21 de julio de 2016. Jueves.
Y
ASÍ ANOCHECE
Escrito en el agua, en Salinas de San Pedro del Pinatar. F: FotVi |
-Se acentúa la ola de calor, en determinada
provincias. Aquí, en la costa, de momento, sigue pasando de largo, como una ola
normal en el mar. Sin embargo, el gorrión y el mirlo callan; en las ramas de
los árboles no hay versos ni endechas. No hay poesía en los árboles. En el
cielo, polvo africano, como una paletada de blanco echada por un pintor anónimo
sobre el cielo del sureste. Caen unas gotas y revientan barro en la arena de la
playa, o plomo, tan pesadas son. Tan pesadas como la política, que anda de mala
manera y dando coces a un lado y a otro de la historia. En la próxima década,
nos encontraremos con una historia rota, mutilada, inservible. La historia,
está visto, apenas nos enseña nada. Sólo que en una época determinada vivieron
personas que sufrieron, amaron, odiaron, hicieron guerras, soñaron -fueron
poetas o constructores, artistas de la piedra o de la palabra-, y quedaron,
como recuerdo, los que forjaron las guerras y las ganaron, a los que las
perdieron se los traga el olvido, como una camaleón se traga un insecto, de
golpe. Y así anochece. La historia es un anochecer de cosas, hasta de sueños. Decía
Aristóteles que la historia cuenta lo que ha sucedido, la poesía lo que debía
suceder. La poesía sueña, y la historia mata, Diario, para poderlo contar luego.
Es ley de vida, o ley de muerte (17:53:049.
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