9 de diciembre de 2015. Miércoles.
SUCIEDAD
SUSPENDIDA
Cielos nuevos, sobre Gran Canaria. Año 2012. F: FotVi |
-En las grandes, enormes
ciudades (Madrid, Londres, Pekín…), ya no hay cielo, sólo suciedad suspendida,
desierto volátil. El dios de la técnica y el progreso las ha envenenado. En vez
de pájaros, hay partículas malignas que sofocan la vida; y ni siquiera lagartos
voladores hay, sino CO2, o dióxido de carbono, el nuevo maná del efecto
invernadero. Y la insólita tosquedad del bozal en la boca de los transeúntes,
para filtrar el aire, que circula herido de moléculas de muerte. En vez de navidades
blancas, cielos ocres, ciudades «leonadas», que diría el poeta; y sin belenes,
que podrían llovernos de paz, y contagiarnos de inocencia, y darle ocasión a la
alegría a que nos alegrara el corazón, tan desgarrado y triste, tan huérfano de
cielo. El Belén, Diario, y descontaminar así lo contaminado (20:11:50).
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