8 de enero de 2016. Viernes.
EL COPYRIGHT
No rompáis mi belleza, en el jardín. F: FotVi |
-Al igual que el
escritor o el artista, o el George Lucas de turno, vamos a tener que hacer
valer los creyentes el copyright (o derecho de copia) de nuestras cosas. Nos
roban cosas -Bautismo, Primera Comunión, Reyes Magos, Procesiones…, y con
burla, además- y a lo sumo ponemos el grito en el cielo, pero sin hacer valer el
copyright o derechos morales y patrimoniales de todo autor que se precie a que
se respete la autoría de su obra. Nos roban el título, pero desvirtuando el
texto. Y todo acompañado de sapos y culebras; es decir, de odio. Signos del
sacramento son el agua, el aceite, el pan, el vino, las carencias humanas (el
pecado), y aun los cuerpos que se dan al amor. Como se ve, todo fundamento, raíz;
algo así como el Bosón de Higgs en la existencia de masa en las partículas
elementales. Si al sacramento lo despojas de todo esto, queda en cruda farsa, en
broma sin gusto, disgustada. Bautizar sin Bautismo (sin agua y sin palabras
evangélicas) es como intentar leer a Shakespeare en el Libro Rojo de Mao. Mao se moriría de risa y Shakespeare de melancolía,
y sólo quedaría la burla, o la dolencia de la mentira. Cabalgata de Reyes, o
carnaval en Río. Se trata de destruir la estrella de la ilusión, de borrar con
tinta negra de ideología el frágil cielo de cristal de la inocencia, de
reescribir obscenamente la Historia. Los niños, preguntándose: ¿Y Melchor, y
Gaspar, y Baltasar? Y el laicismo obtuso y pavoroso, muriéndose de risa, con
baba. Pedir el copyright, Diario, es un derecho fundamental, y también laico (20:44:25).