19 de julio de 2017.
Miércoles.
AVERÍA
En primavera, siempre en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi |
-Cuando la técnica se
burla de uno, hay que dejarla como se deja una rueda de carro que se avería. A
la orilla del camino y sin volver la vista atrás. Como aquellos carros del
oeste que buscaban oro y se encontraban con los pieles rojas, que, tras el
enfrentamiento, les dejaban en tierra de nadie, y tirados. Es lo que me ha
pasado a mí con el carro de ir y volver de cierto saber de internet, que me ha
dejado tirado en el camino. No es que no esté, que sí está, es que nunca llega.
O sea: que es más lento que dar pasos hacia atrás para alguien que quiere llegar
a la meta. A mi ordenador no le van los aires de playa, y a cada paso que da le
faltan dos para abrir un programa; es decir, da y da vueltas la ruedecita que indaga
sin parecer hallar lo que busca, hasta que, luego de un espasmo, lo encuentra. Y
así, Diario, una y otra vez; hasta que me canso y -con un poco de desesperación-
lo mando, con una sonrisa y sin ánimo de ofender, a freír espárragos; espárragos,
que, por supuesto, no fríe: ¡le cuesta tanto! (20:15:44).
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