14 de septiembre de 2024. Sábado.
UNA PUERTA DIFÍCIL Y ESTRECHA
UNA PUERTA DIFÍCIL Y ESTRECHA
Besando nuestra salvación, maravilla. F: Prensa. |
-Si deseas saber lo cerca o lejos que estás de Dios, no mires en tu derredor; detente y mira dentro de ti, es posible que ahí encuentres la distancia que media entre él y tú. El reino de Dios, dice san Lucas, está dentro de ti. Y, si está el reino, está su rey, su Señor. Sin embargo, la puerta de entrada a este reino es la cruz, una puerta difícil y estrecha, llena de clavos y espinas, que desgarran sentimientos y vanidades. Es decir, para acceder a este reino hay que bajar la cabeza y caminar por la humildad. Como decía Catherine Doherty, joven rusa convertida: para entrar en el reino de Dios «hay que arrodillarse». Una cruz solo se puede recorrer, de los pies a la cabeza, de rodillas y desechando inmodestias, dejando que te alcancen su sangre y sus espinas; para al fin, Diario, llegar a la muerte de Cristo, y su resurrección.