viernes, 3 de enero de 2020

3 de enero de 2020. Viernes.
UN INFIERNO

Las rejas y la fe, en Murcia. F: FotVi

-El gris, hoy, se ha convertido hacia el mediodía en un sol con capucha invernal y mirada fría de lobo de las nieves. Era una mirada relativamente confortable, de cadencia amistosa. «No nos morderá este lobo», he dicho. Por el contrario, nos calentaba y animaba a salir a pasear: eso, sí, con las manos en los bolsillos y la boca tras la bufanda. Mientras, al alrededor, seguía el ruido de la ciudad y la traición –dicen– de Sánchez. Yo salto de la política, pero me gusta saber, enterarme. ¿Razón? Soy ciudadano que vota y paga sus impuestos, y lo que leo y oigo no es muy tranquilizador. Al contrario, perturba mis oídos y me encoje un poco el corazón. Hay quien se remonta a lo que ocurriera en 1936, y, aunque estamos en Navidad y la euforia de los Reyes nos apresa, he de decir que aquello fue terrible y desolador. Por lo que oí a mis padres, por lo que viví yo, y por todo lo leído y verificado en libros y reportajes, deduzco que aquello fue un infierno. Con muchos demonios y pocas almas blancas e inocentes; podía más la ideología y el odio, que la vecindad y el buen sentido. Cuando oigo lo ocurrido entonces siento escalofríos y miedos, y rezo, y me acojo al cielo para que nos salve y libere de cualquier locura como aquella, en la que la vida y la muerte se confundían. Como dos caras de un mismo individuo. O en cada individuo, Diario, dos caras, a la vez: la del odio y la del miedo, como dos máscaras movidas por la ira, y sin piedad, sin el menor remordimiento (19:22:27).

jueves, 2 de enero de 2020

2 de enero de 2020. Jueves.
GRIS Y FRÍO

Luz que calienta, el año nuevo. San Pedro del Pinatar. F: FotVi

-¡Qué gris y frío amanece el día! Será la resaca de estos otros días de fiesta y jarana. Es, este, sin embargo, día para la reflexión, para el reencuentro, amigable, con uno mismo. Frente a la lumbre, abres los ojos y te ves contigo a tu lado: pensando en el mundo y sus cosas: como el destello de la lumbre, la levedad de la ceniza, el ansia de libertad de la llamas. Todo un mundo de sensaciones, de vértigos, pero también de limitaciones. Es la caricatura de la persona: brillo, futilidad de lo que es ese brillo, luego la brasa, y más tarde la extinción. Y el humo, como soporte de la vanidad. Humo en los ojos, en la boca, que te hace toser. Y la fe, que es la que te libra de tanto gris y tanto pesimismo, de tanto desamor. Un servidor, Diario, pone las manos en la fe y hace que ésta, con las manos, caliente todo su ser, desde el corazón a las palabras, y así poder decir, sin miedo a que se hielen, Feliz año 2020, amigos, y con la alegría del liberado (18:24:20).

miércoles, 1 de enero de 2020

1 de enero de 2020. Miércoles.
UTOPÍA ALCANZADA

Destellos en el agua, en Vilna. Lituania. F: J.Giner

-31 de diciembre de 2019 y primer día de enero de 2020; es decir: un año y un día menos en mi vida. Y, sin embargo, estoy alegre: he dicho ¡aleluya! al despertar y he podido añadir amén a continuación, mientras el sol, como una plegaria de luz, intentaba brotar en el horizonte, parpadeando primero, y luego, espléndido. Un día más en el que he podido leer, rezar, celebrar la Luz, visitar a mi familia (con Candela como maestra de ceremonias), llorar con los que lloran, rogar por los que no son capaces de reír, estar con los desplazados, unirme al silencio de los silenciados… Y respirar: todavía he podido respirar en la Claridad de la Navidad, con Dios que se hace Hombre (esto no parece ser ya noticia de calado), y yo, hombre, que me hago Dios. Él (Dios), Hombre sin ínfulas; y yo (humano), Dios perdonado. Un contrasentido; pero una utopía alcanzada: «le di a la caza alcance», que escribiera San Juan de la Cruz. En este día, Diario, se cumplieron las utopías (18:26:51).

martes, 31 de diciembre de 2019

31 de diciembre de 2019. Martes.
LA CUNETA DEL TIEMPO

Una luz en la noche: el mañana. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Toco una lágrima y es el tiempo (o lapso) que me avisa: «Un año menos», me dice. Y la lágrima se evapora en mi dedo como el año que acaba. El tiempo no existe, es una ilusión del relojero, pero es determinante en la vida, nos han dicho. Vamos caminando hacia el final, acompañados por esto que llamamos tiempo, hasta que un buen día se despide y nos deja tirados en el sepulcro: la cuneta del tiempo. Tirados y sin nada a lo que agarrarnos, ni riqueza, ni prestigio, ni esplendor; y solo (para el creyente) un Dios en lontananza, mirando, echándote una mano, alentando tu vida para encontrarnos en la otra vida, que dicen que no es tiempo, sino eternidad; es decir, otra cosa. Pero, tras este «año menos», el tiempo nos regala un «año más», como regalo imaginario de la «nada» que es el tiempo. Como en la Capilla Sixtina, Dios alarga su dedo, toca el nuestro, y nos regala el año 2020, mientas suenan los pífanos y las trompetas, estallan los cohetes y tratamos de aturdimos a nosotros mismos, para que parezca que la alegría de pasar en el tiempo es entrar ya en la vida eterna, con la que, a pesar del tiempo y de los achaques de la vida, soñamos. Es decir: la vida del hombre, Diario, un sueño: pero «enamorado», que diría el cascarrabias de Quevedo (12:19:26)

lunes, 30 de diciembre de 2019

30 de diciembre de 2019. Lunes.
EL DERECHO A LA VERDAD

Enredo en el jardín, Santiago de la Ribera. F: FotVi

-Había un señor –pero menos– que se reía de su propia sombra, hasta que un día, al ir a saltar, la sombra le puso una zancadilla y cayó de bruces, siendo el hazme reír de su sombra y de los alcahuetes que había a su alrededor. (Era político). La sombra reía a carcajada limpia, sin esconderse; los alcahuetes, por el contrario, tapándose la boca. La sombra, infaliblemente atada al personaje, no tenía nada que perder, los alcahuetes, sí: perderían su oficio (malsano) de tercería interesada. Perderían su escaño en el congreso de la iniquidad. Por esta razón los alcahuetes le reían las gracias y aplaudían sus veleidades que siempre iban en contra de todo aquello por lo que hemos vivido y sufrido, y por lo que seguimos en la ilusión del camino. Este señor –pero menos– era político, mentiroso, enamorado de sí mismo (besaba su imagen en el espejo), y su sombra era la que le hacía ver cuándo se desviaba del sendero, y le advertía. Pero él nunca hizo caso a su sombra, hasta que ésta le puso la zancadilla y entonces cayó en la verdad de su derrota. Este señor, Diario, con sus mentiras, nos anda robando, con otras muchas cosas, «el derecho a la verdad», que diría un sabio (18:37:29).

domingo, 29 de diciembre de 2019

29 de diciembre de 2019. Domingo.
NUESTRA SABIDURÍA

La Bendición, en Belén. Casa Sacerdotal. Murcia. F: FotVi

-Me despierto braceando: he soñado que nadaba en un mar de bendiciones. La bendición es como la gracia, se sabe si se está o no en ella, pero no se puede palpar, solo intuir. Como se intuye la fe, el amor, o el paso de Dios junto a ti cuando le invocas. Se trata, como en El Principito, («lo esencial es invisible a los ojos»: Saint-Exupéry) de saber dónde está lo invisible. O qué es lo invisible. El corazón nos lo puede decir; pues «sólo con el corazón se suele ver bien». La Navidad nos hace felices, porque nos asalta lo invisible y, haciéndonos como niños, creemos lo que no vemos, como donación. El corazón, Diario, nos revela dónde está lo importante: el oro, la bendición (el Nacimiento); y dónde la bisutería, el desecho, la mentira del espejo. El corazón es nuestra sabiduría (18:21:50)

sábado, 28 de diciembre de 2019

28 de diciembre de 2019. Sábado.
INOCENCIA

La espada de Damocles, en Murcia. F: Fotvi

-Y la inocencia –martirizada– se hizo fiesta. La inocencia es blanca, niña, balbuciente, la cruza un ángel, es la defensa de lo niño. En la inocencia, el niño se hace fantasía, asombro, todo halla cabida en su imaginación: como caballos que vuelan como tortugas y tortugas que corren al compás de un pensamiento. Lentamente, meditativa, pero insistiendo. Su imaginación actúa como un libro de agua abierto: es transparente y no cabe en ninguna biblioteca. Y contiene todos los cuentos, aun los de miedo y dragones. En la imaginación del niño andan danzando más ángeles que demonios; pero los demonios están todos –y a veces–detrás del espejo, por esta razón hay que huir de los espejos. Hoy, los creyentes celebramos el día de los Santos Inocentes. Los de entonces y los de ahora; los que mueren con sus padres al intentar cruzar el Mediterráneo, o en campos de trabajo, o en la calle, y sin ir a la escuela. Los inocentes mueren a manos de los tiranos. Pero los tiranos pasan y los inocentes quedan, como en esta ocasión, Diario: fiesta de los Santos Inocentes, y Herodes, en los infiernos. Así acaba toda tiranía (18:03:10).

viernes, 27 de diciembre de 2019

26 de diciembre de 2019. Jueves.
PISAR EN SU LUZ


Pisar el fuego, en Estambul. Turquía. F: FotVi

-Ida la Navidad, me queda su estela. Sobre la que deseo seguir pisando, como en el lagar la uva. Piso en su luz y, bajo mis pies, estalla la claridad, como un géiser encendido, como cuando piso el agua de un charco. Revienta el agua y con ella la alegría, que sube de los pies a la boca, donde se hace la sonrisa. Sonrisa que luego se trasmite de la boca a los ojos y, de estos, a las manos, en las que se expresa, Diario, el saludo y la cercanía: el amor, su obra maestra (12:17:12).

miércoles, 25 de diciembre de 2019

24 de diciembre de 2019. Martes.
CARNET DE IDENTIDAD CELESTE

La cicatriz de Belén, de Bancky, en Belén. Israel. 

-La Navidad viene para trazar puentes y evitar muros. Jesús nació en Belén como puente de la historia: puente entre el antes de él y el después de él. Y puente, además, entre Dios, el invisible, y el hombre caído en la limitación de sus egoísmos. En Jesús, el hombre vio, por fin, el rostro de Dios. O sea, Dios se abaja y el hombre es ascendido. Dios se hace Emmanuel (Dios-con-nosotros) y el hombre, hijo de Dios: con carnet de identidad celeste. Ya no hay muros, sino todo abierto en la tierra y en el cielo: todo hecho horizonte. Ya no hay un Dios de Israel, siempre en guerra con los otros dioses tribales («Porque el Señor ha escogido a Jacob para sí, a Israel para posesión suya». Salmo 135), sino un Dios abierto a todo el que lo quiera acoger en su corazón. Dios no impone, invita. Hoy contemplo una foto hiriente: un Belén construido tras un muro de hormigón y un impacto de obús, en forma de estrella, a su espalda. Es el muro que separa a Belén de Jerusalén y del resto del mundo, como un lugar apestado, en el que sin embargo todavía sigue, en el corazón de los que aman, naciendo Dios. Todavía en Belén andan la ternura y la alegría llamando a la puerta del posadero, que se niega a acogerlas, porque van vestidas de pobreza. Todavía en Belén nace Dios, Niño, indefensa humildad, pequeña luz en la total oscuridad del mundo (17:43:54).

lunes, 23 de diciembre de 2019

23 de diciembre de 2019. Lunes.
LAS CALLES BRILLAN

En Belén, donde nació Jesús.  Israel. F: FotVi

-Con motivo de la Navidad, Eduardo Jordá escribe en ABC: «Las calles brillan. Quizá sea una forma de abrazar la felicidad». Sólo que esas luces, de ordinario, brillan en las calles donde hay más luz, y menos, en las que abunda la pobreza y la escasez. Escasez de pan y escasez de luz. En Navidad hay calles que «brillan» más, y otras que quedan sólo con la luz amarillenta e indigente de la bombilla solitaria que apenas ilumina un desconchón de la fachada donde luce. Yo creo que la Navidad es más para estas últimas, donde hay probablemente menos luz ficticia, y más verdadera «luminosidad» interior, como una iglesia solitaria alumbrada sólo por velas, donde afuera clamaran los lobos y dentro se encendiese el encuentro místico con Dios de los que rezan y contemplan. Hay que bajar a la Navidad menos iluminada del pobre que duerme en la calle y del que va con la mano alargada pidiendo una limosna. Del que bebe vino y huele mal, y que, sin dientes, suplica al que pasa que le dé una moneda, como si se lo pidiera a Dios. O sabiendo que se lo pide a Dios. Sin duda que ahí está la más hermosa y solidaria luz de la Navidad, Diario, la que de verdad y con gran clamor hace que se abrace la auténtica felicidad, la del Niño que llora y recibe el abrazo de su madre María, la otra luz admirable y celeste de la Navidad (18:04:07).

jueves, 19 de diciembre de 2019


19 de diciembre de 2019. Jueves.
NAVIDAD ES AMOR


-En una plegaria humilde y clarividente, Isaías ruega: «Cielos, destilad el rocío; nubes, derramad al Justo». Es una plegaria que le arde en la boca a Isaías. Plegaria que, según San Jerónimo, hace referencia al Mesías, el que había de venir. En labios, pues, de Asías el porvenir es presente. Porvenir, Diario, que yo, rendido, he visto así. Como arriba se indica.
Y lo dicho: Sed felices, si así os parece: sin forzar (13:11:27).


.
 

martes, 17 de diciembre de 2019

17 de diciembre de 2019. Martes.
EXACTITUD


En forma de paloma. Murcia. F: FotVi

-Llamo a la paz y, en forma de paloma, viene a mi casa. Llega como un aleteo de nuevos sueños. Las inquietudes más hermosas, donde florece la justicia, van en esos sueños, que son la abertura por donde escapa mi libertad. Al Espíritu Santo se le representa en forma de paloma que desciende; llega como luz, como palabra, toca las cosas y, en ellas, Diario, se hace belleza y armonía: Exactitud (18:38:06).

lunes, 16 de diciembre de 2019

16 de diciembre de 2019. Lunes.
FRÍO, EN EL ALMA

Apariencia de ceniza, en el cielo. Murcia. F. FotVi

-Hoy nos ha invadido la oscura apariencia de la ceniza. El cielo está encapotado, como si se hubiera puesto una máscara de nubes. Encapotado y triste. El sol, sin embargo, parece querer emerger, como un dios que se resistiera a morir. Pero, al fin, Diario, el sol se rinde y nos deja sin su calor y con frío, en el alma (18:27:30).

domingo, 15 de diciembre de 2019

15 de diciembre de 2019. Domingo.
EL OJO DEL SOL

¡Tan cerca!. Murcia. Zacarías Cerezo

-Desde muy temprano, el ojo del sol me vigila. Benévolamente. Es un habitante celeste que trasmite luz y alegría. San Pablo les escribía a los de Filipo: «Estad siempre alegres en el Señor, os lo repito: estad alegres». Si no eres creyente, yo te digo: «Estate alegre: por el nuevo día que has visto nacer, por sentir tu corazón latir, por la nueva oportunidad en tu vida de dar un paso adelante, por tocar con tus dedos de esperanza el porvenir». Y, si eres creyente, también te digo: «Estate alegre». ¿Razón? «El Señor está cerca». Es como sentirlo ya caminando a tu lado, oír sus palabras, observar su mirada, poner tu pie en las huellas de sus pies, reír con él, llorar con él, acercar tu mano, con la suya, al pobre que sufre, al leproso que te toca con su lepra, al tirado por la sociedad. Diario: «¡Está cerca el Señor!» En ti (18:17:38).

sábado, 14 de diciembre de 2019

14 de diciembre de 2019. Sábado.
UN PARTO DE JOYAS

Ambos llevando la Cruz, por amor. Czestochowa. Polonia. F: FotVi

-«Ama y haz lo que quieras», dice San Agustín. Y sigue: «Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos». Así de sencillo: todo hecho por amor. Y de este modo tus obras, como un parto de joyas, nacerán amor. Si Dios es amor, como dice San Juan, el hacerlo todo por amor, te llevará a ser la imagen más cercana, admirable y perfecta de Dios; serás, Diario, como el espejo en el que Dios contempla su belleza divina, aquello que lo define como Dios, en ti (18:09:21)

viernes, 13 de diciembre de 2019

13 de diciembre de 2019. Viernes.
LO QUE SIENTO

Todo enmarañado, con la luna. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Leo: «El sufrir merece respeto, el someterse es despreciable». Víctor Hugo, que, además de profesar el romanticismo como abecedario de su modo de escribir, era muy inteligente, nos dejó esta lapidaria y concluyente verdad. La cruz, aunque no se crea en ella, infunde respeto, prestigio, admiración. En todo caso, conmueve. Es el sufrimiento de quien, amando, da la vida por aquello que ama. En este caso (señalan los evangelios), toda la humanidad. Sin embargo, dejarse poner el pie encima por no perder una prebenda, es humillante y depravado. Huele a calcetín sudado. A agua de charco podrida. ¡Qué tristeza darte en la vida con un ser así de vulgar y resbaladizo! Perdonad, pero yo en este momento estoy pensando en uno, que además desea, sin pudor, gobernar España. Está pasando por el aro, dejándose los pelos (como el gato) en la gatera, por el simple hecho de poder sentarse en un sillón, aunque sea el sillón del bochorno. Un sillón que lo mismo da prestigio, que lo quita, y, en casos, con envilecimiento además. Este sujeto del que hablo está tratando de pactar con el nacionalismo sedicioso, sublevado, en una comedia que destila muy malos olores. Toda esta actuación huele a corrompido, a saldo de estercolero. Sufrir por algo elevado, desprendido, es digno de elogio, merece un aleluya (Jesús de Nazaret); pero quedarte, Diario, en la parada del sometimiento, de la vejación, es un total y seguro descalabro, una coz a la inteligencia. (Perdón a quien le moleste leer lo que acabo de escribir, pero es lo que siento, –y lo siento) (10:27:40).

miércoles, 11 de diciembre de 2019

11 de diciembre de 2019. Miércoles.
MALDITA GUERRA

Cáliz de tulipán, la pureza. Estambul. Turquía. F: FotVi

-Los días corren como la aguja en los dedos de mi madre, que cosía rápido para finalizar con prontitud su trabajo. Le urgía acabar su labor, para iniciar otros quehaceres. Eran tiempos de penurias, y juventud. La maldita guerra lo enturbió todo, para peor. Fueron años duros: mi padre en el conflicto y ella, en casa, con dos hijos a los que había que alimentar y sacar adelante. Yo apenas me daba cuenta del drama. Entre nieblas, recuerdo haber vivido unos primeros años felices. Hasta tuve mi triciclo, en Andújar, donde mis padres habían ido a trabajar en el ferrocarril de Andalucía. Cuando dio comienzo la guerra, hubieron de volver a Molina. Entonces mi padre fue movilizado y la felicidad se convirtió en tristeza, y, desde entonces, sé lo que es el llanto y el miedo por las noches. El llanto de mi madre y mis miedos. Mi madre, a pesar de algún vecino que la vigilaba, rezaba delante de un cuadro del Corazón de Jesús. La fe la mantuvo en pie, nunca desfalleció. Durante el día le daba la vuelta en la pared, y así pasaba desapercibido. Y se afanaba. En todo lo que hacía, para llegar a tiempo a todo. Y lo conseguía, con muchas lágrimas en los ojos; lágrimas que escondía, para que mi hermana y yo viviéremos felices y desecháramos los miedos. Recuerdo, Diario, que, cuando hacía las cosas en casa, cantaba, por no llorar (18:53:45).

martes, 10 de diciembre de 2019

10 de diciembre de 2019. Martes.
LA SOMBRA

Sombras en la playa. Las Canteras. Las Palmas de Gran Canaria. F: FotVi

-Me pongo al sol para hacer sombra, porque si hago sombra es que estoy. Y, si estoy, puedo soñar. Dato curioso: la sombra me sigue y nunca puede alcanzarme. Irá delante o detrás de mí, a un lado o al otro, pero siempre dependerá de que yo esté o no. Pienso: la sombra defenderá mi existencia, pues si yo falto, mi sombra morirá. Sólo hay un momento durante el día en el que la sombra y yo coincidimos: cuando el sol nos cae de plano desde arriba, y ella es entonces un charco a mis pies. Un charco que no brilla, pero es peana que me dice que estoy. Y que puedo soñar. Y sueño que una a una se van apagando todas las palabras del universo: luz, madre, Dios, todas; pero hay alguien que me pide: «Piensa una palabra, que, aquella palabra que tú pienses, quedará, y será la que engendre una vez más a todas las palabras». Mientras, se iban apagando palabras: amor, cielo, tierra, y yo no sabía. «¿Qué palabra elegir para que vuelva a recrear otra vez todas las palabras?» Y seguían apagándose palabras: mar, agua, amor. Hasta que en una palabra vi la luz: «¡Piedad!», dije, con un sudor frío en la frente, y, en el sueño, esperé. Y, en la espera, vi que todas las palabras que se habían borrado volvían a iluminarse de nuevo, como una noche de Navidad. Pues ocurrió que, con la palabra piedad, volvió madre, y con madre, amor, y con amor, Dios, a la que siguieron todas las demás, como luz, agua, cielo, tierra… Y desperté con la sombra que, al atardecer, se alargaba tras de mí, como si me siguiera un pequeño perro faldero o lo que en realidad soy: un poco de sombra con un alma que alienta en mí, que me dice que aún sigo en la tarea de vivir, y que, a veces, Diario, sueña  (19:00:44).

lunes, 9 de diciembre de 2019

9 de diciembre de 2019. Lunes.
ANSIAR LA LUZ

Vislumbre de luz, en el mar. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Lo primero que toca el sol, cuando inaugura la mañana, es la cumbre de los montes y las copas de los árboles. O sea, se va por los cerros de Úbeda, que diría el castizo. En la cumbre de las montañas quizá busque la soledad y en la copa de los árboles, al pájaro madrugador. El pájaro que canta al alba, levantando el pico para que lo toque la luz o como el que abre sus alas para que lo moje la lluvia. Con ansiedad de luz, con ambición de lluvia. Ansiar la luz, como el que vislumbra a Dios. He ahí la insistencia en indagar entre la luz y la oscuridad, como el ciego, extendiendo las manos para tratar de dar con él. Porque a Dios nunca se le tiene seguro. Como la arena, se escapa por entre las aberturas de los dedos. Pero está, como el sol de la mañana en la cumbre de las montañas y las copas de los árboles, Diario, insistiendo en mi fe, suplicándole, como decía San Pablo, desde mi debilidad, en la que me hago más fuerte (18:16:39).

domingo, 8 de diciembre de 2019

8 de diciembre de 2019. Domingo.
SE SANTIGUA EL AGUA

María, José y el Niño, emigrantes en Egipto. Cueva de la sal. Polonia. F: FotVi

-Hoy prevalece la pureza, se santigua el agua. Se hacen azules los pensamientos y los deseos vuelan como palomas. Hoy se hace presente entre nosotros la perfección. Hoy celebra la iglesia la Inmaculada Concepción de María, o el principio del misterio de Dios que debía venir y habitar, poner su tienda, entre los hombres. Con meticulosidad divina, Dios prepara su casa, su huerto cerrado, su santuario íntimo. Durante nueve meses, Dios (todavía esperanza de madre) estará en ese vientre tan «sellado y tan florido», que diría el poeta. Vientre solo abierto a Dios, a su inspiración, a su Palabra aún callada, al esplendor de su Sabiduría. Allí se formó, hecho carne de carne de mujer, el Amor. Después de ese Amor que nace de María, nunca habrá Amor más grande ni más perfecto, ni más acogedor. Amor que tendrá su epifanía en la Cruz, en la que da su sangre por Ternura, redimiendo, Jesús, el Hijo de María. La sangre de Jesús es sangre de María, transformada, por obra del Espíritu Santo, en sangre divina. San Zenón dice de Jesús, que: «Bajó purus (pureza) del cielo y sube carnatus (hecho carne) al cielo». Y desde entonces, en la Santísima Trinidad hay una persona que es espíritu y carne a la vez, algo así, dice José Maria Cabodevilla, «como una amapola plantada en una inmensa superficie de cristal». Y vuelvo de nuevo, Diario, al poeta que canta: «María Nochebuena, / trigal lleno de trigo, / parir al Dios que salva, / qué gran cosecha ha sido» (11:10:52)