17 de octubre de 2024. Jueves.
UN LIBRO ANTIGUO, SU AROMA
UN LIBRO ANTIGUO, SU AROMA
-Abro un libro antiguo y
me maravilla su aroma: huele a libro auténtico: me recreo en su olor y pienso
que son «efluvios del tiempo». El olor
del tiempo en un libro es una suave fragancia a años de estantería y silencio,
con su belleza callada y un interior húmedo y, a veces, carcomido por los
insectos, que huelen el papel y gustan el árbol de lo que están hechos. Los
libros antiguos tienen alma y sienten la ternura de quien los abre con hambre
de saber y los que lo hacen con desgana y desprecio. El libro antiguo renace en
quien lo lee con atención y amor, con respeto. Un buen libro es el ángel de la
guarda que aconseja y guía, el bastón que alivia la caída o ayuda a dar el paso
decisivo. «La lectura es esencial para hacer ciudadanos libres», he oído decir
al Rey. Ciudadanos libres, Diario, como los peces en el mar o las aves en el
cielo, con la única frontera de la libertad del otro.