domingo, 17 de marzo de 2024

17 de marzo de 2024. Domingo.                               
LA ROSA QUE NACE ENTRE MIS DIENTES

Flor en cruz, en el jardín. Torre de la Horadada. 

-Somos el pueblo de Dios, que nace y crece tras saberse perdonado. En la cruz. Perdón recibido gratuitamente, como el pobre que alarga la mano y recibe una limosna. Es momento de gloriarse en el Señor, que nos ha perdonado. Desde la humildad. De Dios solo recibimos gracia tras gracia, don tras don. Dios es la fuente de vida que llega hasta la eternidad. Este pueblo ha nacido de la cruz, y en la cruz hemos sido juzgados y rescatados. En la cruz se derrama toda la gracia de Dios. En la cruz, «el juicio ha ocurrido ya».  En la cruz Dios ha dicho su última palabra, es «la palabra definitiva, la palabra total de Dios. No hay más que decir. El amor que nace de la cruz, vence al mundo y al pecado. Es la alianza nueva, en la que Dios ha perdonado todos nuestros crímenes, y por la que jamás recordará nuestros pecados. No me queda más que seguir dando gracias el resto de mi vida. Gracias, Diario: o la rosa que nace entre mis dientes. 

sábado, 16 de marzo de 2024

16 de marzo de 2024. Sábado.
UN ROTO MENOS

Monte Athos. Yo, el menos bajito, con el hijo de Antonio. Grecia,

-Hace muy pocos años –menos aún– programaba yo mis viajes desde marzo a junio, y ahí me detenía, porque en junio menguaba el trabajo en la parroquia y podía ser mes para dar comienzo a escapadas veraniegas. Recuerdo que en mi más temprana juventud, con don Emeterio Cuadrado, sus hijos Manolo y Antonio, y Álvaro, su yerno, hacíamos viajes de ensueño: Grecia, Italia, Francia, Yugoslavia, etc. Eran viajes en coche y de andar mucho: visitábamos ciudades, ruinas, otros mares, otras gentes, y, en la noche, tienda de campaña, en campings salvajes. Es decir, en plena naturaleza, en la que nos rodeaban árboles, alimañas, estrellas, miríadas de estrellas. Y los domingos, misa, bajo la bóveda de la inmensa catedral del cielo y sobre una roca como altar. Ahora, sin embargo, no pienso en viajes, sino hasta cuándo Dios mantendrá en uso este artefacto averiado que responde al nombre de Vicente. (Don-Vi, nombre con el que los monaguillos/as de San Pedro del Pinatar se dirigían a mí: nombre, sin embargo, de mi agrado. Nombre que habla de empatía). Ahora no hago planes, sólo pienso si llegaré a junio, y me río. Con Albert Einstein digo: «Cuando era joven descubrí que el dedo gordo siempre acababa haciendo un agujero en el calcetín. Así que dejé de ponerme calcetines.» Ahora vivo gozosamente el día a día, sin pensar en junio. Es decir, libre y feliz. Sin el calcetín de qué haré o dejaré de hacer más adelante. Un roto menos, Diario, y una alegría más. 

viernes, 15 de marzo de 2024

15 de marzo de 2024.Viernes.
BENDICIENDO EL DÍA CON EL SOL

Con el nacer del sol, digo Dios, y todo es Luz. Murcia

-Si me levanto de la cama y lo primero que digo es «¡oh Dios!», estoy bendiciendo el día con el sol y todas las peripecias de mi vida. O sus circunstancias, que diría Ortega. La palabra en sí no es más palabra que otra, pero dicha con el corazón en la boca, y todo el ser en reverencia, es plegaria: palabra que alza el espíritu, como incienso, hasta dar en el blanco del misterio, en la diana de la trascendencia. Hasta dar con Dios. Y es que como dice San Juan de la Cruz: «La oración es el mejor medio de comunicación con Dios.» La oración es el teléfono íntimo del alma para sintonizar con Dios. A cualquier hora que llame, encontraré a Dios al habla. Y lo hallaré, amando. Es la esencia de Dios, el Amor. Dios, sin amor, no sería Dios. Dios es Dios, Diario, en el Amor. 

miércoles, 13 de marzo de 2024

13 de marzo de 2024. Miércoles.
PERFECCIÓN, BELLEZA

Iglesia católica en Estambul. Turquía.

-Después de un atentado quedan el dolor, la duda –¿por qué?–, el asombro, la indignación, el llanto –no importa que te vean–, una cierta desesperación, y, para el creyente, la plegaria. Plegaria que, mientras el fallecido vuelve a la tierra, de donde vino, la oración sube al cielo, y se instala en la piedad de Dios, donde todo es amor, dádiva. O Dios con el ser humano en la vida terrenal y en la del cielo; en la vida terrenal como aliciente, como esperanza, como brazo que sostiene en los momentos difíciles, y en el cielo, como plenitud, totalidad, en el que se vive definitivamente la filiación divina, el ser hijo. En el cielo, pues, nos hacemos perfección, belleza, paz, eternidad, partícipes de la vida de Dios,  y comunión con Él, Diario, en el Amor. 

martes, 12 de marzo de 2024

12 de marzo de 2024. Martes
VEINTE AÑOS

Hace 20 años, tragedia en Madrid. F: Prensa.

-A las 11:37 del 11 de marzo de 2004 Madrid y España quedaban en silencio, con los ojos anegados en lágrimas y el corazón herido. Toda España (y Europa) se vieron envueltas en una sombra, terrible, de dolor. 193 muertos y más de 2000 heridos en la estación de Atocha, Madrid: el atentado terrorista más trágico y devastador de la historia de España. La paz se vio colmada de sangre en una estación de tren en Madrid. Me alivió pensar que en aquella masacre estaba Jesús crucificado, una vez más, a causa del dolor. Hay gentes que se ahogan en odio. Me pregunto cómo podrán vivir odiando, sin esperanza, sin amor. Vivir odiando, es ir cayendo en un abismo de vileza y horror, de angustia y desesperación. Nunca odies, Diario, acabarás odiándote a ti mismo y desgarrando la belleza que Dios pensó solo para ti; belleza que, por el odio, convertirás en fealdad. 

lunes, 11 de marzo de 2024

11 de marzo de 2024. Lunes.
LA VELA DE LA ORACIÓN

Amanece el sol, como una benición. Murcia.

-Amanece el día con cara de pan, bien horneado y sabroso. Redondo y crujiente, para morderlo con deleite y un café cortado riente en la mano. Este amanecer me recuerda la frase de ayer en el evangelio: «En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.»  La luminosidad, en el brillo de los ojos, refleja la luz del corazón. Hay un aforismo que dice: «Enciende una vela en vez de maldecir la oscuridad.» En la mañana, hago la señal de la cruz con el sol y luego, al sol que permanece en mi mano, le doy un beso; y si no hay sol, enciendo la vela de la oración: vela, Diario, con la que no quedo a oscuras, en tinieblas, y con la que puedo caminar. 

domingo, 10 de marzo de 2024

10 de marzo de 2024. Domingo.
VUELO DE PALOMAS EN LAS MANOS

La Eucaristía, pan del cielo. Monte Tabor. Israel.

-Cada domingo, haga calor o frío, llueva o silbe el viento, el cristiano celebra la Eucaristía, en la que recuerda el misterio de amor que en el vino y el pan se hace consagración, ofrenda; es decir, cruz y resurrección. La Eucaristía es sangre, dolor, clavos, muerte, lamentos, soledad, sed, la Madre Dolorosa, y aleluya: o regreso a la vida. En Jesús, regreso a una vida gloriosa, salpicada de encuentros festivos y liberadores, como el que recibieron los discípulos que se habían encerrado «por miedo a los judíos». En la misa, todo se hace amistad: en las miradas, en los gestos, en las palabras. «Daos fraternalmente la paz», y, tras las miradas risueñas, chocamos las manos, en las que se da un pedazo de corazón. El corazón en tus manos y en las de aquel a quien se lo ofreces, generosamente, comunicándole tu paz y recibiendo la que el otro te da. Hermoso intercambio, Diario, como un vuelo de palomas en las manos y en los ojos, donde ríen lágrimas de amor.

sábado, 9 de marzo de 2024

9 de marzo de 2024. Sábado.
SIN PRINCIPIOS

La araña y su tela de engaño. Alicante

-Hoy se puede decir aquello que escribiera Valle Inclán en su novela Luces de Bohemia: «En España el mérito no se premia. Se premia el robar y ser sinvergüenza. En España se premia todo lo malo» Y más si eres político o tienes roce con el buró político del momento. Es decir, Sánchez y su cohorte, y Puigdemont y toda la procacidad que le sigue. La ley de amnistía es una aberración obscena a favor del que la promulga y del que recibe el favor. Los dos se benefician. Sánchez, por conservar el poder, vende lo que es no es suyo; y el otro recibe la paga –el perdón de todas su fechorías– por darle la vara de mando al Sin Principios. Ambos pringados, como diría Valle Inclán, por la desvergüenza y los desmanes de uno y otro. Ambos, en la misma ciénaga; ambos hediondos, fétidos, podridos. Judas vendió a Jesús por treinta monedas; Sánchez vende lo que no es suyo –nos vende–, Diario, por siete míseros votos. ¡Oh Dios, que lluevan ¡ya! las nubes tu justicia! 

viernes, 8 de marzo de 2024

8 de marzo de 2024. Viernes.
LUCES Y SOMBRAS

Sombras en la ciudad, y luz. Murcia.

-Amo la luz, pero no puedo mirar al sol, me cegaría. Un candil ilumina menos, y puedo mirar su luz, pero no calienta, y deja sombras que se cierran tras el paso del candil. Y las sombras siempre son una amenaza. Sin embargo, decía León Tolstoi en su obra Ana Karenina que la diversidad, la hermosura, el encanto de la vida se compone de luces y sombras. Sin sombras nunca sabríamos la belleza de la luz. Sin la sombra de la culpa, Diario, jamás valoraríamos el consuelo y la alegría de la gracia, que Dios regala. 

jueves, 7 de marzo de 2024

7 de marzo de 2024.Jueves.
ALENTANDO Y DANDO VIDA

Llena de sol, alimentándose. Murcia.

-Ayer salió el sol y con su escoba de calor ha barrido el frío, que esta mañana era más intenso. Yo dije: «Gracias», y él siguió su camino calentando, con su sonrisa, el ambiente. Y es el caso que el sol calienta a todos, sin distinciones. Lo mismo a los malos que a los que lo son menos. El mundo se desmorona poco a poco, como esos edificios que se vienen abajo a trozos, un alero hoy y una chimenea mañana, hasta que hace crac –¡ahora me caigo!– todo el edificio. Y no nos queremos dar cuenta. Las guerras –en Ucrania, Gaza, África: cientos de miles caídos–, el aborto –98,316 en 2022 en España–, la pobreza extrema –el 26 % de la población española está en riego de pobreza o exclusión social: 12.3 millones de personas, el cambio climático, que ya ocurrió otras veces, las tiranías, etc. Y el sol sigue donde Dios y sus leyes lo pusieron, y ahí sigue, dándose sin más, alentando y dando vida. Doy gracias al sol y a su Creador, Diario, y que, como diría Vicente Huidobro, poeta–, así vivan todas las cosas para nosotros, sin exclusiones.

miércoles, 6 de marzo de 2024

6 de marzo de 2024. Miércoles.
SHALOM, PAZ

Vela encendida en oración, por la paz. F: Prensa.

-El saludo de un judío suele ser: Shalom, es decir, paz. Paz con todas sus ramificaciones o sinónimos: armonía, acorde, alianza, fraternidad, pacto, conciliación, y otros muchos más, como tregua. La paz, como una pluma de ave que se nos viene encima sin pedirla, no se nos aparece por sí sola. La paz se gana, o habrá polémica, discordia, guerra. En vez de la palabra paz sonarán los obuses y la destrucción será el signo de la ciudad convertida en esqueleto, en ciudad pisoteada, degradada, envilecida. El Mesías, en Israel, había sido anunciado como el «Príncipe de la paz», (Isaías 9, 6). Y el mismo Jesús dice: «La paz esté con vosotros. Mi paz os dejo, mi paz os doy».(Jn 14, 27; 20,17). Dice Cabodevilla en su obra 365 nombres de Cristo: «Jesús decía “Buenos días” y en ese mismo instante las nubes se disipaban y salía el sol», el sol de justicia venido del Padre, Diario, que eran Él y su Palabra. 

martes, 5 de marzo de 2024

5 de marzo de 2024. Martes.
ANDAR SOBRE PÉTALOS DE ROSAS

Árbol seco, dejó de ser lo que fue.  Lagos de Plitvice, Croacia.

-La belleza se va ajando pétalo a pétalo. Una rosa abre la mañana en el altar de la perfección y a la tarde, cae en el suelo de la muerte. Es la misma rosa, pero una espléndida en el momento de la gracia; la otra, en el lugar donde la vida se estría, se encoge, se rompe. La una en el rosal, la otra, en el suelo de la descomposición. Eso ocurre con el alma: la rosa donde se deposita la gracia: con Dios, todo es esplendor, galanura, belleza; sin Dios, sin rosal en el que lucir, todo es angustia, debilidad, muerte. Le está pasando al gobierno del señor Sánchez: en el principio todo era celebración: qué bien se vive en un palacio, a gastos pagados, un andar sobre pétalos de rosas; ahora, todo son cloacas, suciedad, pétalos caídos, todo huele mal. Corrupción, nepotismo, Ábalos, Koldo, Armengol y otros tumores infecciosos: los pétalos están corrompidos y huelen tan mal, que va a ver que hacer limpieza y plantar un nuevo rosal, que eche nuevos tallos y dé nuevas rosas, cuyo aroma invada todas las estancias de nuestra democracia. Entonces florecerán la ética y la moral, la dignidad y la verdad, y el ambiente olerá a lejía y no a cenagal, a jabón y no a roña. Solo pido, Diario, que el Espíritu de Dios renueve la faz de la tierra. 

lunes, 4 de marzo de 2024

4 de marzo de 2024. Lunes.
DIOS, MÚSICA

Una abeja libando polen, en la flor de cactus. Tirre de la Horadada.

-Un azul de sábado viste la mañana. Es como si la Virgen Inmaculada, vestida de ternura, viniera a visitarme. Hoy celebro que sea lunes, porque es día en el que Dios me regala ser libre y poder decirle, si me lo permite, que lo amo. Ya lo he hecho y el azul ha invadido mis labios, como si Picasso pasara su pincel, magistral y distorsionador, por ellos. En alguno de sus cuadros no se ve la figura o el paisaje que ha pintado: sólo se ve el pincel que lo ha hecho. Dios lo hizo todo bien y Picasso hizo estas cosas pedazos: un ojo por aquí, media cara por allá, y algún chafarrinón, que da esplendor a lo pintado, o así lo creía Picasso. Es un modo de pintar el mundo, sin embargo, que a mí me gusta. Pero la verdad: me gusta infinitamente más la obra de Dios. Dios crea y dibuja con perfiles arrebatadores de belleza. Ejemplos: la flor del almendro, las gotas de lluvia en una hoja de naranjo, una abeja libando polen de la flor de cactus, y el aroma del silencio. Dios, pues, Diario, en el lunes, en el azul, en el viento, en mí, en mi boca. Qué alegría: siento entre mis dientes una orquesta de oboes. ¡Ah, Dios, música, piedad, sonrisa, amor: oboe! 

domingo, 3 de marzo de 2024

3 de marzo de 2024. Domingo.
MERECE LOS LATIGAZOS

Catedral de Mostar, Bosnia. 

-Leo: «Es preciso decirlo bien claro: en la iglesia de la salvación.» A veces en la iglesia hay una compraventa; decimos: «Tú, oh Dios, me das un rincón del cielo y yo te lo pagaré con la misa del domingo». Y quedamos tranquilos. Tú me das y yo te doy. Negocio completo: la misa del domingo, por el cielo. Este modo de pensar merece los latigazos de Jesús. Hoy, en el evangelio se habla de latigazos de Jesús a los comerciaban en el templo. Jesús nos da una lección: los echa del templo a latigazos y derrama los billetes –¿de 500 euros?– por el suelo, sin piedad. «No convirtáis la casa de mi padre en un mercado». Y estupefactos, asustados, escondiendo la espalda, Diario, dejaron el templo. 

sábado, 2 de marzo de 2024

2 de marzo de 2024. Sábado.                                                                                  
UNA LÁGRIMA EN EL PAÑUELO

Familia floral, en el jardín. Casa Sacerdotal, Murcia

-Un 23 de agosto, como las golondrinas en abril, llegaron cinco jesuitas y se establecieron en la Casa Sacerdotal. Es decir, tomaron posesión de su Casa. Tomar posesión de algo. es hacerlo suyo. Su vida en la Casa ha sido un ejercicio de hermanamiento, de cercanía: los jesuitas nos han trasmitido el hábito de la convivencia. Han pasado por la casa con el cuidado, educado, de no hacer ruido. Llegaron por un incendio fortuito en su vivienda, y aquí nos han dejado el incendio, hermoso, de su amistad. Una amistad que valoramos y hacemos nuestra: como el silencio se adapta a cualquier lenguaje. En griego como en español, el silencio es el mismo: crea lenguaje. Como dice el aforismo: los amigos son la familia que uno se escoge. Decía san Ignacio en sus Ejercicios Espirituales que la amistad es un arte y una pedagogía para andar por el camino del amor a Dios y a su obra: la redención y su providencia en el cuidado de la creación. Cuando llegaron, con el corazón en las palabras, les dijimos: «Bienvenidos», y ahora que se van, Diario, les decimos: «No nos olvidéis», con una lágrima en el pañuelo en alto que les dice: «Adiós». 

viernes, 1 de marzo de 2024

1 de marzo de 2024. Viernes.
ESCALERA DE LOS DÍAS Y LOS AÑOS

Escalera por la que se sube y se baja, Casa Sacerdotal, Murcia.

-El tiempo es la escalera de los días y los años. Por la escalera se asciende y se baja: hay un tiempo en que se sube, y otro en que se baja. Como por la escala de Jacob; por aquella escala se subía hasta Dios y se bajaba hasta lo que perece. Por esta: se baja hasta el abismo, sin salida, a veces, para el hombre Hace nada era enero; ahora, de pronto, finaliza febrero, el mes cojo y loco, y ya estamos en marzo. Y en medio, yo, y tú, y el otro, y el de más allá; menos mal que desde arriba mira el Dios misericordioso y compadecido. Aquí abajo todo es guerra real o sicológica. Aquí hay políticos, no pueblo. Los políticos son salvados; el pueblo, humillado, despreciado, al que se le ultraja. Yo estoy haciendo del tiempo, al modo de Jacob, Diario, una escalera que me lleve hasta Dios; tiene algún peldaño deteriorado, pero, con sacrifico, ilusión –y tal vez con poesía– trato de repararlo. Dios, pienso, me aguarda arriba de la escalera; cuando llegue, espero me diga: «Hola, hijo», y charlemos amigablemente.

jueves, 29 de febrero de 2024

29 de febrero de 2024. Jueves.
DÍA DE RETIRO

El silencio de la rosa, dando su aroma. Torre de la Horadada. 

-Un día de retiro es un día de silencio, que escucha. El silencio escucha. Ayer, en la Casa Sacerdotal, fue un día sin palabras en la que solo se escuchaba el Silencio de Dios, que, valiéndose de impulsos y contactos espirituales, conversaba con el alma interiormente. Mientras escuchas una meditación, si llega a tu interior, sabia y serena, y eleva tu alma, es que Dios está actuando en ti. Si acostumbras el oído a salir de los ruidos del mundo y a entrar en la calma y el sosiego del espíritu, los silencios hablan. En silencio, le he dicho al Señor que escuche mi oración, y en silencio, Diario, he quedado esperando. Dice Santa Teresa en Las Moradas: «En este templo de Dios, en esta morada suya, solo Él y el alma se gozan, con grandísimo silencio». 

miércoles, 28 de febrero de 2024

28 de febrero de 2024. Miércoles.
EL TIEMPO Y LA VIDA, ALGO LUMINOSO

El sol de invierno, con calor menguado. Muecia,

-Ayer, lloviznaba; nos alumbraba un sol acuoso, como si llevara humedad en sus botas de siete leguas, tanto corre. Calentaba, pero menos que unas manos de madre en la frente del hijo con fiebre. Unas nubes negras lo iban enfriando, como se enfría la plancha a su paso por la ropa recién lavada. Entretanto, se suceden los días: o el tiempo que Dios se toma para que el ser humano aprenda y entienda que es mejor la paz que la guerra, la luz que las tinieblas, el amor que el odio. Pero nada cambia: el ser humano prefiere sentirse bicho a ser mariposa, oscura sombra a ser libro o sol que alumbren, destrucción y rencor a cruz que redima y salve. Es revelador. Lo que dice el libro del Levítico: «Si camináis según mis preceptos y guardáis mis mandamientos, yo os enviaré las lluvias a sus tiempo, para que la tierra y el árbol del campo den sus frutos». El tiempo, y la vida, Diario, algo luminoso, que el ser humano aún no ha entendido: le falta la gracia de Dios, con la que el espíritu reverdece y da fruto de abundante santidad. 

martes, 27 de febrero de 2024

27 de febrero de 2024. Martes.
ESPEJO HUMILDE DE DIOS

Esperando a su pareja, como cada día. Murcia.

-Mientras llovizna en Murcia, una paloma espera en lo alto de una casuarina –ese árbol inmenso– a su pareja, que llega tarde: a una enamorada no se la hace esperar. Al no encontrar a su pareja, la paloma retrasada ha tomado la decisión –triste– de marcharse. Una de sus plumas, en un suave balanceo, ha caído al suelo, como una carta de amor tardía, pétalo de flor de almendro venido a tierra. Esta preciosa escena, me hace reflexionar. Me digo: Dios ama, también a las aves del cielo. Y recuerdo que en Mateo (6:26) Jesús dice: «Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?» Un modo delicado y complacido de decirnos que Dios nos ama; si Dios se preocupa así por las aves, ¿qué no hará, Diario, por el ser humano al que hizo a imagen suya? Dios se recrea en su imagen: en el ser humano –espejo humilde de Dios–, que ama todo lo creado. 

lunes, 26 de febrero de 2024

26 de febrero de 2024. Lunes.
JESÚS CELESTE

Templo de la Transfiguración, monte Tabor. Israel.

-Ayer domingo, en la liturgia de la misa, se veía al Jesús celeste en el monte Tabor –relucía más que el sol–, y en el horizonte, al Jesús sufriente: en la cruz. En el evangelio de la misa se anuncia que la muerte de Jesús será gloriosa. Entre nubes –que cubren el misterio– se oye la voz del Padre: «Este es mi Hijo amado: escuchadle». Primero escucharle y luego aceptar la cruz, que será el camino hacia la Pascua, donde se realizarán todos nuestros sueños de vida y descanso. «Maestro –dice Pedro–, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres chozas, una para ti, otra para Elías y otra para Moisés». Revelación de un futuro que todavía no ha llegado, pero que se hace presente y se vive ya en la esperanza que ilumina nuestros pasos. La transfiguración del Señor en el monte Tabor, sería, en los momentos difíciles, fuerza para los apóstoles, cuando todo fuera oscuridad en su entorno, hasta que llegara la resurrección. En ese punto, Diario, todo fue un aleluya que sonó desde la tumba vacía al cielo y allí se hizo sol que iluminó el mundo, y que, por la fe y la esperanza, sigue dando calor y consuelo a los mortales, hasta que vuelva de nuevo el Señor.