domingo, 31 de marzo de 2024

31 de marzo de 2024. Domingo.
EL ABECEDARIO SE ME HACE ALELUYA

El junco, aleluya de resurrección. Torre de la Horadada. 

-Esta mañana, todo el abecedario, en la boca, se me hace Aleluya. Aleluya mis ojos, que solo miran la belleza; aleluya, mis manos, que se complacen en un saludo universal; aleluya, mis pies, que buscan andar por senderos de justicia. Todo mi ser, sobre todo el corazón, es un aleluya inmenso, torrencial. Todo perece decir aleluya: la luz, el pájaro, el almendro en flor, el bosque, donde vuelan los aleluyas, el mar, con oleaje de aleluyas, y el mismo silencio, que, dice aleluya, aunque no se oiga. Hasta los no creyentes, cuando intentan blasfemar, cantan aleluya. Sin querer. Sin saberlo. Todo tiene Vida en Jesús resucitado. Esta Semana Santa, mensaje de Amor y perdón, se hace aleluya, oleaje de alegría en mi lengua: ¡Aleluya! Con Jesús resucitado, Diario, renace la Vida. 

sábado, 30 de marzo de 2024

30 de marzo de 2024. Sábado.
SILENCIO DE ORFANDAD

Besando el sepulcro de Jesús. Jerusalén, Israel.

-Hoy quedan en silencio –un silencio de orfandad, trágico– la liturgia y la esperanza, también la fe. Todo en estado de espera; como en un adviento de muerte y vida. Jesús habló de que tenía que morir, y ha sucedido, y que al tercer día resucitaría. Él, que tiene palabras de vida, notifica la verdad. Creer en las palabras de Jesús es afianzar nuestra fe, y, como Abrahan, esperar «contra toda esperanza». El fruto de esa fe, fue Isaac, cuando él tenía cien años y muerta la matriz de Sara, su mujer. Creyó en la promesa de Dios y fue padre de muchas naciones. Al tercer día, resucitará, dijo Jesús: lo creo, y espero vivir en esta alegría que reconforta y da nueva vida: que nos hace vivir en la Vida, Diario, y no en la muerte,  perpetua. 

viernes, 29 de marzo de 2024

29 de marzo de 2024. Viernes.
RESPIRANDO SOLO AMOR DE DIOS

Catedral en el barrio obrero de Varsovia. Polonia.

-Hoy, viernes santo, adoramos lo que nos dejó el jueves santo, día que brilla más que el sol. Haya sol o no, Jesús, el crucificado, el sol de justicia, siempre brilla en el pan de la Eucaristía, donde se renueva el misterio de la fe: su muerte y resurrección. El altar se convierte este día en Calvario y en Sepulcro; Calvario donde Jesús expira y Sepulcro, en el que –«sin saber cómo ni cuándo»– el Señor resucita, y deja a la muerte vencida, dominada: el sepulcro vacío. Es lo que proclamamos en la misa: «Este es el misterio de nuestra fe», dice el celebrante, y contesta la asamblea: «Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven, Señor Jesús». De igual modo que hubo un momento en que el pueblo gritó: «¡Crucifícalo!»; ahora, arrepentido, orante, repite una y otra vez: «¡Proclamamos tu resurrección», para, con lágrimas, terminar diciendo: «Ven, Señor Jesús». Como dice san Juan: «Los amó hasta el extremo». Es el signo perenne del Amor de Dios. Escribió San Juan Pablo II: Al detenernos la noche del jueves a adorar el Santísimo Sacramento y a meditar en el misterio de la Última Cena, nos sentimos sumergidos en el océano de Amor que mana del Amor de Dios. Sumergidos, Diario; respirando solo Amor de Dios.

jueves, 28 de marzo de 2024

28 de marzo de 2024. Jueves.
LA ESPIGA DE TRIGO

Pan, que será Cuerpo de Criso. San Blas. La Ribera de san Jacier. Murcia

-La espiga de trigo en el tallo mira al cielo, esperando que la lluvia la riegue y el sol la colme. Con la ayuda del agua y el sol, crecerá llena de grano, repleta de bocados de pan. ¿Serán los granos de esta espiga bocado eucarístico? ¿O bocado de pobre? En ambos casos será pan de Dios, comida sagrada. Dios está en el pan porque calma el hambre de la pobreza y el hambre de Dios. Hoy, jueves santo, es el preludio de la cruz, la obertura de la redención. Dice el teólogo J. Ratzinguer (Benedicto XVI): «La muerte (de Jesús) sin el acto de amor infinito de la Cena sería una muerte vacía.» Y sigue: «Cena y Cruz son, conjuntamente, el único e indivisible origen de la Eucaristía: la Eucaristía no brota de la Cena aislada; brota de esta unidad de Cena y Cruz.» Y añado yo: «De Cena, Cruz y Espiga». Espiga que contendrá el misterio de la Cena y de la Cruz, el misterio del Amor de Dios infinito. La Espiga es resumen, con la Cena y la Cruz, Diario, del misterio del Amor eterno de Dios a la humanidad, en el que se realiza y se da, y se come.

miércoles, 27 de marzo de 2024

27 de marzo de 2024. Miércoles.
EL AMIGO QUE VENDE A SU AMIGO

Días vestidos de lluvia, sin procesiones. Murcia.

-Estos días últimos, ha llovido. Los días, como si vistieran una túnica de nazareno, han esto tristes, nublados. ¿Nos bendecía Dios con la lluvia o, en este caso, nos ha intentado molestar? No han salido procesiones, las del misterio y el negocio, la del Cristo martirizado y las treinta monedas de Judas, el amigo que vende a su amigo y maestro: treinta monedas valía Jesús para el poder establecido, enemigos de Jesús, y para Judas. El poder establecido busca siempre el negocio en Semana Santa, y turismo. El creyente, sin embargo, busca y encuentra fe y esperanza en la celebración de la muerte de Cristo. Su muerte, Diario, es la vida del pecador. Con la sangre de Cristo se lavan y borran –borrón y cuenta nueva– los pecados de la humanidad. 

martes, 26 de marzo de 2024

26 de marzo de 2024. Martes.
HOY EL ACEITE HUELE A DIOS

Cristo, luz siempre encendida. Murcia,

-Hoy Jesús, simbólicamente, es aceite. En muchas catedrales del mundo, los obispos, con el presbiterio –los sacerdotes– consagran los óleos del bautismo, de la consagración sacerdotal –crisma– y de enfermos. El aceite se hace se este modo aliño, aderezo, adorno de la bendición: Dios se sirve del aceite como vehículo de su santificación. En el salmo 44 se le llama «aceite de júbilo» y es que en todos los momentos festivos se perfumaba a los invitados con aceite oloroso. Dios, en el instante festivo de darse a ti, a través del sacramento, se adelanta y te perfuma con aceite balsámico, con aceite de alegría. El salmo 44 dice al rey: «porque has amado la justicia y odiado la impiedad, el Señor tu Dios, te ungido con aceite de júbilo». El aceite perfumado es el gozo de Dios, la fiesta del corazón de Dios con la humanidad. Hoy Dios, en el aceite consagrado, se hace deleite para los que celebran, como camino de salvación, su muerte y resurrección. Hoy el aceite, Diario, huele a Dios: al trébol místico de las tres hojas que es la Trinidad. 

lunes, 25 de marzo de 2024

25 de marzo de 2024. Lunes.
CRISTO SE HACE CRUZ

Celebrando la cruzn salvadora.  Estunia. Iglesia católica. 

-Lunes santo. O lunes arrodillado ante el misterio. Misterio que, además, se hace semana santa. Toda esta semana, hasta el sábado de madrugada, será santa, o misterio de sufrimiento y dolor del Hijo de Dios por amor. Jesús ama y sufre, hasta que rompa con la muerte, venciéndola, y se haga, resurrección, Vida. Resurrección, sin embargo, que exhibirá, tanto en la tierra como en el cielo, las heridas en manos y pies, y el costado. Son el certificado de que ha amado hasta la muerte y una muerte de cruz. Tan terrible esta muerte, que le hizo exclamar como hombre: «¡Padre, que pase de mí este cáliz!» (Mt 26,39). Cristo se hace cruz para, como dice el salmo 117, recapitular en él todas las cosas, la del cielo y las de la tierra, para gloria de Dios Padre. Jesús en la cruz es el punto de encuentro en el que se hallan el amor de Dios y el pecado del ser humano en una reconciliación que dura hasta ahora en el tiempo y para siempre en la eternidad. Lunes santo; lunes, Diario, buscando el amor de Dios en la cruz, que da la santidad. 

domingo, 24 de marzo de 2024

24 de marzo de 2024. Domingo.            
EL SILENCIO DE LA HUMILDAD

La palmera, ascendiendo como una oración. Murcia,

-Después del bullicio de las palmas –¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! –, se recupera el silencio de Dios. Dios es silencio, que habla al silencio de la humildad. Dios no entra en el griterío de la soberbia, sino que se deja sentir allí donde hay callada contemplación. Contemplar es ascender al interior de uno mismo y, desde allí, a la plenitud de Dios. Es encerrarse en uno mismo y, desde ese interior casi oscuro, buscar la verdad, como el que busca con candil. Jesús entra en Jerusalén, ciudad de paz, como Señor de paz, y nos brinda su paz, Diario, la paz que proporciona el sabernos hijos de Dios.

sábado, 23 de marzo de 2024

23 de marzo de 2024. Sábado.
EL BOSQUE EMBELLECE LA BELLEZA

Bosque nevado, Sacopane. Polonia. 

-Anteayer celebramos el día mundial de los bosques, con el mar, pulmones de la tierra. Los bosques, como cualquier ser viviente, respiran y dan oxígeno, para que la vida no se extinga en la tierra. El bosque respira agua de lluvia, y aire azul, y sol filtrado entre las hojas. En el bosque la lluvia se hace oleaje intenso y sonoro, como el del mar. En el mar bullen los peces, como en el bosque las aves. El bosque, en sus hojas, llora la lluvia; el mar, la recibe y la viste de sal, haciéndola inmenso y humilde beso en las playas. La lluvia se hace sonora en el árbol del bosque y en la ola del mar. El bosque embellece la belleza; el mar, la sublima. Y pensar, Diario, que todo surgió de una palabra: «Hágase». Dios pensó la palabra y ésta hizo todo lo demás: creó la vida y su entorno, y, con la vida, el lenguaje: todo habló. 

viernes, 22 de marzo de 2024

22. de marzo de 2024. Viernes.
LAS LÁGRIMAS DE LAS MADRES

Virgen Dolorosa, Salazillo, Murcia.

-Morir en una guerra es lo normal: una tragedia, pero normal; que nuera un niño, sin embargo, es una aberración, un acto inmoral. Es matar la inocencia, sin ningún beneficio. Si en una guerra, cada vez que muere un niño, se hiciera un minuto de silencio, una pausa para el llanto, creo que las guerras durarían más, pero serían más limpias, menos injustas. Con todo, como diría Ernest Hemingwuy –él que vivió tantas guerras –en su obra Adiós a las armas: «Nunca pienses que la guerra, no importa su necesidad o su justificación, no es un crismen.» Toda guerra es un crimen, pero si mueren niños es mucho más; como diría san Juan Pablo II: «Es una derrota para la humanidad». Cuando muere un niño, no hay consuelo para las lágrimas de una madre, y más, Diario, si es por la injusticia cruel, desgarradora, de una guerra. Sequemos las lágrimas de las madres –del mundo– con el triunfo, sin el olor espeso de la guerra, de la paz. 

jueves, 21 de marzo de 2024

21 de marzo de 2024. Jueves.
HOY, EN SAN PEDRO DEL PINATAR, HABRÁ LLUVIA

Valle de las chimeneas, en Goreme, Capadocia. Turquía.

-Hoy, en San Pedro del Pinatar, habrá lluvia. Será una lluvia sosegada, maternal, lírica, sin estridencias. Hoy, en San Pedro, lloverán palabras de paz y amor, como una aspersión. En el Hogar del Pensionista, a las 17:00 horas, se oirán poemas y relatos, para alegría y descanso de la ancianidad, como regalo a su vida de entrega y sacrificio. Será como regar sus almas de palabras, y hacer que crezcan como árboles de bondad, Diario, en un bosque de armonía y afecto, de felicidad. Quedan invitados todos, jóvenes y mayores: habrá lluvia abundante, cada cual recibirá su parte. 

miércoles, 20 de marzo de 2024

21 de marzo de 2024. Jueves.
QUEDARSE EN BLANCO

Inauguración del Seminario de verano, en la Fuensanta. Murcia
 
-Se trata de empezar. El niño, cuando entre risas y los brazos extendidos, da su primer paso, es señal de que dará los siguientes; se  hará persona mayor. Ante una página en blanco, o escribes la primera frase o te puede el blanco: te vence. Y quedarse en blanco es estar en la nada, apagar la mente de cualquier rasgo de lucidez, deslumbrar el pensamiento, hacerlo inservible. Decía Seneca, el filósofo español, que el poder de la mente es invencible; si no se queda en blanco, añado yo. Mi paso hacia la jubilación, se dio en el barrio del Carmen, en la Ribera de San Javier, al quedarme un sábado, en la homilía, con la mente en blanco. Y con la mente vacía, me quedé mirando al vacío. A mí que no se me daba mal el predicar, Dios me habló dejándome sin palabras. Y, sin palabras, no se puede anunciar el mensaje del evangelio. Y pedí, a los 82 años, Diario, mi jubilación, aunque seguí escribiendo. Es decir, llenando de palabras intentando la belleza, páginas en blanco, me dan vida.

martes, 19 de marzo de 2024

19 de marzo de 2024. Martes.
FIESTA DE LA PATERNIDAD

Sagradad familia en el taller de José. F: Internet

-San José, o la fiesta de la paternidad. Una paternidad, la de José, subrogada, de representación. Era, sin serlo, el padre de Jesús.  Para teólogos y escrituritas, Jesús es el Hijo de Dios, y para los ojos humanos, Jesús es el  hijo de José, el carpintero, desposado, según la ley de Moisés, con María. Para los vecinos de Jesús, Jesús era el hijo del carpintero. Y olería a madera y a nido: ese olor característico de los bosques y los huertos frutales. Como el albañil huele a yeso, Jesús olería a árbol, a viruta, a serrín: el alma de la madera, su materia laboral. Jesús olería a trabajo humilde, al servicio de José.  Jesús, seguro, amaría entrañablemente a José. En los evangelios apócrifos Historia de José, 19, se habla del momento de la agonía de José en la que Jesús dice: «Tuve sus manos entre las mías por espacio de una hora.» No caben más ternura y ni más amor. Y, mientras Jesús sostenía las manos de José con las suyas, pienso en sus ojos, en los latidos de su corazón. Los ojos con lágrimas; y el corazón, Diario, agitado de dolor y agradecimiento. José, Diario, consolado por Jesús. 

lunes, 18 de marzo de 2024

18 de marzo de 2024. Lunes.
SIEMPRE HALLARÁS PUENTES

Esoerando la lluvia, en el jardín. San Pedro del Pinatar. 

-Me gustan los domingos, porque son descanso, contemplación, Dios, familia, lectura. Son aquel día del que hablan las Escrituras: Dios, tras la tarea de crear y ordenar el mundo: «El séptimo día descansó.» Pero también disfruto de los lunes: son el primer día de la semana, como una bella amanecida. Dios habla; pero desde el trabajo del ser humano, que concibe, crea, construye. Los lunes son aire nuevo para una vida nueva; el lunes llega como una nube en verano, aliviando el calor. Los lunes empiezo a construir lo que pensé el domingo. Y con suerte, Diario, lo acabaré el viernes. Piensa con fe –Dios no duerme– y siempre hallarás puentes con que llegar a la esperanza. 

domingo, 17 de marzo de 2024

17 de marzo de 2024. Domingo.                               
LA ROSA QUE NACE ENTRE MIS DIENTES

Flor en cruz, en el jardín. Torre de la Horadada. 

-Somos el pueblo de Dios, que nace y crece tras saberse perdonado. En la cruz. Perdón recibido gratuitamente, como el pobre que alarga la mano y recibe una limosna. Es momento de gloriarse en el Señor, que nos ha perdonado. Desde la humildad. De Dios solo recibimos gracia tras gracia, don tras don. Dios es la fuente de vida que llega hasta la eternidad. Este pueblo ha nacido de la cruz, y en la cruz hemos sido juzgados y rescatados. En la cruz se derrama toda la gracia de Dios. En la cruz, «el juicio ha ocurrido ya».  En la cruz Dios ha dicho su última palabra, es «la palabra definitiva, la palabra total de Dios. No hay más que decir. El amor que nace de la cruz, vence al mundo y al pecado. Es la alianza nueva, en la que Dios ha perdonado todos nuestros crímenes, y por la que jamás recordará nuestros pecados. No me queda más que seguir dando gracias el resto de mi vida. Gracias, Diario: o la rosa que nace entre mis dientes. 

sábado, 16 de marzo de 2024

16 de marzo de 2024. Sábado.
UN ROTO MENOS

Monte Athos. Yo, el menos bajito, con el hijo de Antonio. Grecia,

-Hace muy pocos años –menos aún– programaba yo mis viajes desde marzo a junio, y ahí me detenía, porque en junio menguaba el trabajo en la parroquia y podía ser mes para dar comienzo a escapadas veraniegas. Recuerdo que en mi más temprana juventud, con don Emeterio Cuadrado, sus hijos Manolo y Antonio, y Álvaro, su yerno, hacíamos viajes de ensueño: Grecia, Italia, Francia, Yugoslavia, etc. Eran viajes en coche y de andar mucho: visitábamos ciudades, ruinas, otros mares, otras gentes, y, en la noche, tienda de campaña, en campings salvajes. Es decir, en plena naturaleza, en la que nos rodeaban árboles, alimañas, estrellas, miríadas de estrellas. Y los domingos, misa, bajo la bóveda de la inmensa catedral del cielo y sobre una roca como altar. Ahora, sin embargo, no pienso en viajes, sino hasta cuándo Dios mantendrá en uso este artefacto averiado que responde al nombre de Vicente. (Don-Vi, nombre con el que los monaguillos/as de San Pedro del Pinatar se dirigían a mí: nombre, sin embargo, de mi agrado. Nombre que habla de empatía). Ahora no hago planes, sólo pienso si llegaré a junio, y me río. Con Albert Einstein digo: «Cuando era joven descubrí que el dedo gordo siempre acababa haciendo un agujero en el calcetín. Así que dejé de ponerme calcetines.» Ahora vivo gozosamente el día a día, sin pensar en junio. Es decir, libre y feliz. Sin el calcetín de qué haré o dejaré de hacer más adelante. Un roto menos, Diario, y una alegría más. 

viernes, 15 de marzo de 2024

15 de marzo de 2024.Viernes.
BENDICIENDO EL DÍA CON EL SOL

Con el nacer del sol, digo Dios, y todo es Luz. Murcia

-Si me levanto de la cama y lo primero que digo es «¡oh Dios!», estoy bendiciendo el día con el sol y todas las peripecias de mi vida. O sus circunstancias, que diría Ortega. La palabra en sí no es más palabra que otra, pero dicha con el corazón en la boca, y todo el ser en reverencia, es plegaria: palabra que alza el espíritu, como incienso, hasta dar en el blanco del misterio, en la diana de la trascendencia. Hasta dar con Dios. Y es que como dice San Juan de la Cruz: «La oración es el mejor medio de comunicación con Dios.» La oración es el teléfono íntimo del alma para sintonizar con Dios. A cualquier hora que llame, encontraré a Dios al habla. Y lo hallaré, amando. Es la esencia de Dios, el Amor. Dios, sin amor, no sería Dios. Dios es Dios, Diario, en el Amor. 

miércoles, 13 de marzo de 2024

13 de marzo de 2024. Miércoles.
PERFECCIÓN, BELLEZA

Iglesia católica en Estambul. Turquía.

-Después de un atentado quedan el dolor, la duda –¿por qué?–, el asombro, la indignación, el llanto –no importa que te vean–, una cierta desesperación, y, para el creyente, la plegaria. Plegaria que, mientras el fallecido vuelve a la tierra, de donde vino, la oración sube al cielo, y se instala en la piedad de Dios, donde todo es amor, dádiva. O Dios con el ser humano en la vida terrenal y en la del cielo; en la vida terrenal como aliciente, como esperanza, como brazo que sostiene en los momentos difíciles, y en el cielo, como plenitud, totalidad, en el que se vive definitivamente la filiación divina, el ser hijo. En el cielo, pues, nos hacemos perfección, belleza, paz, eternidad, partícipes de la vida de Dios,  y comunión con Él, Diario, en el Amor. 

martes, 12 de marzo de 2024

12 de marzo de 2024. Martes
VEINTE AÑOS

Hace 20 años, tragedia en Madrid. F: Prensa.

-A las 11:37 del 11 de marzo de 2004 Madrid y España quedaban en silencio, con los ojos anegados en lágrimas y el corazón herido. Toda España (y Europa) se vieron envueltas en una sombra, terrible, de dolor. 193 muertos y más de 2000 heridos en la estación de Atocha, Madrid: el atentado terrorista más trágico y devastador de la historia de España. La paz se vio colmada de sangre en una estación de tren en Madrid. Me alivió pensar que en aquella masacre estaba Jesús crucificado, una vez más, a causa del dolor. Hay gentes que se ahogan en odio. Me pregunto cómo podrán vivir odiando, sin esperanza, sin amor. Vivir odiando, es ir cayendo en un abismo de vileza y horror, de angustia y desesperación. Nunca odies, Diario, acabarás odiándote a ti mismo y desgarrando la belleza que Dios pensó solo para ti; belleza que, por el odio, convertirás en fealdad. 

lunes, 11 de marzo de 2024

11 de marzo de 2024. Lunes.
LA VELA DE LA ORACIÓN

Amanece el sol, como una benición. Murcia.

-Amanece el día con cara de pan, bien horneado y sabroso. Redondo y crujiente, para morderlo con deleite y un café cortado riente en la mano. Este amanecer me recuerda la frase de ayer en el evangelio: «En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.»  La luminosidad, en el brillo de los ojos, refleja la luz del corazón. Hay un aforismo que dice: «Enciende una vela en vez de maldecir la oscuridad.» En la mañana, hago la señal de la cruz con el sol y luego, al sol que permanece en mi mano, le doy un beso; y si no hay sol, enciendo la vela de la oración: vela, Diario, con la que no quedo a oscuras, en tinieblas, y con la que puedo caminar.