14 de noviembre de 2019. Jueves.
SILENCIO SONORO
La entraña de la cala, en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi |
-Me arranco de la cabeza
todo este galimatías de la política y llamo a las palomas para que vuelen y
zureen en mí, y me traigan las paz y la serenidad que intentan arrebatarme todos
estos lobos del oportunismo y la mentira. Muerden tan hondo, que causan daños. Me
recluyo, pues, en las palabras, en su intimidad más entrañable, y digo con el
salmista: «En la mañana, Señor, hazme escuchar tu gracia». ¿Cómo sonarán, me
digo, la claridad, los destellos de la gracia? ¿O es un sonido que solo percibe
el alma, su pureza, su sobria pulcritud? Esta mañana, cuando rezaba
Laudes, me he dicho: «Voy a ver si oigo el rumor de la gracia, su discreta
presencia que solo en el gran silencio que sigue a la estela de Dios se escucha».
Con Elías, Diario, me gustaría oír, según dice el libro de los Reyes, «el hilo
de silencio sonoro que era el paso del Señor». O su espíritu, la entraña del silencio
(17:39:52).