sábado, 13 de febrero de 2016

13 de febrero de 2016. Sábado.
UN ABRAZO

Abrazo del milenio, en La Habana. Cuba. F: ABC

-Dar un abrazo es hermoso, pero preparar ese abrazo es alcanzar la excelencia. Ver crecer el abrazo, ir forjándolo como la ostra la perla, es sublime. Como sublime sería poder alcanzar y tocar la Luna con una escalera; es la historia que cuenta en el relato La distancia de la Luna (en el principio de los tiempos), Italo Calvino. Tierna y emocionalmente, escribe: «En realidad, desde lo alto de la escalera se llegaba justo a tocarla extendiendo los brazos, de pie, en equilibrio sobre el último peldaño». Estaba tan cercana entonces la Luna, que casi se la podía tocar, así como oír sus latidos. Si ponías el oído. Ayer, en la Habana, se escenificó un abrazo; histórico, dicen. Como si fuera un sacramento, el Papa Francisco y el Patriarca de Moscú, Kiril, se dieron un abrazo, de paz, que remedió el desencuentro y la lejanía de un milenio entre las iglesias de Moscú y Roma. Ambas cristianas, y seguidoras ambas de aquel Jesús de Nazaret, que pidió que todos fueran uno, para que el mundo crea que tú (Padre) «me enviaste». Los abrazos rompen el hielo de las distancias y las simas del desafecto, aunque éstos sean milenarios; la unidad afirma y deletrea la fe, la hace confesable, y explicable. Pero este abrazo fue antes ensoñación y profecía: lo idearon y encarrilaron san Juan Pablo II y Benedicto XVI, viéndolo crecer como se ve crecer la profecía hasta que ésta se cumple. Jesús, antes de nada, fue profecía y, luego, realidad hecha Verbo; Palabra que acampó entre nosotros y que habló y sigue hablando y propiciando abrazos, Diario, como el de Kiril y Francisco, abrazos de evangelio encarnado, evangelio que debe hacerse mientras se dice (20:35:19).

viernes, 12 de febrero de 2016

12 de febrero de 2016. Viernes.
¡EXCELSA CONJUNCIÓN!

La nube, desde el jardín. F: FotVi

-Alguien -un Ángel, o un Silencio, o mi interior, no sé- me ha pedido: «No huyas de decir amén», y lo he dicho, «¡amén!», y todo a mi alrededor -la flor, la araña, el mirlo, la nube, la mota de polvo, el gajo de luna blanco, la araña, el gato remolón, el tiempo, la geometría, el árbol, la soledad pensativa, el cielo, la gota de agua inmensa…, todo-, me ha cercado, y, conmigo, ha repetido «¡amén!», y la tarde, hundido el sol en el ocaso, se ha hecho paz, y vida en el interior de las cosas, y, en ese instante, Diario, ha aleteado el misterio, y he oído, que, conmigo y las cosas, también decía «¡amén, amén!», sin pausa, hasta hacerme sentir que todo vivía en mí, y yo en todo. ¡Excelsa conjunción! (21:26:29).

jueves, 11 de febrero de 2016

11 de febrero de 2016. Jueves.
DE ROSITAS

Rosita -¿en las Ramblas?-, en el jardín. F:FotVi

-Hay rosas, y rositas. La rosa y el libro en el día de San Jorge, en Cataluña, es tradición hermosa, ruidosa en afectos. Obsequio del enamorado a la dama de su ensoñación. Los sueños se tornan así rosa y libro, y pasos quedos, que encienden las Ramblas de una belleza sabia, quedando a lo lejos, con su cantinela de espumas y gaviotas, el pastoreo del mar. Como diría el poeta: «Crucifixión y muerte del amor / en esa frágil rosa que es el mar». Pero hay rosas y rositas. En Cataluña, rosas en las Ramblas y rositas en los Puyol. Ayer los Puyol padres fueron al Juzgado y salieron de rositas, luego de haber heredado (robado, dicen) una gran fortuna. Por lo mismo o parecido (dicen), otros van al Juez y quedan entre rejas, o pájaros de mal agüero enjaulados. Bien tratados y alpistados, pero entre rejas. El 3%, sin embargo, en Cataluña, por las Ramblas va, y de rositas. El poema: «No le toques ya más, que así es la rosa», irrumpió en Piedra y cielo, de Juan Ramón Jiménez, dándose como sencilla belleza. El poema, la rosa, Diario, pero no la rosita; irse de rositas es otra cosa (12:41:41).

miércoles, 10 de febrero de 2016

10 de febrero de 2016. Miércoles.
A VER SI LUZCO

Sombras rebeldes, en Pärnu. Estonia. F: FotVi

-Sigue el sol (verano invernal) y, por tanto, las sombras. Las sombras son el gris, pero no la oscuridad; la oscuridad es el otro lado de la luz, donde lo negro. Toda luz luce sombras; no así la oscuridad, que a lo sumo es tacto o fatal tropiezo. La sombra es luz cernida, empañada por un utensilio lunar (no luna, sino utensilio lunar) que eclipsa y alivia, y difumina. La sombra, en realidad, es la palabra rebelde que dice al sol «me quemas», y se pone bajo techado -un árbol, un pañuelo con las esquinas anudadas, una sombrilla en primera línea de la playa…- y así contiene, asumiéndolo, al gran astro. La rebeldía con causa siempre es eficaz. Que lo digan si no Charlie Chaplin (lírico del humor) o Arthur Rimbaud (poeta de la destrucción). Es lo que ocurre con el ser humano: es luz y es sombra. No luz y sombra, sino luz con sombras. Incluso los que viven la excelencia, andan de la luz a la sombra y de ésta a la luz. Y es curioso que en la sombra se conocen y en la luz se realizan seres humanos, que brillan. Por algo Heinrich Lübke (político), que quizá se vio luz y sombra, escribió: «Donde hay luz existe la sombra. ¿Dejaré de amar la luz porque produzca sombras?». Y en estas estoy, Diario, viéndome sombra bajo una hermosa y perturbadora Luz, a ver si, a pesar de mis sombras, luzco (20:48:03).

lunes, 8 de febrero de 2016

8 de febrero de 2016. Lunes.
LLOVILLORAR

Excelsitud, en el campo. F: FotVi

-Ayer, de mañana, llovilloró un poco y, al punto, como una lengua de cordero lamiendo el pasto, salió el sol, tímido y con bufanda, casi huido. Tosiendo, pero salió el sol. Me decían de niño -el maestro Navillo, en la escuela, Molina de Segura-: «Aunque no se vea, el sol siempre sale»; y, afirmando la voz, añadía: «¡Y está!». Hermosa reflexión esta: salir y estar, aunque no te vean. Como el pequeño suceso de la flor en el campo, que sale y está, y, aunque exista inventando otra belleza, pasa sin embargo y tristemente inadvertida. Esta es la razón por la que alguna vez salgo al campo -no como el pájaro o el silencio, que están y se quedan-, sino para ver lo nunca visto y poder así tocar la maravilla única que es una florecilla y su efímera y humilde excelsitud. Buscar la excelsitud en lo pequeño o en lo grande oculto, es una asignatura pendiente de nuestra sociedad, deshabitada de inteligencia e imbuida demasiadas veces de incultura ideológica; y encandilada, además, por sólo espectáculos de oropel y fuegos de bengala. Mucha libertad de expresión, pero apenas dignidad y vuelos éticos de altura para sostener su terrible y hermosa carga, su equilibrio de acróbata, su frágil utopía. No cabe herir conciencias, ni violar almas infantiles (escudándose en el títere o la sátira), ni vender como ideas novedosas lo que es odio antiguo y flechas envenenadas de la barbarie de antaño, ni intentar desintegrar resentida y malévolamente lo que está compuesto, lo que es desde siglos acorde (aunque alguna vez desafine, también lo hace la música atonal, que lo diga Amold Chönberg), o convivencia; es decir, no cabe, intencionadamente, errar herrando. Baltasar Gracián lo vio así: «Libertad es hacer lo que se debe hacer»; y añado yo: no lo que se pretende que otros, sin su permiso, hagan. En todo caso, Diario, libremente, y con un recipiente para recoger las lágrimas, yo llovilloro por España. Y es que no me gusta la libertad de expresión gótica y farisaica, la que hiere y mal dice, sin causa (13:13:33).

sábado, 6 de febrero de 2016

6 de febrero de 2016. Sábado.
EL ROSTRO DE LA LUZ

Comprender el día, camino de San Blas. Santiago de la Ribera. F: FotVi

-Rezo y, de pronto, el rezo se nutre con la belleza sorpresiva del verso de un himno. Advertir que, en el rezo, el himno es el primer destello que te acerca a la hermosura de la palabra sin aristas, limpia y trigal, fecunda, altísima, de la alabanza. En este caso, el himno es un poema -Bello es el rostro de la luz- de Antonio Gamoneda. Poema que acoge Laudes, y lo hace rezo de urgencia. «Dame temprano / la potestad de comprender el día», canta el poeta, refiriéndose a quien él nombra su Dios. «Dios mío», clama. De este modo toma posesión de Dios (es la misión del creyente) y, ante la necesidad de comprender el suceso del día, para amarlo, lo hace cómplice suyo. Es decir, comprender el día para poseerlo, y así poderlo dar. Porque es deber nuestro, Diario, dar como don (y en paz), aquello que se nos ha dado como tal. ¡Don por don! (20:02:51).

viernes, 5 de febrero de 2016

5 de febrero de 2016. Viernes.
SED DE BRASA

Media sonrisa de lluvia, en el jardín. F: FotVi

-Ayer llovió, pero todo fue media sonrisa de lluvia sin acabar; sonrisa que enseñó sus dientes traslúcidos y se apagó; lluvia fina, fría, simbólica sólo: el símbolo de la gota en el dedo que el rico Epulón, desde su infierno y sus lumbres, pedía a Lázaro para calmar su sed. Su sed de condenado a tener sed. Siempre. Como la maldad, o el odio, o la injusticia (pavorosos incendios), que mueren en el infierno de no haber aplacado nunca su sed de brasa en el corazón. Entretanto, Diario, yo tengo sed de cordura (sabiduría) en esta hora, movediza, de los políticos (20:07:34).

jueves, 4 de febrero de 2016

4 de febrero de 2016.Jueves.
SANTO DE CRUCIFIJO

San Blas, en Dubrovnik, Croacia. F: FotVi

-San Blas fue un santo de crucifijo (en vez de báculo) y de milagro (como medicina); y santo de oración terapéutica para sí mismo. Rezaba de todas maneras, con palabras y silencios, y con lágrimas. Vivió y murió a principios del siglo IV, en Sebaste, Armenia (actual Sivas, Turquía). Murió en tiempos de un tal Licinio, que se distinguió por perseguir y matar cristianos, como ahora en ciertos lugares del planeta. Entonces eso no inquietaba; tampoco ahora, demasiado. Su residencia era una cueva, que usaba como palacio episcopal. A ella acudían para recibir asistencia, por enfermedades de alma o cuerpo, fieles y animales. Los animales, en los ratos de oración de San Blas, callaban y, a su modo, quizá también rezasen. (¿Quién puede afirmar que los animales no rezan? Exijo pruebas de que no sea así; y, sin pruebas, puedo entrar en dudas. Dudo que los animales no puedan rezar. Y duda y fe van de la mano). San Blas se dejó crucificar en su fe y esto hizo que muriera sin maldecir, y bendiciendo. «No saben lo que se hacen», sus enemigos. O lo sabían y disimulaba el santo; la santidad disimula o calla el pecado ajeno. El santo pone la otra mejilla, y hasta el aliento que da vida; el santo se deja matar en el perdón, como Jesús de Nazaret. Y esta santidad es la que celebramos ayer en San Blas, en Santiago de la Ribera. Primero se procesionó al santo y luego se exaltó y se incensó (su imagen, su recuerdo), en la misa; es decir, se le dio culto, se le magnificó, no por Blas, Diario, sino por santo (19:13:39).

martes, 2 de febrero de 2016

2 de febrero de 2016. Martes.
LUZ, GORJEOS

Luz intentando volar, en el jardín, F: FotVi

-Febrero lo he empezado con mal pie: ayer, aunque fuera con renglones rectos, no logré escribir una sola línea ni recta ni torcida. A veces la vida aparece curva y el hecho de escribir la acomoda, enderezándola. La escritura libera palabras y, en las palabras, pasiones quizá, y los títeres de la cabeza, y los pulsos errantes, haciendo posible la templanza, la sujeción, la brida. Hoy, día dos de febrero, escribo, porque existe Candela -mi sobrina-nieta- y por ser el día de la  Candelaria: onomástica  de la Luz y de Candela, y fiesta de la presentación en el templo, en Jerusalén, de lo Inefable; es decir, de lo niño de Dios manifestado en Jesús, su trono de la humildad. Sin humildad no hay amor, y Dios, en Jesús, se viste de humildad para decirnos que ama y que la humildad, en el amor, no desentona. Así es más creíble. Desde la humildad, aumenta el crédito del amor. San Pablo: «El amor no presume, ni se engríe». Esta tarde, en San Blas, más de una veintena de niños, que rezaban gorjeos y pretendían, gateando, subir escalones arriba hasta el altar, han sido bendecidos en la Luz. Ellos, que lucían inocencia, han sido luminosos receptores de la Luz. Hoy, Diario, he podido escribir, con renglones derechos, que la luz de Dios puede tocarse en la verdad del ser niño, en la sencilla novedad de sus vidas todavía preciosas, intactas, todo sol (20:16:00).

domingo, 31 de enero de 2016

31 de enero de 2016. Domingo.
LLUVIA Y FRÍO

Perlas, en el jardín. F: FotVi

-Día del Señor, con sol preclaro, ilustrado, como un día primaveral. Y 31 de enero, donde el frío debiera andar descalzo por las calles y helarse luego, de noche, en la Luna, y no vestido de 21 grados a la sombra y con corbata, sofocado. No me gusta la primavera en invierno, ni un otoño sin hojas caídas. ¿Qué sería entonces de paisajes otoñales como los de Van Gogh o Pissarro? Me gusta que, en la escala  musical, el re siga al do y al decir Quijote se oiga el arpa de Cervantes y no la flauta de Avellaneda. No me gusta, en invierno, este sol de hervor de cerveza y anchoa con limón; me gusta tiritar y buscar el rayo de sol donde el poeta halla «un anciano, y un banco, y una tos», y se conmueve. Me gusta el Dios que se detiene a hablar con Bartimeo y le abre el camino de la claridad de sus ausencias, y no el Dios de las teologías que lo hacen silogismo y lógica, y no amor. Pido para este invierno nuestro, de aquí, impenitente y veraniego, Diario, lluvia y frío, y una lumbre y un techo, con pan y algo con que acompañarlo, para el pobre de cada día, que la injusticia ha dejado helado y pidiendo una limosna (20:08:03).

sábado, 30 de enero de 2016

30 de enero de 2016. Sábado.
DINOSAURIO SAPIENS

Medidor de instantes, el reloj, en iglesia de Lucerna. Suiza. F: FotVi

-Me gustaría ser profeta, sólo para adivinar, no el futuro, sino el presente, y decirlo. Decírmelo. El futuro ya me lo sé y sabe a borrón sin vuelta a atrás. No hay cuenta nueva. El tiempo de la extinción del dinosaurio sapiens ha llegado. Cuando despierte Augusto Monterroso, el dinosaurio no estará allí. Intuyo el futuro, pero no el presente. Me gustaría ser profeta del presente, del ahora mismo del reloj. El reloj jamás mira al futuro, sólo al presente, y lo cuenta, sin prisa, pero sin pausa. El presente, donde están sucediendo y viviendo cosas como el mar (su plenitud), la luna llena (pan en la mesa del cielo y estrellas comensales), el niño que llora en la iglesia con el consiguiente nerviosismo de la madre, el pobre que pide y viste de humildad, bajándolos, sus ojos, la brisa enredada en el árbol dándole el don de poder hablar (la palabra del árbol), niños fallecidos en naufragios sin piedad, políticos sin causa, cristianos sin cristianismo (sin evangelio), cristianos martirizados (con evangelio), locos con fusiles kalashnikov…, el presente. Ser profeta, serlo, para conocer el presente, este instante, este soplo, este ay, y poder decirlo, con fe y grito en las palabras y un escuchar abierto en el que oiga; con fe y grito, Diario, es mi sueño y mi plegaria (20:00:16).

jueves, 28 de enero de 2016

28 de enero de 2016. Jueves.
PARÁSITO

Escribiendo en el agua, gaviotas en Salinas San Pedro del Pinatar. F: FotVi

-Esta tarde he andado; media hora. El mar, plano, como una página de silencio azul a punto de ser escrita. Cinco gaviotas volando en flecha, bajo un cielo sumido en su misterio. He andado. Diagnosticado por mis piernas, que ya chirrían al andar, he andado. Y me ha acudido el dolor a la cita de mis huesos. El dolor es un parásito de los años que va a más; nunca mengua. Tú menguas y el dolor crece. Es un parásito de huesos y músculos, y también mental. Con los años, la mente se ejercita en perder batallas sicológicas, ejercicio que trasmite al cuerpo, dejándolo sin defensas. El cuerpo, de este modo, es castillo entregado, cedido. Pero leo: «Tienes que hacer que ocurra», de Denis Diderot, enciclopedista francés, y decido que ocurra; tras la novena de San Blas, en Santiago de la Ribera, ando, media hora, y he podido al dolor. Siempre pasa, Diario, incluso cuando trato de llenar de palabras una página en blanco; me digo: «Tienes que hacer que ocurra», y ocurre, salen el poema o el artículo, que exultan, luego del dolor de andarlos (21:21:23).

miércoles, 27 de enero de 2016

27 de enero de 2016. Miércoles.
ARTE POÉTICA

Arte poética, en el jardín. F: FotVi 

-Cada mañana, rezo Laudes y, antes de la Prensa -esa galería de intereses creados económicos y políticos (casi siempre), y que nos informa de lo grotesca y maravillosa que es la vida humana-, leo a algún autor que me inspire fe en lo del más allá, en la Trascendencia, por ejemplo, y en lo otro del más acá, como el pan en la mesa o el silencio en la biblioteca, o la justicia desterrando los malditamente ominosos egoísmos, que parten todo en dos; es decir, en un yo y el resto, o en un yo y todo lo demás. Y más diabólico aún: en un yo, y nada más. Rezo Laudes, y, como epílogo o corolario, leo: «Toda criatura es, por el hecho de haber sido creada, creadora». Paul Claudel, en su Arte poética. O sea, Dios no es «Dios y lo demás», sino «Dios con lo demás». Es la distancia que marca el amor con el humillante y arbitrario egoísmo. Distancia infinita. Dios dice: yo te creo para crear; pero descanso el séptimo día y tú, hombre y mujer, flora y fauna, naturaleza y universo, seguid creando y humillando así a la nada y al caos, hasta el hallazgo del bosón de Higgs o la Ley que hay detrás de toda ley (Einstein). La belleza, de este modo, se va completando -con la «partícula de Dios» o la «teoría de la relatividad»-, como un puzle de hermosa e incontenible Sabiduría. Crear -escribo, ¿estoy creando, quizá?-, recrear -o el maestro Mateo esculpiendo, deletreando en piedra el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago, dándole voz y alegría a la piedra, sonrojándola de belleza-. Luego leo la prensa y me cojo el alma, para que no se me caiga a los pies, donde el barro: corrupción, crímenes horrendos, nuevo atentado en Nigeria, políticos que desacuerdan acuerdos, líricos que hacen malos versos, bancos que ganan y pobres que pierden, deportes bajo sospechas, y, al fin, un alivio: un tal Juan Francisco Martínez Mojica, biólogo, puede ser el próximo Premio Nobel español. Es decir, el científico Martínez Mojica, Diario, criatura que crea, según Claudel (20:02:24).

martes, 26 de enero de 2016

26 de enero de 2016. Martes.
DÍA VERBAL

Belleza claustral, en la Universidad de Murcia. F: FotVi

-Voy a Murcia y me traigo la promesa de Javier Díez de Revenga de un prólogo para mi nuevo libro Piedras rodadas; piedras que son palabras; palabras que ruedan como piedras. Javier es filólogo y persona amable. Y, al ser filólogo, la palabra, me ha dicho, es su regocijo, su mar de la ciencia donde nadar, su modo cultural de volar. El filólogo es el que vislumbra y ejerce la cultura a través del estudio de  las palabras escritas. Abre la fruta -la almendra- de la cultura y profundiza en ella hasta llegar al gajo, la palabra, para desde ahí entenderla hacia afuera y decirla entendida. La filología es la vena de agua de la cultura que, desde la palabra, rompe en fuente y calma la sed y el afán de saber. Hoy, Diario, mi día -próxima la festividad de Santo Tomás de Aquino- ha sido verbal y filológico; es decir, universitario (19:29:17).

lunes, 25 de enero de 2016

25 de enero de 2016. Lunes.
LA COLADA

 Se ilumina la palidez, de la colada, F: FotVi

-Pongo la lavadora y se nubla el día; tiendo la ropa y palidece la colada. Un mirlo se muere de risa viendo mi cara de inexperto en menesteres domésticos, menesteres de andar por casa. Me entristezco. Sé que la perfección es ir dándole largas a la imperfección; la perfección sólo está en Dios, me digo. Por lo que deduzco que la perfección hay que ir hallándola poco a poco, como el pájaro halla el trino nota a nota, o el maestro cantero forja piedra a piedra el relámpago de la catedral gótica, su acrobacia, su irse espacio arriba sin ruido, como una exhalación. La exhalación de la piedra. En la catedral gótica la piedra respira cielo, y nos lo da a respirar abajo, donde se reza. En estas estoy -colada, mirlo, nublado, gris, perfección, rezo-, cuando abro un libro de Péguy -Misterio de la caridad de Juana de Arco- y leo: «La fe que más le gusta a Dios es la esperanza». Y sonrío con el mirlo, y en ese momento, Diario, se hace el sol y se ilumina la palidez del día (y mi tristeza), para a la tarde, recoger la ropa seca y rezar Vísperas, con Péguy (19:59:18).

domingo, 24 de enero de 2016

24 de enero de 2016. Domingo.
SOÑAR DESPIERTO

Renglones derechos, en el Mar Menor. San Pedro del Pinatar. F: FotVi

-Como juego o esparcimiento, me gusta soñar despierto, y más si el sueño es lírico adrede, o con un cierto aire romántico de hoja de té. Me gusta soñar con palabras nuevas y relojes sin hora. Y con armas de fuego, sin fuego. Y con niños que no mueran en travesías de miedo y de hambre, de injusticia. Me gusta cualquier juego, siempre que no sea juego de azar. Los juegos de azar casi siempre empobrecen, sobre todo la inteligencia, y, en ocasiones, el bolsillo. La inteligencia hace acordes, concreta sistemas filosóficos, ilumina la física y la química, va al espacio, compone libros, y hace sonetos a Violante. «Un soneto me manda hacer Violante», reveló Lope, el apasionado, y lo hizo. La inteligencia lo fue guiando por los catorce versos necesarios hasta poder concluir: «contad si son catorce y está hecho». Aunque Violante lo desafiara luego con otro no menos ajustado a medida y sarcasmo. Me gusta soñar, pero no tanto, si sueño malos sueños, si no es juego mi sueño, si, en vez de árboles con hojas, sueño árboles con murciélagos de ángulos diabólicos colgando de sus ramas. Me gusta soñar a políticos sin ira y a una España nueva, distinta, sin magulladuras de guerras pretéritas y a punto de ser liberada de sí misma. Liberar a España de su ser cainita, de su entidad de cosa rota antes de haber sido restañadas sus heridas, de renglón torcido que muy pocas veces ha llegado a escribir derecho. Bello sueño, Diario, que no llega. Es cruel; pero no llega. ¿O es pedir demasiado al sueño? (19:35:18).

viernes, 22 de enero de 2016

22 de enero de 2016. Viernes.
CIRCUNSTANCIA HERIDA

Desplome, en convento Santa Brígida. Tallín. Estonia. F: FotVi

-Glosando a Ortega, diré que yo ya no soy yo, sino mi circunstancia. La circunstancia, ahora, es un bosque (político y social, injusto y catastrófico, inhumano y sin embargo esperanzado) que no me deja atisbar el árbol libre y añoso que yo soy. La circunstancia irrumpe por todos lados, haciendo palidecer mi yo; circunstancia llena de grises y cenizas sin brasa, de acordes vacuos, de inseguridad. No me gusta la circunstancia que me ha tocado vivir y que me cerca como un fuego a un escorpión. Circunstancia de egoísmos y simples apariencias, como una selva de árboles de pus y espantos, o circunstancia herida. Hoy, día de mi onomástica, Diario, siento la tristeza de lo que se desploma (19:41:57).

lunes, 18 de enero de 2016

18 de enero de 2016. Lunes.
YO FUI DE MOLINA DE SEGURA

La palma del martirio, en el jardín. F: FotVi

-En mi niñez, yo fui de Molina de Segura. En mi niñez, y en Molina, quise ser de todo: desde niño, hasta actor de cine. Actor para ir más allá de los sueños e inmolarme como Juana de Arco o recorrer el oeste y sus peligros con John Wayne en La diligencia. Sin pistolas, porque no era rápido en sacarlas; pero llenos de horizontes los ojos, donde las aves me incitaban a volar, e irme. Me seducía la sabiduría de los indios viejos, que, con plumas y voz ronca, proveían de conocimiento a las palabras. Hablaban con la lentitud de un libro, al que hay que abrir y leer, e interpretarlo. Hablaban para el viento, su libro no escrito. De mayor he sabido, que, en la antigüedad -aquella antigüedad tan actual- los libros se decían, se hablaban, se cantaban, y permanecían; es decir, no se los llevaba el viento. O quedaban en el viento, y en la memoria, que son el libro de todos los libros. La memoria colectiva, o la infinita biblioteca del tiempo y de la historia. Yo, en mi niñez, fui de Molina de Segura; luego, fui del mundo. En los libros y en los viajes, fui del mundo; y en el trabajo. Mi trabajo es sacerdotal, o de servicio. Y he servido hasta hoy, que lo hago en San Blas y en el Carmen, Santiago de la Ribera. Después de muchos años, la poesía me devolvió a Molina, de la que me había ausentado sin volver la vista atrás. Fueron el sacerdote Ramón Jara (que en paz descanse) y el poeta Francisco Javier Illán Vivas los que hicieron que regresara desde las ramas del árbol del mundo a las raíces del más modesto árbol de mi nacimiento. Árbol donde yo eché hojas y pocos años, y sueños. Ahora vuelvo otra vez a Molina, esta vez invitado por San Vicente, al que, como San Agustín, celebraré alabando su fe y su testimonio, su martirio. Volver a Molina, Diario, por San Vicente, no está mal; es como volver por otra Navidad, festiva y encendida de fe, que te llama y te hace regresar al lugar de tu partida (20:03:03).

sábado, 16 de enero de 2016

16 de enero de 2016. Sábado.
AUNQUE CALLE

La Inmaculada, en la plaza de la Catedral. Zagred. Croacia. F: FotVi

-Se me ha aparecido Dios y me ha dicho: «No digas a nadie que me has visto, sólo di que te he hablado», y ha vuelto a ser Dios; es decir, ha vuelto a ser silencio y expectativa, o un quizás y una sospecha, u ostra y profecía para la fe. La fe -la perla preciosa del evangelio- encerrada, pues, en la ostra de la duda. La fe, que mueve montañas, postergada, sin embargo, al ostracismo, enclaustrada en un patio románico de convento o detrás de vidrieras de catedral gótica. Es lo que el agnóstico desearía. Ver a Dios, Diario, no es difícil, lo difícil es mantenerlo en el corazón por la fe y hacer vida sus palabras; pues hablar -aunque calle-, habla (20:01:55).

viernes, 15 de enero de 2016

15 de enero de 2016. Viernes.
LLUVIA EN LOS OJOS

El hilo de la vida, en Liubliana. Eslovenia. F: FotVi

-Perdida, y venida de no sé dónde, esta mañana me ha dado la lluvia en los ojos. Me gusta mirar el día desde abajo, y más si hay lluvia arriba. En el jardín he oído el ruido de la risa de las raíces, moviéndose como sarmientos de vid, inquietas, jubilosas; la lluvia, como el vino, alegra. «¡Tenía tanta sed!», oigo decir al olivo, que, con las raíces ya en ebullición sonora, prepara la flor y la aceituna, y las ramas nuevas, castillos para nidos y cigarras. Es la vida que vuelve, Diario, y me siento, como diría Raquel Lanseros, poeta eminente y sin doblez, vital, «orfebre del instante» que vivo (20:08:45).

jueves, 14 de enero de 2016

14 de enero de 2016. Jueves.
UN ÁNGEL EN EL CONGRESO

Congreso de belleza, en el jardín. F: FotVi

-Vamos a ver si en el Congreso o Parlamento, o Cortes, son, por encima de las fobias y las tirrias, la deliberación y la palabra las que prevalecen. A veces, en política, como en la vida, hay fobias y tirrias, que la palabra puede endulzar o amargar. La palabra, terrón de azúcar o pizca de pimienta en el café. En el tiempo, la Palabra de Dios se hizo carne y puso tienda entre nosotros, nos habitó, hablándonos. Ahora, la palabra se ha hecho representación parlamentaria y ha acampado en el Congreso de los Diputados, Madrid. Con gorjeo de bebé incluido; sin ser elegido por las urnas, un bebé ha entrado en el Congreso a canturrear o lloriquear, según toque; sin duda, un ángel con alas invisibles. Conserje, un biberón para el bebé, y el ángel ríe. La palabra y el gorjeo, pues, en las Cortes. Aunque haya habido quien ha calificado el hecho de «repugnante utilización de los niños». Que puede; o no. En todo caso, yo prefiero a un bebé en el Congreso que gorjee, que no a delirantes bufones que desatinen y hagan bulla o farsa, y voceen demagogia. Y decir que me gusta más que me llamen ciudadano o persona (Platón), que no «gente», término que suena más a masa (Ortega) y a rebaño o bandada, que a civilizado pueblo que paga impuestos y vota en libertad, voto a voto, lo que le viene en gana. Yo no soy «gente», sino persona, y educada, creo, y como tal deseo que me traten. Ayer nació un nuevo Parlamento, heterogéneo e hirviente, desmesurado en liturgias de «gestos» y pamplinas circenses. El País (periódico global) advierte: «Hay que recordar al nuevo partido que el Congreso no es un plató de televisión». Y lo llama show. El Parlamento no es lugar idóneo para el show, sino para idear y conseguir, dialogando, buenas y justas y felices leyes; leyes que igualen y equiparen en dignidad y recursos a las personas, y por arriba, no al nivel del barro, que el barro, Diario, dificulta el andar y el vuelo, enfanga (18:52:59).

martes, 12 de enero de 2016

12 de enero de 2016. Martes.
PAISAJE GRIS

Maraña, en el jardín. F: FotVi

-No llueve; es decir, estamos secos, de lluvia y de esperanza. No llueve (aquí, en el Sureste), y el País (España) anda mal; o de mal en peor. Es lo que se oye y yo presiento. El enorme bolo que perseguía a Indiana Jones en la película En busca del Arca Perdida, nos acosa. Aquí, en el Sureste, un cielo raso, desnudo, nos lastima los ojos de azul, como si lo vistiesen humanoides de Avatar, los na´vi, mientras en el otro cielo, el de España, en un paisaje gris, de cenizas, estamos todos contra todos. O Los hermanos Karamazov en vivo, Diario, sucediendo (19:28:50).

domingo, 10 de enero de 2016

10 de enero de 2016. Sábado.
LA MIRADA

Rosa del Principito, en el asteroide B 612 de mi jardín. F: FotVi

-Si una niña, abiertos los ojos como dos relámpagos, le dice a su madre: «¡Mami, me ha mirado un rey mago!», es que los reyes magos son algo más que ficción o magia, y más que ilusión, es el principio del asombro por lo que va más allá de lo visible, de lo puramente táctil. Como diría el Principito al zorro, Diario, es el asombro por el inicio de la contemplación de la trascendencia en su vida, ya que según él: «Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos». ¿Y si me hubiera mirado un rey mago? (20:24:27).

viernes, 8 de enero de 2016

8 de enero de 2016. Viernes.
EL COPYRIGHT

No rompáis mi belleza, en el jardín. F: FotVi

-Al igual que el escritor o el artista, o el George Lucas de turno, vamos a tener que hacer valer los creyentes el copyright (o derecho de copia) de nuestras cosas. Nos roban cosas -Bautismo, Primera Comunión, Reyes Magos, Procesiones…, y con burla, además- y a lo sumo ponemos el grito en el cielo, pero sin hacer valer el copyright o derechos morales y patrimoniales de todo autor que se precie a que se respete la autoría de su obra. Nos roban el título, pero desvirtuando el texto. Y todo acompañado de sapos y culebras; es decir, de odio. Signos del sacramento son el agua, el aceite, el pan, el vino, las carencias humanas (el pecado), y aun los cuerpos que se dan al amor. Como se ve, todo fundamento, raíz; algo así como el Bosón de Higgs en la existencia de masa en las partículas elementales. Si al sacramento lo despojas de todo esto, queda en cruda farsa, en broma sin gusto, disgustada. Bautizar sin Bautismo (sin agua y sin palabras evangélicas) es como intentar leer a Shakespeare en el Libro Rojo de Mao. Mao se moriría de risa y Shakespeare de melancolía, y sólo quedaría la burla, o la dolencia de la mentira. Cabalgata de Reyes, o carnaval en Río. Se trata de destruir la estrella de la ilusión, de borrar con tinta negra de ideología el frágil cielo de cristal de la inocencia, de reescribir obscenamente la Historia. Los niños, preguntándose: ¿Y Melchor, y Gaspar, y Baltasar? Y el laicismo obtuso y pavoroso, muriéndose de risa, con baba. Pedir el copyright, Diario, es un derecho fundamental, y también laico (20:44:25).

jueves, 7 de enero de 2016

7 de enero de 2016. Jueves.
¡UN POZO!

Gozo del agua, en el desierto. F: FotVi

-Ando por un desierto y me estoy quedando sin agua, y me veo morir, dijo un camello al cielo. A lo que contestó el desierto al animal sediento: así ando yo durante siglos y ya me ves, muerto de dunas y pedregales, y silencios. En el desierto el sol brilla, pero le puede el frío de la noche y los alacranes que lo visitan al amparo de la hojalata inclemente y helada de la Luna. Alacranes en el silencio del desierto, cuando el miedo se hace noche y frío estremecedor. Silencios hechos de escarcha y alacrán. Como el tiempo que nos ha tocado vivir; tiempo de indefiniciones y guerras sucias, de barbarie y cinismo, de políticas sin la visión del bien común, crueles, belicosas; políticas ahogadas en miseria y egoísmos, avaras. Y es que como ya dijera François Mauriac: «Cada uno somos un desierto». Pero desierto, Diario, que pudiera llegar a ser bello, «si -como dijera Saint Exupéry- en algún lugar esconde un pozo». ¡Un pozo, insignes perversos (o de buen corazón) jerarcas de la tierra!, clama el mundo. ¡Un pozo!, y no halla respuesta. El alacrán se pavonea (20:44:03).

miércoles, 6 de enero de 2016

6 de enero de 2016. Miércoles.
ASCENDER A LA NIÑEZ

Juguete con vida, en el jardín. F: FotVi

-Día de Reyes, y la ilusión se hizo alegría y asombro. Y tacto: tocar, acariciar los regalos de los Magos con los ojos y las manos. Y con los sueños; en los regalos de Reyes se tocan los sueños, donde se asciende a la niñez, para en ella rozar la inocencia y purificarse así de la mayoría de edad, tan prosaica a veces, tan poco dada a la humildad de lo poético, del oro y el incienso y la mirra de la sencillez. Primero, ver, para llenar el asombro de contenido (ver para creer); y luego, tocar, para cerciorarse de que de ilusión también se vive, o de fe ilusionada, o de los restos de luz que alguna estrella pueda haber olvidado en su camino de punto luciente en el firmamento. A las estrellas se les cae alguna vez la luz, en la noche, sólo hay que saber verla y, con cuidado de nido, recogerla. Yo de niño creía en los Reyes Magos, y ahora más. Oye, niño, ¿tú crees en los Reyes Magos?, y a mis muchos años digo que sí, para que mi niño conmovido haga andar a mi vejez agónica, fatigada, sin pájaros ya que ardan, y vuelen. ¿Alguien que no creyera en los Reyes Magos podría haber escrito:

«No fue un sueño, lo vi: la nieve ardía»? (Ángel González).

¿O: «Anoche un fresno
a punto de decirme
algo -callóse»? (Octavio Paz).

¿O: «Soledad -jardín
con un solo árbol»? (Adonis).

Creo en los Reyes Magos por delicadeza espiritual conmigo mismo, por no dejarme la niñez allá donde ya no soy más que persona mayor, terriblemente mayor, pavorosamente indefenso; no por hacerme como niño, sino por no dejar de serlo, y así poder crear alguna vez, Diario, algún verso como éstos; algún verso, o algún acto angelical de niño, como darle vida a un juguete y creer que juegas a ser Dios, poniendo vida en las cosas, es decir, amándolas, es decir, recreándolas (19:55:49).

martes, 5 de enero de 2016

5 de enero de 2016. Lunes.
POR SI SUCEDE

¿Estrella de oriente?, en el jardín. F: FotVi

-Los exaltados no me gustan; ni siquiera me gusto yo cuando me exalto. Jesús, sin embargo, se exaltó una vez -echó a los mercaderes del templo a latigazos- y lo pagó en la cruz. Con el templo, aunque se sea Dios, no se juega, pensó Jesús, y zigzagueó el látigo, lo restalló. Sólo una vez. Jesús, pues, se perdió en el templo y se exaltó en el templo, una y otra vez a causa de su Padre. En la primera, aún niño, riñó (amorosamente) a sus padres: «¿No sabíais que debía estar en las cosas de mi Padre?» Y en la segunda, señalado ya por Juan el Bautista como el Mesías, cogió el látigo y expulsó a los mercaderes: «No hagáis de la casa de mi Padre un mercado». Decir que yo no me exalto (arrebato) por virtud, sino porque luego me entristezco. La resaca de mi exaltación es la tristeza, donde habitan las lágrimas y el abatimiento. Ahora opto por la timidez y el silencio y no por la ofuscación. Sea la exaltación para los locos de ideología  y delirio. Y, entre tanto, Diario, yo, con mis sueños de niño, esperando a los Magos, por si sucede (20:01:15).

domingo, 3 de enero de 2016

3 de enero de 2016. Domingo.
ESPERPENTO

Chicos de ayer y hoy, según Mingote.

-En una viñeta de Mingote (ABC 8-4-2003) un individuo dice a otro: «Ya sé que hay izquierdistas que no están de acuerdo con la izquierda, y derechistas en desacuerdo con la derecha, pero es peor lo mío, que no estoy de acuerdo conmigo mismo». ¡Qué tiempos! Y ahí seguimos, Diario, haciendo de la historia -la hermosa, la de cada día, la nuestra- un esperpento convulsivo, epiléptico, agotador, sin dar la talla de chicos ni formales ni revolucionarios, sin talla (20:02:51).

viernes, 1 de enero de 2016

1 de enero de 2016. Viernes.
DESCONCIERTO

Nevada báltica, en Pärnu. Estonia. F: FotVi
-Un año sin invierno, es un año mutilado, vestido de despojos veraniegos, sin la desnudez de vidriera del témpano de hielo. Huyen el frío y la nieve y se aflige el lobo, y lloran los trigales. Un invierno sin frío y sin nieve es como un libro sin palabras, no sabe a libro, más bien sepa a campo baldío. Año de nieves, año de bienes, decimos; quizá por eso nos va tan mal política y socialmente, y en las estaciones de esquí; sin la liturgia de la nieve y el frío, el año se hace alegato contra la meteorología y contra el refranero. Estamos en tiempos de desconcierto. Dios no habita en nuestro mundo, lo han echado, y lo suplen ciertos sicarios que dicen actuar en su nombre. Hay armas de guerra y quienes las venden, y quienes las usan. La pescadilla del terror se muerde la cola. Armas, venta de armas, y genocidio. Ya lo advirtió Albert Camus: «La tiranía totalitaria no se construye sobre las virtudes de los totalitarios, sino sobre las carencias de los demócratas». Leo en la prensa que la justicia se basa en la igualdad; mejor, en la equidad, diría yo. Espero el frío y la nieve, Diario, para que no todo sea helarse por las acciones, tantas veces perversas, del ser humano (21:12:51).