26 de noviembre de 2015. Jueves.
PEDERASTA DEL ARTE
Luz en las sombras, desde el jardín. F: FotVi |
-Acosar a formas consagradas, Abel Azcona, es una villanía. No
pueden defenderse. Las pisoteas, y se dejan. Las metes en la burla y, sin
protestar, se dejan hacer objeto de burla. Dios, además de amor, en la forma
consagrada, es un inválido. Y el modo de conseguirlas con fraude y simulación, es,
por tu parte, un ejercicio de mentira sacrílega y cobarde. Azcona, siento llámate
villano, simulador, sacrílego y cobarde. Te llamas artista, pero yo te veo
ridículo. Como una hiena herida después de haber comido mugre, carroña, me das
lástima. Te veo carroñero y desgraciado, herido de ti mismo, de tu impotencia
intelectual; en realidad, eres un pesimista que no cree en lo que hace. No eres
artista, eres un sablista de popularidad. Te veo derrotado; y lo tuyo, en arte,
siempre quedará como una anécdota. Eres una anécdota, ni a historieta llegas,
en arte. Un artista del paleolítico lloraría ante tu modo de concebir la realidad
y el espíritu estremecedor y vibrante de lo que te rodea, la vida y las cosas. Es
verdad que esas hostias consagradas que tú robabas para lastimarlas, han sido envilecidas
por algún pederasta sacrílego y predicador como tú; pero esas hostias han hecho
más santos que pederastas, y han consolado más. Pederasta tú del arte. No hay arte,
sin respeto al mismo arte. Siempre he creído en las vanguardias, como creo en
Picasso o Samuel Beckett, pero no en la felonía del «todo vale», aunque sea
entrar en la fe de un creyente y, como en un nuevo Auschwitz, tratar de exterminarla.
Lo tuyo, Azcona, es la verborrea iconoclasta del odio, que trata de aniquilar
humillando. Pero en esta verborrea iconoclasta y ofensiva tuya, al intentar
humillar, has salido humillado. O El
alguacil alguacilado. Ni siquiera tienes arte -tan menguado artista eres-
para, sin humillarte a ti mismo, humillar a otros. Eres, Azcona, lo que
defecas. Y es que no siempre ofende el que quiere, Diario, sino el que puede y
no mal huele (10:42:26).