28 de febrero de 2017. Martes.
ÉXODO
Éxodo de cristianos, en el Sinaí. Egipto. F: Prensa Latina. |
-En el Sinaí, donde ocurrió uno de los primeros éxodos
habidos en la historia de la humanidad. Aquel éxodo que guiaba Moisés con la
autoridad de un bastón de pastor y los ojos puestos en el cielo que señalaba el
camino y, que, en días de apuro, les daba de comer. El maná sabía a rocío y a
pan, y a obleas con miel, y a tortas aceitadas. Dice el Talmud Babilónico que el gusto variaba según quien tomara este cosa
bajada del cielo: miel para los niños, aceitunas para los jóvenes, pan para los
mayores. Distintos sabores para un mismo bocado. Y hoy, sin que haya apenas
cronistas que lo relaten, otro éxodo perturba el Sinaí. Cualquier éxodo es una
salida del miedo, del faraón que esclaviza, del hambre, de la muerte. Y este nuevo
éxodo responde a estas tristes y terribles circunstancias. Hay miedo, hambre, muerte;
hay espanto. Y se produce la huida de cristianos coptos en Egipto. Del Sinaí a
Egipto, al revés de la otra vez; sin saber si hallarán la tierra prometida, sin
maná que llene sus sueños, sólo con lo puesto. Y la mirada a la espalda, por si
los persiguen. Con los niños y lo poco que pueden sacar de sus casas al hombro;
los niños, lo que más pesa y duele de la pobreza. Lo que hace llorar a su
corazón. Un éxodo que no tendrá film que lo fotografíe ni biblia que lo
perpetúe, un éxodo de silencios y sombras, con solo alguna iglesia acogedora, y
alguna risa inocente de niño. Ricard González, en El País, da cuenta de
este éxodo de ojos perdidos, de brazos sosteniendo a un niño, de fe en las
pisadas. Ricard González escribe el éxodo de estas familias cristianas, que
ponen su fe en las pisadas, y en los sueños; fe, Diario, que mueve a la
esperanza, quizá (19:00:16).