martes, 7 de enero de 2025

7 de enero de 2025. Martes.
LLORO CON MIS RECUERDOS

Belén antiguo, Catedral. Murcia. Casa Sacerdotal.

-Pasaron los Reyes y me dejaron su Luz, su claridad sagrada. Es decir, todos los días del año son días de Reyes Magos para mí. Y todos los días les hago un regalo: el de la fe que compartían conmigo. 
Ellos me enseñaron el camino: seguir a la estrella y allí donde se detenga, vaciar mi amor: en el pobre, en el desvalido, en el necesitado, en el falto de cariño: ahí está Dios, el que nos ha  nacido.
Dios se halla en la moneda que pongo en la mano del pobre, en el abrazo que doy al necesitado de cariño, en la sonrisa que regalo al triste, en lo que escribo para crear consuelo. 
Todos los días le pido a Dios poder seguir escribiendo hasta mi último aliento, y hacerlo desde la fe, que me invita a amar, sin poner límites a ese amor. Dar amor sin medida, como ellos hicieron con Jesús. Dar amor es el mejor regalo que puedo seguir haciendo al día siguiente de los Reyes; en ese amor, Dios está a mi lado, un día y otro. 
Cada año, la noche de Reyes, lloro con mis recuerdos, con mis regalos de familia pobre, aquel coche de lata, siempre el mismo, que, sin embargo, mis padres llenaban de caramelos –y besos– nuevos. Lloro, Diario, por mi amor que sigue, aún hoy, sin marchitarse. ¡
Qué bellos recuerdos!

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