viernes, 29 de octubre de 2021


29
de octubre de 2021. Viernes.
PALABRAS, AMADAS

Todo es leguaje, habla el cielo, el ser humano, Dios. F: FotVi

-Cuando escribo, suelo cuidar las palabras, pues hablan, tal vez sin pretenderlo, de mi interior: desnudan mi alma –con frío, a veces– sobre el papel en el que se escriben. Las palabras que dices son el aliento que expeles, en el que se mezclan sonido e intimidad, entraña y conciencia. En las palabras, aunque no quieras, te dices, te expones, te haces sílaba expresiva, que refiere, que narra. Si escribes odio, no trates de herirlo odiándolo, sino sálvalo con un poco de amor –elevación – y sin armas arrojadizas en las manos. No digas: «Mata al odio»; di mejor: «Salva al que odia». Y, si el que odia se hace amor, habrás roto, agrietado, resquebrajado el odio, y salvado al que aborrece, y al aborrecido. El odio no vive en sí, ni por sí, sino en el corazón de quien odia; esta es la razón por la que dice San Juan: «El que odia…, no sabe adónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos». El odio ciega; el amor abre ojos, restaña heridas, permite ser libre e instaurar el evangelio –la Palabra– allí donde se posa. Yo, Diario, al escribir, elijo –con devoción– las palabras, para que nunca puedan decir mal de mí; las palabras, que todo lo dicen, callan en sus silencios, hasta el momento en que alguien las pronuncia –o las escribe–, amándolas (13:25:00)

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