26 de abril de 2024. Viernes.
UN BOSQUE DE COLUMNAS GÓTICAS
UN BOSQUE DE COLUMNAS GÓTICAS
Obra del ser humano, queriendo tocar el cielo. Murcia. |
-Se vislumbra el fin de semana como algo precioso –un bosque de columnas góticas– que haya detrás de la vidriera del viernes. En una mente desocupada y lírica, el fin de semana es el lugar delicioso donde florecen las hortensias y los almendros en flor, y renace a una vida nueva. En las redes sociales, sus habitantes el viernes se suelen desear un feliz fin de semana, con luz venturosa en los ojos. Es como si llegaran al paraíso de las fuentes que manan leche y miel. Para los soñadores, el fin de semana es todo cielo, del que se vuelve al infierno del lunes. No se ama el trabajo, la creatividad, el conseguir la obra perfecta. Yo, cuando contemplo las grandes obras de la humanidad –el Partenón, los templos egipcios, la Alhambra de Granada, las grandes catedrales, la capilla Sixtina…–admiro el tiempo empleado en pensarlas y realizarlas, hasta tener la tarea acabada, y saber que es una obra para recreo de los siglos futuros, regocijo de sus autores y orgullo de lo humano, que es capaz de tales maravillas. Doy gracias a Dios, Diario, por cada día de la semana y por cada uno de sus segundos, los que he vivido, tratando de dejar algo de mí en cada uno de esos instantes, tan valiosos y tan queridos, como sacerdote y como escritor de poemas, que, sin proponérmelo, lo dicen todo, o tal vez nada, pero que existen conmigo, y me han hecho vivir, con la felicidad de ser creador de sueños, imposibles a veces; pero sueños siempre: o hermosas utopías.