21 de octubre de 2013. Lunes.
OTOÑO
ACOMPLEJADO
Otoñal, en el jardín. F: FotVi |
-Ya
se nota que el otoño empieza a dejar atrás sus complejos de verano; es éste un
otoño acomplejado, pues no logra desembarazarse de los fulgores solares de la
canícula. Es como si le diera pudor ser (y parecerlo) la estación más serena y meditativa,
la que más se parece, por su luz y su colores, a la acuarela, o acontecimiento
vitral.
Adonis,
el poeta sirio, define así las estaciones: «El invierno es soledad, / el verano
migración. / Entrambos, la primavera es un puente. / Sólo el otoño se adentra
en todas las estaciones».
El
otoño, pues, es mirada panorámica que abarca desde el frío a la luz y desde ésta
al remate del año, su floración. El otoño invita a la contemplación compartida:
al hogar con lumbre, rodeada ésta de invitados absortos en la conversación, en
el mirarse en paz, en la degustación sin prisa del tiempo.
El
otoño es habitante de la tranquilidad, del equilibrio, de la armonía entre la
vida y la muerte, del caer de las hojas y del levantarse primaveral.
En
el otoño, Diario, acudo a la paz, y bebo su gracia, que me viene de la hoja que
cae, sin que se rompa el silencio.
Otoño,
violín sin cuerdas, pero con música, todas las músicas, en la batuta del tiempo.
(19:37:57).
¿Cómo puede ser un Otoño acomplejado cuando hoy celebra usted, D. Vicente, su no sé cuántos cumpleaños?
ResponderEliminarFELICIDADES
Usted, D. Vicente, sacerdote eterno
ministro de Dios y siervo de los hombres
hoy beso sus manos que nos curan del pecado
lavo sus pies que caminan por llevar la palabra de Dios
refresco con agua sus labios para que siga usted proclamando
la Buena Nueva del Reino.
Hoy agradezco a Dios que le eligió
para gritar que el amor esta vivo.
Hoy le agradezco que sabiéndose fragil
se fortalece con la Gracia de Dios.
Sigua llevándonos al Padre por su Hijo
conducidos por el Espiritu Santo.
Denos siempre de ese alimento que nos
da la vida eterna y sigua tramitiéndonos
la misericordia y el perdon de Dios.
(adaptación)
Gracias, Luis. Todo es don de Dios. También tu ayuda para que pueda usar estos nuevos medios de evangelización. ¡Si San Pablo hubiera dispuesto de internet! Un abrazo.
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