contemplo un pequeño y tembloroso rayo de sol, un mariposa volando este desierto, Diario: «¡España –dice–, a pesar vuestro, siempre viva!» (18:54:58).

jueves, 9 de enero de 2020

9 de enero de 2020. Jueves.
AMOR A LA LIBERTAD

La libertad y las rejas, en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi

-A mis años, todavía conduzco, y de este modo consolido –como un pájaro voraz– mi deseo de libertad. Conduzco por amor a la libertad, con precaución y mirando siempre por los espejos lo que viene de frente y lo que me llega por detrás. No sobrepaso la velocidad establecida y siempre miro al frente, apenas a los lados. Y no fumo, ni hablo por el móvil, y siempre llevo puestas las dos manos sobre el volante. Es decir: la ley y la vejez. Ambas complementándose, animándose a convivir en bella y saludable armonía. Desde que me reconozco –me parece que desde los 6 años–, en todo momento he intentado –intentado, digo– cumplir la ley, no solo para merecer el reino de los cielos, sino para merecerme a mí mismo, y poder así hallar la paz, la del espíritu y la otra, la del conseguir andar sin tener que volver la vista atrás a cada instante. Eso, sí: siempre que la ley se justa, imparcial, objetiva. Con la ley, como llave de lo correcto, voy, con la cabeza alta, vadeando la vida, y mirándola de frente. Aunque alguna que otra vez tenga que bajar los ojos, y llorar con la ley o por la ley. Pues la ley, como decía Cicerón en su Ética a Nicómaco, es la base de toda concordia, y sin la ley, Diario, se viene abajo toda vida en común y democrática, y con la libertad, herida, de por medio (18:45:48).

martes, 7 de enero de 2020

7 de enero de 2020. Martes.
PRINCIPIO DE ETERNIDAD

Nacimiento, visto por una niña. Murcia. F: Fotvi

-Ayer hablaba del amor como fuente de rejuvenecimiento. El amor es vida eterna en este, por otro lado, valle de lágrimas, y limitado. Amo a Dios y amo al libro, y al silencio; al silencio para poder contemplar a Dios y poder leer el libro. Amo a Dios sobre todas las cosas y al libro como ejercicio lector de mis vuelos y emociones. En Dios meto las utopías y en el libro aprendo lo cotidiano, lo que me roza con sus gracias e impertinencias. En Dios está la sabiduría y en el libro, la copia aproximada de esa ciencia o sagrada erudición, en la que me deleito. Amo a Dios y a la tierra donde nace el árbol, que, con el tiempo, será nido de pájaros y libro. Y en el que se enredará el viento, que hace hablar a las esquinas y a la roca; y a la lluvia, que será el origen del mar y sus abisales territorios donde vive la incertidumbre y el caos acuático. Y los espacios; amo los espacios celestes: al trueno y al relámpago, a la estrella y al meteorito, y a la última galaxia con su cohorte de Vías Lácteas y mundos incontables. Amo a la Luz, en la que Dios se expande, y amo su misericordia, y solo temo al odio, donde habita el mal. El amor, pues, Diario, libera y embellece, remediando así arrugas y años, y es principio de eternidad (18:24:26).

lunes, 6 de enero de 2020

6 de enero de 2020. Lunes.
LA NIÑEZ DE LA VEJEZ

Si se ama, siempre queda belleza, aun en la vejez. Murcia. F: FotVi

-Después de santiguarme en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo (con todo respeto: luego también lo he hecho con Melchor, Gaspar y Baltasar), me dispongo a vivir un día más de luz e ilusión. Hermoso. Es la luminiscencia del niño ante el pequeño milagro del juguete que han tenido a bien traerle los Reyes. A un servidor le han traído el juguete de los muchos años, con el del amor. «Estoy mayor –me digo–, pero sigo amando». El que ama esconde los achaques de la vejez, toca con cautela la juventud, y acaricia el juguete tan valioso de la vida. El que ama parece liberarse de las ataduras de la edad, de sus terribles derrumbes. Y le vienen, como amapolas en el trigal, los sueños más sugestivos. El juguete del amor nunca aburre, Diario, ni cansa, ni se hace juguete roto. Es un juguete vitalicio (19:10:47).

domingo, 5 de enero de 2020

4 de enero de 2020. Sábado.
EL OTRO REY DEL CIELO

Cantando la Navidad, el día de Reyes. F: FotVi

-Salió el sol y apareció Sánchez, el otro rey del cielo. Espléndido y verborreico, se ha explayado en sus contradicciones. Ha venido a decir que los sentimientos están por encima de la ley. O sea: el afecto, la perturbación, la tristeza, superan a la ley. Salvo el sentimiento de no pagar a Hacienda, el único que queda bajo el imperio de la ley, todos los demás pueden ciscarse en la Ley. «La Ley es perversa y nos conduce al infierno de tener que cumplirla», dicen Sánchez y sus amigos, los que actúan por imperativo sentimental. El sol se hunde en el ocaso y deja una sensación de desencanto, de frustración, de cansancio.
P.D. La mentira se hizo carne y habitó en un tal Sánchez, diosecillo hecho de barro, de arcilla barata. Compungidos, hemos contemplado su bajeza: bajeza del hijo más funesto del socialismo. Luego, reptando como un ofidio que come tierra y se desliza nauseabundo por ella, agrandó la mentira, y los suyos la recibieron alborozados. Y en ese alborozo está su no muy lejana ruina, la de este tal Sánchez, que, con su mentira y su perversa seducción, derruirá el castillos de naipes en el que se ha encumbrado. Diario, ¡me duele España! (19:17:44).

viernes, 3 de enero de 2020

3 de enero de 2020. Viernes.
UN INFIERNO

Las rejas y la fe, en Murcia. F: FotVi

-El gris, hoy, se ha convertido hacia el mediodía en un sol con capucha invernal y mirada fría de lobo de las nieves. Era una mirada relativamente confortable, de cadencia amistosa. «No nos morderá este lobo», he dicho. Por el contrario, nos calentaba y animaba a salir a pasear: eso, sí, con las manos en los bolsillos y la boca tras la bufanda. Mientras, al alrededor, seguía el ruido de la ciudad y la traición –dicen– de Sánchez. Yo salto de la política, pero me gusta saber, enterarme. ¿Razón? Soy ciudadano que vota y paga sus impuestos, y lo que leo y oigo no es muy tranquilizador. Al contrario, perturba mis oídos y me encoje un poco el corazón. Hay quien se remonta a lo que ocurriera en 1936, y, aunque estamos en Navidad y la euforia de los Reyes nos apresa, he de decir que aquello fue terrible y desolador. Por lo que oí a mis padres, por lo que viví yo, y por todo lo leído y verificado en libros y reportajes, deduzco que aquello fue un infierno. Con muchos demonios y pocas almas blancas e inocentes; podía más la ideología y el odio, que la vecindad y el buen sentido. Cuando oigo lo ocurrido entonces siento escalofríos y miedos, y rezo, y me acojo al cielo para que nos salve y libere de cualquier locura como aquella, en la que la vida y la muerte se confundían. Como dos caras de un mismo individuo. O en cada individuo, Diario, dos caras, a la vez: la del odio y la del miedo, como dos máscaras movidas por la ira, y sin piedad, sin el menor remordimiento (19:22:27).

jueves, 2 de enero de 2020

2 de enero de 2020. Jueves.
GRIS Y FRÍO

Luz que calienta, el año nuevo. San Pedro del Pinatar. F: FotVi

-¡Qué gris y frío amanece el día! Será la resaca de estos otros días de fiesta y jarana. Es, este, sin embargo, día para la reflexión, para el reencuentro, amigable, con uno mismo. Frente a la lumbre, abres los ojos y te ves contigo a tu lado: pensando en el mundo y sus cosas: como el destello de la lumbre, la levedad de la ceniza, el ansia de libertad de la llamas. Todo un mundo de sensaciones, de vértigos, pero también de limitaciones. Es la caricatura de la persona: brillo, futilidad de lo que es ese brillo, luego la brasa, y más tarde la extinción. Y el humo, como soporte de la vanidad. Humo en los ojos, en la boca, que te hace toser. Y la fe, que es la que te libra de tanto gris y tanto pesimismo, de tanto desamor. Un servidor, Diario, pone las manos en la fe y hace que ésta, con las manos, caliente todo su ser, desde el corazón a las palabras, y así poder decir, sin miedo a que se hielen, Feliz año 2020, amigos, y con la alegría del liberado (18:24:20).

miércoles, 1 de enero de 2020

1 de enero de 2020. Miércoles.
UTOPÍA ALCANZADA

Destellos en el agua, en Vilna. Lituania. F: J.Giner

-31 de diciembre de 2019 y primer día de enero de 2020; es decir: un año y un día menos en mi vida. Y, sin embargo, estoy alegre: he dicho ¡aleluya! al despertar y he podido añadir amén a continuación, mientras el sol, como una plegaria de luz, intentaba brotar en el horizonte, parpadeando primero, y luego, espléndido. Un día más en el que he podido leer, rezar, celebrar la Luz, visitar a mi familia (con Candela como maestra de ceremonias), llorar con los que lloran, rogar por los que no son capaces de reír, estar con los desplazados, unirme al silencio de los silenciados… Y respirar: todavía he podido respirar en la Claridad de la Navidad, con Dios que se hace Hombre (esto no parece ser ya noticia de calado), y yo, hombre, que me hago Dios. Él (Dios), Hombre sin ínfulas; y yo (humano), Dios perdonado. Un contrasentido; pero una utopía alcanzada: «le di a la caza alcance», que escribiera San Juan de la Cruz. En este día, Diario, se cumplieron las utopías (18:26:51).

martes, 31 de diciembre de 2019

31 de diciembre de 2019. Martes.
LA CUNETA DEL TIEMPO

Una luz en la noche: el mañana. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Toco una lágrima y es el tiempo (o lapso) que me avisa: «Un año menos», me dice. Y la lágrima se evapora en mi dedo como el año que acaba. El tiempo no existe, es una ilusión del relojero, pero es determinante en la vida, nos han dicho. Vamos caminando hacia el final, acompañados por esto que llamamos tiempo, hasta que un buen día se despide y nos deja tirados en el sepulcro: la cuneta del tiempo. Tirados y sin nada a lo que agarrarnos, ni riqueza, ni prestigio, ni esplendor; y solo (para el creyente) un Dios en lontananza, mirando, echándote una mano, alentando tu vida para encontrarnos en la otra vida, que dicen que no es tiempo, sino eternidad; es decir, otra cosa. Pero, tras este «año menos», el tiempo nos regala un «año más», como regalo imaginario de la «nada» que es el tiempo. Como en la Capilla Sixtina, Dios alarga su dedo, toca el nuestro, y nos regala el año 2020, mientas suenan los pífanos y las trompetas, estallan los cohetes y tratamos de aturdimos a nosotros mismos, para que parezca que la alegría de pasar en el tiempo es entrar ya en la vida eterna, con la que, a pesar del tiempo y de los achaques de la vida, soñamos. Es decir: la vida del hombre, Diario, un sueño: pero «enamorado», que diría el cascarrabias de Quevedo (12:19:26)

lunes, 30 de diciembre de 2019

30 de diciembre de 2019. Lunes.
EL DERECHO A LA VERDAD

Enredo en el jardín, Santiago de la Ribera. F: FotVi

-Había un señor –pero menos– que se reía de su propia sombra, hasta que un día, al ir a saltar, la sombra le puso una zancadilla y cayó de bruces, siendo el hazme reír de su sombra y de los alcahuetes que había a su alrededor. (Era político). La sombra reía a carcajada limpia, sin esconderse; los alcahuetes, por el contrario, tapándose la boca. La sombra, infaliblemente atada al personaje, no tenía nada que perder, los alcahuetes, sí: perderían su oficio (malsano) de tercería interesada. Perderían su escaño en el congreso de la iniquidad. Por esta razón los alcahuetes le reían las gracias y aplaudían sus veleidades que siempre iban en contra de todo aquello por lo que hemos vivido y sufrido, y por lo que seguimos en la ilusión del camino. Este señor –pero menos– era político, mentiroso, enamorado de sí mismo (besaba su imagen en el espejo), y su sombra era la que le hacía ver cuándo se desviaba del sendero, y le advertía. Pero él nunca hizo caso a su sombra, hasta que ésta le puso la zancadilla y entonces cayó en la verdad de su derrota. Este señor, Diario, con sus mentiras, nos anda robando, con otras muchas cosas, «el derecho a la verdad», que diría un sabio (18:37:29).

domingo, 29 de diciembre de 2019

29 de diciembre de 2019. Domingo.
NUESTRA SABIDURÍA

La Bendición, en Belén. Casa Sacerdotal. Murcia. F: FotVi

-Me despierto braceando: he soñado que nadaba en un mar de bendiciones. La bendición es como la gracia, se sabe si se está o no en ella, pero no se puede palpar, solo intuir. Como se intuye la fe, el amor, o el paso de Dios junto a ti cuando le invocas. Se trata, como en El Principito, («lo esencial es invisible a los ojos»: Saint-Exupéry) de saber dónde está lo invisible. O qué es lo invisible. El corazón nos lo puede decir; pues «sólo con el corazón se suele ver bien». La Navidad nos hace felices, porque nos asalta lo invisible y, haciéndonos como niños, creemos lo que no vemos, como donación. El corazón, Diario, nos revela dónde está lo importante: el oro, la bendición (el Nacimiento); y dónde la bisutería, el desecho, la mentira del espejo. El corazón es nuestra sabiduría (18:21:50)

sábado, 28 de diciembre de 2019

28 de diciembre de 2019. Sábado.
INOCENCIA

La espada de Damocles, en Murcia. F: Fotvi

-Y la inocencia –martirizada– se hizo fiesta. La inocencia es blanca, niña, balbuciente, la cruza un ángel, es la defensa de lo niño. En la inocencia, el niño se hace fantasía, asombro, todo halla cabida en su imaginación: como caballos que vuelan como tortugas y tortugas que corren al compás de un pensamiento. Lentamente, meditativa, pero insistiendo. Su imaginación actúa como un libro de agua abierto: es transparente y no cabe en ninguna biblioteca. Y contiene todos los cuentos, aun los de miedo y dragones. En la imaginación del niño andan danzando más ángeles que demonios; pero los demonios están todos –y a veces–detrás del espejo, por esta razón hay que huir de los espejos. Hoy, los creyentes celebramos el día de los Santos Inocentes. Los de entonces y los de ahora; los que mueren con sus padres al intentar cruzar el Mediterráneo, o en campos de trabajo, o en la calle, y sin ir a la escuela. Los inocentes mueren a manos de los tiranos. Pero los tiranos pasan y los inocentes quedan, como en esta ocasión, Diario: fiesta de los Santos Inocentes, y Herodes, en los infiernos. Así acaba toda tiranía (18:03:10).

viernes, 27 de diciembre de 2019

26 de diciembre de 2019. Jueves.
PISAR EN SU LUZ


Pisar el fuego, en Estambul. Turquía. F: FotVi

-Ida la Navidad, me queda su estela. Sobre la que deseo seguir pisando, como en el lagar la uva. Piso en su luz y, bajo mis pies, estalla la claridad, como un géiser encendido, como cuando piso el agua de un charco. Revienta el agua y con ella la alegría, que sube de los pies a la boca, donde se hace la sonrisa. Sonrisa que luego se trasmite de la boca a los ojos y, de estos, a las manos, en las que se expresa, Diario, el saludo y la cercanía: el amor, su obra maestra (12:17:12).

miércoles, 25 de diciembre de 2019

24 de diciembre de 2019. Martes.
CARNET DE IDENTIDAD CELESTE

La cicatriz de Belén, de Bancky, en Belén. Israel. 

-La Navidad viene para trazar puentes y evitar muros. Jesús nació en Belén como puente de la historia: puente entre el antes de él y el después de él. Y puente, además, entre Dios, el invisible, y el hombre caído en la limitación de sus egoísmos. En Jesús, el hombre vio, por fin, el rostro de Dios. O sea, Dios se abaja y el hombre es ascendido. Dios se hace Emmanuel (Dios-con-nosotros) y el hombre, hijo de Dios: con carnet de identidad celeste. Ya no hay muros, sino todo abierto en la tierra y en el cielo: todo hecho horizonte. Ya no hay un Dios de Israel, siempre en guerra con los otros dioses tribales («Porque el Señor ha escogido a Jacob para sí, a Israel para posesión suya». Salmo 135), sino un Dios abierto a todo el que lo quiera acoger en su corazón. Dios no impone, invita. Hoy contemplo una foto hiriente: un Belén construido tras un muro de hormigón y un impacto de obús, en forma de estrella, a su espalda. Es el muro que separa a Belén de Jerusalén y del resto del mundo, como un lugar apestado, en el que sin embargo todavía sigue, en el corazón de los que aman, naciendo Dios. Todavía en Belén andan la ternura y la alegría llamando a la puerta del posadero, que se niega a acogerlas, porque van vestidas de pobreza. Todavía en Belén nace Dios, Niño, indefensa humildad, pequeña luz en la total oscuridad del mundo (17:43:54).

lunes, 23 de diciembre de 2019

23 de diciembre de 2019. Lunes.
LAS CALLES BRILLAN

En Belén, donde nació Jesús.  Israel. F: FotVi

-Con motivo de la Navidad, Eduardo Jordá escribe en ABC: «Las calles brillan. Quizá sea una forma de abrazar la felicidad». Sólo que esas luces, de ordinario, brillan en las calles donde hay más luz, y menos, en las que abunda la pobreza y la escasez. Escasez de pan y escasez de luz. En Navidad hay calles que «brillan» más, y otras que quedan sólo con la luz amarillenta e indigente de la bombilla solitaria que apenas ilumina un desconchón de la fachada donde luce. Yo creo que la Navidad es más para estas últimas, donde hay probablemente menos luz ficticia, y más verdadera «luminosidad» interior, como una iglesia solitaria alumbrada sólo por velas, donde afuera clamaran los lobos y dentro se encendiese el encuentro místico con Dios de los que rezan y contemplan. Hay que bajar a la Navidad menos iluminada del pobre que duerme en la calle y del que va con la mano alargada pidiendo una limosna. Del que bebe vino y huele mal, y que, sin dientes, suplica al que pasa que le dé una moneda, como si se lo pidiera a Dios. O sabiendo que se lo pide a Dios. Sin duda que ahí está la más hermosa y solidaria luz de la Navidad, Diario, la que de verdad y con gran clamor hace que se abrace la auténtica felicidad, la del Niño que llora y recibe el abrazo de su madre María, la otra luz admirable y celeste de la Navidad (18:04:07).

jueves, 19 de diciembre de 2019


19 de diciembre de 2019. Jueves.
NAVIDAD ES AMOR


-En una plegaria humilde y clarividente, Isaías ruega: «Cielos, destilad el rocío; nubes, derramad al Justo». Es una plegaria que le arde en la boca a Isaías. Plegaria que, según San Jerónimo, hace referencia al Mesías, el que había de venir. En labios, pues, de Asías el porvenir es presente. Porvenir, Diario, que yo, rendido, he visto así. Como arriba se indica.
Y lo dicho: Sed felices, si así os parece: sin forzar (13:11:27).


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martes, 17 de diciembre de 2019

17 de diciembre de 2019. Martes.
EXACTITUD


En forma de paloma. Murcia. F: FotVi

-Llamo a la paz y, en forma de paloma, viene a mi casa. Llega como un aleteo de nuevos sueños. Las inquietudes más hermosas, donde florece la justicia, van en esos sueños, que son la abertura por donde escapa mi libertad. Al Espíritu Santo se le representa en forma de paloma que desciende; llega como luz, como palabra, toca las cosas y, en ellas, Diario, se hace belleza y armonía: Exactitud (18:38:06).

lunes, 16 de diciembre de 2019

16 de diciembre de 2019. Lunes.
FRÍO, EN EL ALMA

Apariencia de ceniza, en el cielo. Murcia. F. FotVi

-Hoy nos ha invadido la oscura apariencia de la ceniza. El cielo está encapotado, como si se hubiera puesto una máscara de nubes. Encapotado y triste. El sol, sin embargo, parece querer emerger, como un dios que se resistiera a morir. Pero, al fin, Diario, el sol se rinde y nos deja sin su calor y con frío, en el alma (18:27:30).