19 de febrero de
2024. Lunes.
AMO A DIOS, CON TEMOR
AMO A DIOS, CON TEMOR
Mirándonos, sin miedo. Torre d ela Horadada. |
-Yo amo a Dios con temor: el temor de poderlo perder. Siempre ando en ese doble filo del amor. Tengo amor, ¿pero y si lo pierdo? Sirvo a Dios, ¿pero y si en realidad con mis actos me estoy sirviendo a mí mismo? ¿O tener el servicio a Dios como tapadera de mi propio servicio? ¿Doy una limosna por amor al prójimo –Dios se halla al fondo– o solo por amor a mí, que doy la limosna por parecer bueno y así tener asegurado el reino de los cielos? Solo que de inmediato reacciono y digo: «Si tengo miedo de perder a Dios, es que lo amo». Y me consuelo. Entre el temor y el amor a Dios, a final siempre queda el amor, reverdecido y vigilante, ennoblecido. El mismo Jesús, en el monte Sinaí, antes del prendimiento, siente temor. Cuenta Lucas en su evangelio que Jesús «estaba en tal agonía de espíritu –miedo– y su sudor caía a tierra como grandes gotas de sangre». Pero fortalecido, se levantó y se dispuso a vivir la pasión, se entregó a la cruz por amor. A veces, el temor a Dios. Diario, es remedio contra la vanidad por la fe, que es un don.
Porqué temer? viviendo según nos enseñó no hay porque tener miedo.. Un abrazo
ResponderEliminarTemor a perderlo, no siempre estamos en su sintonía, Un abrazo.
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