12 de julio de 2024. Viernes.
LA FURIA DEL CALOR
LA FURIA DEL CALOR
La lluvia de Dios, alimentando el árbol del jardín. Torre de la Horadada. |
-Yo suelo sobrellevar el calor del verano, oyendo música suave; suave como la levedad de un dedo pasando una hoja de libro o la de la lengua salivando un sello para pegarlo en una carta. Lo que serena el alma, lo hace también con el cuerpo. El cuerpo es reflejo de las vicisitudes del alma, su eco más perfecto. Yo, de ordinario, suelo escuchar a Back, Beethoven, Vivaldi, Albinoni, Malher, y otros, como Victoria, Palestrina… La música puede al calor, lo amortigua, como la lectura de un libro, a la sombra. Entre el libro y la sombra y la música, calman la furia del calor. Ah, y la oración, en la que Dios se abaja y tú te elevas; es como una lluvia al revés: Dios descendido en ti, y tú, alzado a Él. La oración, Diario, o la lluvia de Dios, creando belleza en ti, como árbol de su jardín.
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