30 de marzo de 2025. Domingo.
DIOS ESPERA
Dios espera siempre, con un abrazo. FotVi. |
-Abre la luz y se hace el día, amplio, como un gran abrazo, y sonrisa incluida. Un día lleno de sol y palomas, y de hermosos silencios. Sólo veo una nube tremenda, el terremoto en Birmania, que ha destruido vidas y haciendas. Y rezo por los vivos y por los muertos, me uno a sus lamentos. Llora, dice un proverbio, quien ama.
Hoy, cuarto domingo de cuaresma, el evangelio que se
proclama en la misa, habla de un padre que espera y un hijo que derrocha la
herencia del padre. Parábola en la que se expone la espera del padre y, ante el
hambre y la miseria, la decisión del hijo de volver a casa.
Y vuelve; el hijo, que aguarda una reprimenda, se encuentra con un abrazo, y es que, el amor de nuesro Padre Dios desafía todas las incomprensiones y desaires, y da calor y perdón a cualquier fechoría del hijo.
Así es nuestro padre Dios, que, en la oración espera a que tú, tras darse todo él amor, le digas: «Padre, te amo». Como el hortelano la lluvia, Dios espera la conversión de sus hijos.
San Lucas pone en boca de Jesús, Diario, esta bella noticia: «Hay más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento». Así es Dios.
Y vuelve; el hijo, que aguarda una reprimenda, se encuentra con un abrazo, y es que, el amor de nuesro Padre Dios desafía todas las incomprensiones y desaires, y da calor y perdón a cualquier fechoría del hijo.
Así es nuestro padre Dios, que, en la oración espera a que tú, tras darse todo él amor, le digas: «Padre, te amo». Como el hortelano la lluvia, Dios espera la conversión de sus hijos.
San Lucas pone en boca de Jesús, Diario, esta bella noticia: «Hay más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento». Así es Dios.
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