3 de octubre de
2017. Martes.
MENTIRA
POLÍTICA
El fanático, en sociedad. Mingote. ABC |
-Esta moneda tenía cuatro
caras (Rajoy, Sánchez, Rivera y Puigdemont) y una sola cruz: la mentira política.
Con el tiempo me he dado cuenta de que todo era una moneda falsa y la he
arrojado al sumidero del olvido. El olvido, o ese lugar del que, como del
infierno de Dante, nunca se vuelve. Es como una piedra lanzada a un pozo y que solo
deja un pequeño chasquido a lo lejos, ahogándose en la lejanía. Olvidaré que he
vivido en una sociedad donde solo se admite lo políticamente correcto, y, si no
entras en su círculo cerrado y asfixiante, caes en un ostracismo intelectual y
social cruel, hasta la muerte. Me siento
herido y engañado, y como en el mito de Sísifo, veo que la roca siempre vuelve al
mismo lugar de donde partió, despeñándose hasta el pie de la montaña, donde,
después del ruido, mata. Estoy con Camus, y pienso en el esfuerzo inútil y absurdo
que supone intentar construir una España distinta, moderna, feliz, liberada, porque
siempre se viene abajo o por la insensatez y el egoísmo de unos o por la ingenuidad
y la vacilación de otros. Ya sé que vacilar, es estar en el alambre, y sobre un
abismo que te llama, que te intenta absorber. Pero hay que sacar fuerzas de
flaqueza y ambicionar -pisando como el que palpa, como el tigre antes del asalto
a su presa- cruzar ese cable y pasar al lado seguro: el de la ley y la
justicia. Yo tengo mis dudas de que esto, Diario, vaya a ser así; pero pongo en
mis labios un suspiro de esperanza -una oración-, por si el suspiro se
convierte en una realidad distinta, en una España en paz y unida, o por lo
menos no desarticulada, con un miembro por aquí y otro -la cabeza- por allí, perdido,
y en confusión todo, como un cementerio de esqueletos encabritados y llorosos,
si es que los ojos vacíos lloran (11:08:01).
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