12 de enero de 2025. Domingo.
EL JORDÁN Y JESÚS
EL JORDÁN Y JESÚS
-Jesús, desde la
humildad –postrándose–, fue bautizado. Se humilla ante Juan y es ensalzado por
el Padre. «Apenas salió del agua, vio rasarse el cielo y al Espíritu bajar
hacia él como una paloma. Se oyó una voz del cielo: “Tú eres mi hijo amado, mi
preferido», escribe el evangelista San Marcos.
Aunque Jesús se pusiera en la
cola humana para bautizarse, no implica renunciar a su condición divina: él
sigue siendo el enviado de Dios.
El bautismo de Jesús en el Jordán, manifiesta,
expone al mundo la misión que su Padre le ha confiado: salvar a la humanidad de
su debilidad y decirle que es hija de Dios.
Hoy celebro mi bautismo, y como en
el de Jesús, habló Dios y me dijo: «Tú eres mi hijo amado». Y me veo abrazado y
sostenido por Dios, que me ama. y desea salvarme: si me dejo.
Nunca, Diario,
forzará mi libertad. «Si quieres –me dice– puedo salvarte». Y en esa tarea está:
salvándome, y a veces, a pesar mío.
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