29 de octubre de 2019. Martes.
EL LIBRO OLVIDADO
Naciendo de la nada, en el arenal. F: FotVi |
-Parafraseando a Michel
E. Montaigne, humanista, diré que las palabras son mitad de quien las escribe y
mitad de quien las lee. Es como pasar la luz de una boca a otra, en una
comunión de destellos. O morder una manzana por dos bocas a la vez, ambas comen
de la misma manzana, pero con un trozo distinto. Aunque de un mismo sabor. Es lo que ocurre con la lectura: yo escribo,
tú muerdes –lees– y el sabor es el mismo o parecido. Tú saboreas conmigo, lo
que yo he escrito. Escribir es un modo de hablar en silencio. Decía Jorge Luis Borges que: «Una biblioteca es una especie de
caverna mágica llena de difuntos. Y pueden ser devueltos a la vida cuando
abrimos sus páginas». Leer para darle vida al libro, cuando abrimos sus páginas:
o el milagro de la resurrección –aleluya– del libro olvidado, con el polvo del tiempo en su lomo y la carcoma mordiéndolo, hasta que llegas tú, lo abres, lees, y los salvas (19:00:24).
No hay comentarios:
Publicar un comentario