14 de octubre de
2024. Lunes.
EL HOMBRE BUENO DICE COSAS BUENAS
EL HOMBRE BUENO DICE COSAS BUENAS
La pureza de María, libre de todo mal. Medjugorie. Bosnia. |
-No me gustan las groserías, son un arma de doble filo para quien las pronuncia, hieren su lengua y su corazón, y para aquel contra quien se dicen, al que agravian. Con la grosería, la lengua se torna cieno y el corazón, una bomba de impulsar podredumbre a la inteligencia; la inteligencia, donde surgen y viven las ideas, que luego envuelven las palabras, afeándolas, deformándolas, convirtiéndolas en ofensivas. San Pablo, en su carta a los colosenses, recomienda que el seguidor de Cristo deje «el enojo, la pasión, los insultos, las palabras desagradables». Y es que como añade san Lucas: «El hombre bueno dice cosas buenas, porque en su corazón está el bien; y el malo, cosas malas, porque en su corazón está la maldad». No dejes que una grosería ensucie tu boca, y la convierta, Diario, en arma ofensiva y en insulto; no lo dejes, nunca.