16 de enero de 2025. Jueves.
UN MORTAL PERDONADO
UN MORTAL PERDONADO
-No puedo con la sombra que me regala el sol: por la
mañana mira al oeste, por la tarde, al este. Siempre me acompaña, salvo cuando
una nube apaga la lumbre del sol. Me sorprende mi sombra: ¡es tan fiel! La veo,
además, como una síntesis de lo que soy.
Me veo en ella luz –virtud,
integridad, honradez–, y sombra –yerro, falta, equivocación. Esto me lleva a no
ser altanero, soberbio, sino centrarme en la sencillez, la humildad, la
modestia, aunque a veces esto también caiga en el lado de la sombra, donde vive
la mancha.
La luz es gracia; la sombra, caída, pecado; aunque por la gracia,
pueda volver a la inocencia, a la limpieza de corazón, tarea en la que cada día
estoy.
Como diría el papa Francisco: intento ser «un mortal perdonado». Desde
el pecado de Adán, Diario, todos somos así, creo. Me apoyo, para afirmarlo, en
San Agustín, el converso.
Donde vive la Mancha...
ResponderEliminarTras de la Luz siempre, Calderón.
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