1 de enero de 2020. Miércoles.
UTOPÍA ALCANZADA
Destellos en el agua, en Vilna. Lituania. F: J.Giner |
-31 de diciembre de 2019
y primer día de enero de 2020; es decir: un año y un día menos en mi vida. Y, sin
embargo, estoy alegre: he dicho ¡aleluya! al despertar y he podido añadir amén
a continuación, mientras el sol, como una plegaria de luz, intentaba brotar en
el horizonte, parpadeando primero, y luego, espléndido. Un día más en el que he
podido leer, rezar, celebrar la Luz, visitar a mi familia (con Candela como
maestra de ceremonias), llorar con los que lloran, rogar por los que no son
capaces de reír, estar con los desplazados, unirme al silencio de los
silenciados… Y respirar: todavía he podido respirar en la Claridad de la Navidad,
con Dios que se hace Hombre (esto no parece ser ya noticia de calado), y yo,
hombre, que me hago Dios. Él (Dios), Hombre sin ínfulas; y yo (humano), Dios
perdonado. Un contrasentido; pero una utopía alcanzada: «le di a la
caza alcance», que escribiera San Juan de la Cruz. En este día, Diario, se cumplieron las utopías (18:26:51).
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