26 de julio de 2024.
Viernes.
DOS MODOS DE IMAGINAR
DOS MODOS DE IMAGINAR
Luna ardiente, propia de verano. Murcia. |
-Sigue el calor inmisericorde, como un dragón de cuento de hadas echando fuego por la boca. Saco la mano por la ventanilla del vagón del tren de la vida en el que viajo, y la he retirar rápidamente, me la quema. Recuerdo las noches tórridas en la cámara o piso alto en el que yo dormía de niño. Vueltas y vueltas en la cama, hasta que me echaba al suelo, y allí lograba pegar ojo. Ahora, si pudiera, hay noches que dormiría en el suelo, sobre las losas frescas, pero no me dejan los huesos ni la falta de agilidad en moverme. Sin embargo, cuando no puedo dormir, oigo música serena, sedante: un adagio, o motetes de Palestrina y de Tomás Luis de Victoria: esa música nacida del amor a Dios, me deja dormir y aun soñar. Dormir y soñar, Diario, dos modos de imaginar, de crear, velando.
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