10 de noviembre de 2021. Miércoles.
LAS PLANTAS RECITAN
LAS PLANTAS RECITAN
-Si el sol canta, las plantas recitan, aun en otoño. (Ejemplo: el rosal
en el jardín, con sus flores anhelantes, diciéndose). El sol esta mañana está
cantando su canción quebradiza, y las plantas la repiten, con gozo de humildad musitada.
El otoño tiene estas músicas, casi de gregoriano monástico, que las plantas
hacen celebración. Y la hacen –ritual litúrgico– dando su olor y color, como
una incensación laica. Halagando la luz, de vidrio, del otoño. Hay quien dice
que Dios inventó el otoño para hacer dos primaveras: la primavera esmeralda –verde–;
y la primavera dorada –otoño–; o Dios
pintando la variedad –libertad– como un pintor impresionista, imprevisible, admirablemente
personal. Decía Juan Ortiz, periodista, que el otoño es el juez de las hojas.
Yo diría que es el rey Midas de las hojas: las arranca del árbol y las deja
caer para que se conviertan en oro; oro, sin embargo, humilde, que, para
hablar, se deja pisar. Hay quien asegura que el crujir de las hojas, al ser pisadas,
es el llanto del mundo, de lo más pobre, donde Dios habita, consagrándose,
haciéndose humanidad crucificada, eucaristía terrenal y sumisa de amor. Sol y
plantas, Diario, que salmodian a Dios; salmodia –alabanza–, a la que –si me lo
permitís, amigos– yo me uno, como una hoja más del otoño en el suelo, custodia
de sumisión y regalo, de libertad, con música (12:01:41)